Entre las justificaciones que utilizó ayer, martes, el gobernador Pedro Pierluisi para establecer cuán preparado está Puerto Rico para enfrentar un ciclón tropical destacó el hecho de que hay cuatro almacenes de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés).

Señaló que la mayor diferencia es que hace cinco años, cuando el huracán María azotó a Puerto Rico y causó gran devastación, únicamente había uno de estos centros a nivel Isla.

Pero, ¿qué tienen estos centros que los hace tan especiales?

En una mesa redonda celebrada este miércoles, justo en momentos en que el Centro Nacional de Huracanes notificó de la formación de la depresión tropical número siete de esta temporada de huracanes y que su trayectoria la ubicaba pasando al sur de la Isla este próximo sábado, Primera Hora cuestionó al coordinador federal de Recuperación de Desastres de FEMA, José Baquero, sobre la importancia de estos almacenes.

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Destacó que el huracán María dio una lección de cómo debía ser la preparación para un desastre natural.

“Yo creo que aprendimos que, por ser una Isla, la logística de transportar lo que sea, personas, materiales, es complicada, particularmente después de un desastre. Así que FEMA lo que ha hecho es que, de tener un almacén, pues ahora tenemos cuatro. Nosotros tenemos el doble de generadores, como nueve veces la cantidad de agua que teníamos disponible, como diez veces la cantidad de comida que teníamos disponible”, expuso.

“La referencia es en cuanto a qué bienes que sabemos que son necesarios tan pronto ocurre un desastre natural, como un huracán, tenemos disponible en la Isla. No hay que traerlo. Están aquí ya en almacenes, ready para ser distribuido. Así que, en ese sentido, sí estamos mucho mejor, en mucha mejor posición hoy de la que estábamos el día antes de María”, añadió.

Específicamente, en los almacenes se contabilizó al pasado 1 de septiembre de 2022 unos 7.9 millones de litros de agua, 5.5 millones de alimentos para ser distribuido entre la población, 202 generadores, 14,000 mantas, 109,000 toldos y 29,000 lonas de plástico.

En cambio, para septiembre de 2017, cuando María causó gran devastación, habían 800,000 litros de agua, 500,000 comidas, 90 generadores, 6,000 mantas, 13,000 toldos y 15,000 lonas de plástico.

Equipo, comestibles y materiales con los que cuenta FEMA en la Isla para responder en caso de registrarse un desastre natural.
Equipo, comestibles y materiales con los que cuenta FEMA en la Isla para responder en caso de registrarse un desastre natural. (Suministrada)

Por otro lado, el funcionario también explicó que FEMA cuenta con 700 empleados, quienes el 95% son puertorriqueños, los cuales tiene asignadas funciones específicas en caso de registrarse una emergencia. Dijo que la directriz es detener los trabajos que por lo común están asignados para responderle al pueblo.

“Todos esos empleados tienen un trabajo alterno. Queriendo decir, que en la parte de respuesta tienen un trabajo asignado. Por ejemplo, si mañana, Dios no lo quiera, tuviéramos algún otro desastre en Puerto Rico, la gran mayoría de esos empleados dejarían de hacer el trabajo que están haciendo para ir a apoyar la fase de respuesta. Están entrenados y tienen, verdad, conocimiento de cómo realizar otras labores que tienen que ver con respuesta, conseguir información de personas que hayan sido víctimas, recopilar información, trabajar con los municipios. (Para) un sinnúmero de funciones que se llevan a cabo durante la respuesta, están entrenados”, destacó.

De inmediato, prosiguió: “¿Por qué eso es muy importante? Porque son personas que conocen las comunidades. Obviamente, hablan español y tienen una facilidad más grande de comunicarse con los residentes de Puerto Rico y conocen sus comunidades, conocen a Puerto Rico. Yo creo que eso es un hecho. Es algo también innovador que ha hecho FEMA, que los empleados de una oficina de recuperación tengan también una función en respuesta de ser necesario”.