La delegación del Partido Popular Democrático en el Senado, radicó del Proyecto del Senado 439, que busca “crear las escuelas de inclusión”, en beneficio de la población de estudiantes de educación especial y con diversidad funcional.

El líder de la minoría PPD en el Senado, Luis Javier Hernández, indicó que esas escuelas “pueden ser espacios que se realicen desde el Departamento de Educación con una alianza público privada con una institución sin fines de lucro dedicada a la educación y pueden ser también acuerdo de colaboración con los municipios”.

“Lo importante es que se enmienda la Ley 85 (de 2018), que es Ley de la Reforma Educativa de Puerto Rico, y crea un capítulo especial para establecer este nuevo modelo educativo”, sostuvo el exalcalde de Villalba. “Lo que buscamos es fomentar ambientes inclusivos dentro del sistema público de enseñanza”.

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Explicó que la medida establece que el Departamento de Educación (DE) “deberá formalizar en un periodo de cinco años una Escuela Pública de Inclusión por municipio”.

“Ciertamente, no buscamos inventar la rueda. Ya el Departamento tiene escuelas suficientes, lo que necesitan hacer es adaptarlas para que cumplan con el propósito que queremos establecer mediante ley. Como mínimo, una escuela por municipio”, afirmó.

El proyecto promueve la creación de “espacios apropiados en los salones de clases para estudiantes de cualquier corriente y con cualquier diversidad”, y promoverá que se ofrezcan los servicios directos directamente en las escuelas, disminuyendo así que los padres tengan que visitar distintos centros de terapias para recibirlos. De esa forma, se podrían proveer los servicios de terapia del habla, ocupacional, psicológica, física, educativa, entre otras, de una manera integrada con los servicios educativos, en un mismo ambiente.

“Si estamos viviendo un tiempo donde hay menos estudiantes, lo lógico es que haya más espacios en las escuelas. Pues, si el Departamento hace acuerdos con estas compañías que brindan servicios, por qué no poner como primera prioridad que brinde el servicio dentro de la escuela, y ¿por qué no habilitar un espacio para que estas entidades puedan brindar el servicio en la escuela?”, afirmó Hernández.

¿Qué ofrece el plan?

El proyecto de ley enfatiza en que se garantice a cualquier persona no vidente que sea parte de la Escuela Pública de Inclusión las mayores oportunidades y herramientas, tales como el sistema de lectura y escritura Braille, letra agrandada, lectores y anotadores, o cualquier otra asistencia tecnológica que le ofrezca igualdad de oportunidades.

Además, la medida busca asegurar que la población de educación especial o con diversidad funcional pueda participar del deporte adaptado, mediante la educación física, fomentando la actividad deportiva como una disciplina que atienda las necesidades específicas de cada estudiante y llevándolos a su máximo potencial de desarrollo.

También, el PS 439 impulsará las oportunidades de empleo para que esta población de estudiantes de educación especial o con diversidad funcional tenga mayores opciones para su futuro profesional, y para ese fin utilizaría los fondos federales de Oportunidad e Innovación de la Fuerza Laboral (WIOA, por sus siglas en inglés), así como “los cambios que sean necesarios al Plan de la Junta Estatal”.

Agrega que, en cada caso, se realizará un análisis de las destrezas vocacionales en aquellos estudiantes cuyo diploma tenga que ser modificado y canalizarán el proceso junto a la Administración de Rehabilitación Vocacional.

Por último, la medida también especifica que las escuelas contarán con una planta física que permita incorporar a los estudiantes de diversidad funcional dentro de un ambiente seguro, eliminando barreras arquitectónicas y viabilizando nuevas alternativas de ubicación y de acomodos razonables para los estudiantes.

El senador indicó que usó la palabra “inclusión” para denominar las escuelas que busca establecer el proyecto, ya que, según su experiencia como padre de una niña con perlesía cerebral que está en la corriente regular en una escuela pública, “he vivido el desplazamiento de estos estudiantes de la población de educación especial y la población de vida independiente, la exclusión de esta población con la población general”.

“Y eso para jóvenes o estudiantes que tienen un potencial de poder tener un diploma modificado o incluso de graduarse de cuarto año sin ningún problema, es un reto”, afirmó.

“Lo importante es que esta población de educación especial, una vez se le haga el debido cernimiento y tengan las posibilidades de estar en un grupo regular, se integren. Esa es la primera instrucción que busca nuestro proyecto”, sostuvo.