Con Voto2024, Primera Hora recorre todos los municipios de Puerto Rico para conocer el sentir de los ciudadanos antes de las elecciones generales. Cuáles son sus mayores preocupaciones y qué acciones toman los alcaldes y alcaldesas ante los problemas expuestos, lo leerás en nuestra edición impresa y en primerahora.com

Coamo. Pueblo cuatricentenario y tierra que venera al mártir San Blas de Illescas.

Coamo, hogar de 34,668 puertorriqueño contabilizados por el Buró del Censo de los Estados Unidos en el 2020, es rico en su historia, conservando aún edificios antiguos, estatuas y ermitas.

Sus residentes, sin embargo, señalaron a Primera Hora que han enfrentado varios retos que les dificulta mantenerse en el municipio.

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Entre las inquietudes que presentaron fue la falta de vivienda, situación que no se limita al municipio sureño, donde existen 2,360 viviendas desocupadas de las 16,420, según identificó el Censo.

A finales de agosto, el gobernador Pedro Pierluisi auguró que su administración, que finalizará en enero de 2025 con el cambio de mando que se dará tras los comicios generales de noviembre, sumará 7,000 viviendas, 4,000 para alquiler y 3,000 para la venta. Con esto, pretende mitigar la demanda de alrededor de 20,000 unidades a nivel Isla.

Mientras, la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras estimó que, actualmente, en Puerto Rico se construyen 600 viviendas al año. En años más recientes, se levantaban más de 1,000 estructuras anualmente y, entre 2000 y 2008, superaba las 14,000 unidades cada 12 meses, citó la Asociación de Constructores de Puerto Rico.

Esta escasez de techos lo validó otra mujer residente de Coamo, quien se expresó bajo condición de anonimato.

La fémina explicó que alquila una casa, pero por su condición de salud y la inestabilidad de su empleo como ama de llaves -otra problemática que presentó a este diario- ha solicitado vivienda pública, pero sin éxito.

(Estoy) solicitando vivienda pública, (pero) no han hecho nada”, lamentó mientras se guarecía de la llovizna bajo su sombrilla.

“Yo no puedo pagar esa casa; yo estoy enferma. No cualifico para (égidas), porque por mi edad no entro. Tengo 53 años. En todos los sitios está igual”, continuó al asegurar que también ha intentado buscar vivienda pública en municipios vecinos.

“Le falta (al municipio) en cuestión de que ayuden a uno con vivienda, (porque) cuando uno busca, es porque necesita”, agregó.

La mujer, igualmente, mencionó que sus retos son todavía más mayúsculos por la inseguridad de empleo, pues es contratada temporeramente por el ayuntamiento. Dice laborar por lapsos de dos meses.

En la alcaldía te quitan y te ponen, te quitan y te ponen. Te dan trabajo, pero te lo dan por dos meses y después te sacan y una persona como yo, que paga una casa, no puede estar en eso, porque se queda uno en la calle”, comentó.

“Ahora logré trabajar dos quincenas. Me llamaron para dos meses más. Dije que no. No puedo estar en esa brincaera, porque esa casa hay que pagarla, si no, quedo en la calle. Si dan trabajo a personas, que se lo den por todo el tiempo. ¿Cómo van a darle trabajo a la gente por dos meses y después te sacan? Y más una persona que no tiene hogar propio y tiene que pagar una renta. Te arriesgas a quedarte en la calle”, persistió.

Otra coameña, quien únicamente se identificó como Sara, también compartió su dificultad de recibir ayuda del municipio para vivienda.

Nunca me dieron un apartamento, ni ná”, subrayó al aludir que el ayuntamiento “nunca” la ayudó “ni en una llamada”, por lo que aún se le dificulta conseguir una residencia.

Otro ciudadano, quien tampoco deseó revelar su identidad al compartir sus inquietudes con Primera Hora, sugirió que en la Policía Municipal se debería reclutar más agentes y que a estos se les debe armar apropiadamente, así como asegurarles patrullas en buenas condiciones.

Hay pocos policías. Hay como 10, por ahí. Tienen las patrullas dañadas, no tienen personal”, puntualizó.

El hombre resumió que, de esta manera, se podría minimizar la “delincuencia”, que consideró que es propiciada por la “juventud” a la que no se le “pone respeto” desde los hogares.

Cada año, cada año sube (la delincuencia), porque no hay control de la juventud en los hogares. Ya no hay forma de parar esto. No hay respeto. La juventud les perdió el respeto a los policías.”, opinó el hombre.

De acuerdo a las estadísticas provistas por el Negociado de la Policía de Puerto (NPPR), en Coamo ocurrieron 33 crímenes desde el 1 de enero al 30 de mayo de 2024. Estos incluyeron un asesinato, cuatro violaciones, nueve agresiones agravadas, tres escalamientos, 13 apropiaciones ilegales y tres vehículos hurtados.

“Seguro no hay nadie en ningún lado. Comparado con otros pueblos, Coamo tiene menor delincuencia, pero la delincuencia está en todos lados”, añadió el hombre.

Empero, no todos los coameños comparten estas opiniones. Mientras una empleada del establecimiento Glamour Stores, que organizaba mercancía, admitió que el alcalde Juan Carlos “Tato” García Padilla “brega bien”, aunque “hay una que otra cosa” que podría mejorar, como el estado de las carreteras.

Estado de una carretera en Coamo.
Estado de una carretera en Coamo. (Suministrada)

“Están bregando con eso. Yo creo que es por esto de la política. Por lo menos donde vivo (en la urbanización Los Flamboyanes) las han arreglado”, afirmó.

Conoce más

  • El nombre Coamo proviene de la palabra taína coamex, traducido a “lugar llano y extenso”.
  • Coamo es uno de los municipios más antiguos de la Isla, pues fue fundado durante la década del 1570.
  • Se le conoce la “Ciudad de las Aguas Termales” por ser el único lugar en Puerto Rico con las famosas piscinas Aguas Termales de Coamo que guardan la creencia de los taínos, de que tenían poderes curativos.
  • Atletas locales e internacionales peregrinan a Coamo para competir en el Maratón San Blas, lo que le ha otorgado el gentilicio de los coameños: “Los Maratonistas”.
  • Fue en Coamo, en el 1775, que se cultivó el café por primera vez en Puerto Rico.
  • El santo patrono de Coamo es San Blas de Illescas, a quien se le dedican los colores de su bandera (rojo para representar la sangre del mártir y amarillo por su excelsa caridad, además del negro que se refiere a los lutos sufridos por Coamo).