El presidente de la Junta de Supervisión Fiscal, David A. Skeel, defendió la contratación de LUMA Energy para la operación del sistema de transmisión y distribución que operaba la Autoridad de Energía Eléctrica (AAA), a pesar de los contratiempos, controversias y críticas que han marcado los primeros meses de operación del consorcio energético.

“En cuanto a la situación con LUMA tengo que decir que es importante ver el contexto. LUMA heredó un desastre. La AEE era un desastre total incluso antes del huracán María, sin invertir lo suficiente en su red, y muy mal administrada durante años. Eso es lo que le entregan a LUMA y, tomando en cuenta el desastre que era, no se puede esperar que LUMA arregle todo eso de manera inmediata”, defendió Skeel.

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El directivo apuntó al hecho de que LUMA ha podido restablecer la energía mucho más rápido luego de grandes apagones de lo que lo que lo hacía la AEE, si bien ha tomado en ocasiones varias horas. Admitió que comoquiera la red sigue estando en muy malas condiciones.

Primera Hora acotó que fueron los propios ejecutivos de LUMA quienes prometieron un cambio total e inmediato para cuando asumieran control el 1 de junio, con un servicio al cliente de excelencia, y esa expectativa se ha quedado por debajo, al tiempo que continúan registrándose continuos apagones por toda la Isla.

“Comparto esa impresión. Pero hay áreas en las que han mejorado. El tiempo de respuesta a problemas es mejor. Cierto que el apagón del otro día no los ayuda. Pero en un día cualquiera la cantidad de hogares sin servicio eléctrico es menor que la que había bajo la AEE. Creo que están en unos 3,000 al día, y bajo la AEE eran 6,000 a 10,000. Ahí también ves más transparencia”, agregó Skeel.

“Estoy de acuerdo en que a LUMA le falta mucho por hacer. Pero la pregunta importante aquí, como en muchos temas controversiales, es comparado con qué. Si usted dice que LUMA es terrible, ¿qué estaría pasando si no se hubiese cambiado nada y siguiera la AEE? ¿Cree que estaría bien? Seguirían esos problemas cada semana. Así que, comparado con la AEE, estamos mejor ahora, y creo que en seis meses será mucho mejor, y en un año la situación será completamente diferente”, comentó el presidente de la JSF.

“Esa oposición que hay a LUMA, ahora son los que se están llevando todos los golpes, pero ellos son el futuro. Si va a haber aquí un suministro de energía confiable y a buen precio será gracias a LUMA. Aquí que tienen mi respaldo total”, insistió. “Hay que ser francos con LUMA. Si fallan en algo, hay que señalarlo, y se esperaría que lo mejoren. Pero ya han logrado avances, y será mejor. Así que creo que, de aquí a un año, muchas de las personas que se quejan hoy de LUMA, si son honestos, dirán me equivoqué, LUMA ha sido algo bueno al final. Creo que LUMA es una de las cosas más prometedoras que han ocurrido en Puerto Rico, creo el plan de ajuste es sumamente importante, y LUMA es sumamente importante”.

Por otro lado, Skeel recordó que, por ley, la AEE tiene que aumentar la generación de energía renovable y al momento hay un proceso para aceptar propuestas de proyectos para energía renovable.

“Con la energía solar hay algunas complicaciones porque solo funciona cuando hay sol, así que hay que buscar maneras de almacenar esa energía. Pero lo bueno de esa energía solar es que comoquiera se gana, es buena para el ambiente y es más económica que otras formas tradicionales de generar energía”, comentó Skeel.

El directivo, por otro lado, sostuvo que lo que se conoce popularmente como impuesto al sol, “es un mito”.

“El argumento de que alguien pueda comprar electricidad cuando su sistema solar no funcione, eso es algo que se tiene que pagar por adelantado. Si no pagas nada por eso, es esencialmente un subsidio para ricos. Quienes se están quejando de un impuesto al sol, básicamente, son gente adinerada que pueden levantar su propio sistema solar que funcione aparte de la red eléctrica, pero quiere acceso a la red, poder comprar energía cuando la necesiten, pero no pagar nada por ese acceso. Eso no puede ser, eso no funciona así. Es una posición totalmente inmoral”, afirmó Skeel, recordando que si la persona se desconecta por completo de la red no tiene que pagar absolutamente nada.