La Resolución Conjunta 558, presentada este lunes, propone estudiar el variado lenguaje de señas utilizado por la comunidad sorda e impedimentos auditivos en Puerto Rico.

De ser aprobada, la medida supondría la primera investigación lingüística dirigida a la comunidad sorda en Puerto Rico, según se dijo en un comunicado de prensa.

Este sector, así como las personas que padecen de pérdida de audición parcial, enfrentan retos que personas sin pérdida auditiva no tienen que afrontar.

Sin embargo, en Puerto Rico, la comunidad sorda enfrenta un obstáculo adicional: la falta de uniformidad en el lenguaje de señas.

Según se explicó en un comunicado, en Puerto Rico se ha tratado de institucionalizar el ASL (American Sign Language), y aunque este sistema es el único que opera en algunos sectores, la cultura local e idioma ha individualizado esta plataforma, creando un lenguaje independiente.

Igualmente, cada comunidad sorda en Puerto Rico ha adaptado su propia versión de este lenguaje puertorriqueño, creando una confusión lingüística.

"La variación en las señas que existe entre una región a otra es notable y requiere ser analizada y estudiada desde un aspecto lingüístico para que no existan barreras comunicativas dentro de los servicios de interpretación. De esta manera se logra que nuestro lenguaje sea respetado", dijo la profesora María Laguna Díaz. 

El representante Manuel Natal, del partido Movimiento Victoria Ciudadana, presentó proyecto.