Preocupados por posible colapso del edificio del Correo General
La unión que representa a más de 200 empleados postales exige a la gerencia que un ingeniero estructural evalúe la zona y se les haga partícipe del proceso de inspección.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Más que el retraso de correspondencia en la isla, la preocupación principal que deben tener los gerenciales del Servicio Postal de Estados Unidos es tener la certeza de que hay garantías de seguridad para los empleados que laboran en el Correo General, en Hato Rey, donde se han evidenciado problemas estructurales que provocaron, incluso, el desalojo del segundo piso operacional.
“Nuestro gran temor es que ocurra una tragedia. Hemos visto lo que ocurrió en Miami hace poco (con el colapso del Champlain Towers South, en Surfside) donde murieron 98 personas, hemos visto lo que ha ocurrido en otros países. Estas son situaciones prevenibles” -Juan González, American Postal Workers Union
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Así lo explicó a Primera Hora el presidente de la American Postal Workers Union, Juan Carlos González Valle, al denunciar que más allá del retraso en entrega de cartas y paquetes para toda la isla, lo que debe impulsar una acción de la gerencia es la seguridad de los más de 250 empleados que laboran en el lugar y las decenas de clientes que se reciben en las facilidades a diario.
En el fin de semana Primera Hora dio a conocer que personal reunió a empleados el pasado viernes para anunciarles que “por un problema estructural” en el edificio se determinó en el Servicio Postal de los Estados Unidos que el último piso de la estructura no se podía utilizar. En el área había establecidas 12 máquinas que procesaban millones de cartas y paquetes 24 horas al día, precisó el líder sindical. “Para que tengas una idea cuando se removieron las máquinas se contabilizaron 400 mil libras de correspondencia”, sostuvo.
Ante el peligro que supone la estructura -que confronta grietas en varios soportes- se dieron instrucciones de evacuar a las personas que laboraban en el segundo piso, quienes fueron reubicadas en otras zonas de trabajo. En cambio, el primer piso -donde se recibe público diariamente y operan otras áreas administrativas del Servicio Postal- sigue el trabajo de ordinario.
“Nuestra preocupación es que continúe la operación en el lugar ante lo que se ha observado. Estuvimos hoy allí y no llego nadie. Aparentemente, lo que nos dijeron es que estarán llegando gerenciales de Estados Unidos pero, realmente, lo que corresponde es una inspección rigurosa por parte de ingenieros estructurales”, reiteró.
Acotó que la unión propuso traer peritos para inspeccionar las áreas afectadas pero la gerencia “ni siquiera nos respondió”. Incluso, se desconoce si el Servicio Postal contrató ingenieros que examinarán el área y a qué conclusión se llegó, si alguna. Primera Hora se comunicó y dejó mensaje en el buzón telefónico del gerente de servicio al cliente de Servicio Postal, Martín Caballero Vélez, pero al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.
González del Valle explicó a Primera Hora que el edificio donde ubica la oficina se construyó en la década del 60. “Probablemente, se construyó bajo los códigos de ese momento, pero no se tomó en consideración el tipo de operación que se lleva a cabo en este lugar donde hay máquinas que están provocando movimientos y vibraciones 24 horas al día... además que se mueven miles de libras de correspondencia. En ese sentido, no sabemos el daño ocasionado en esas columnas que fueron marcadas y que provocaron el desalojo”, mencionó.
“Nuestro gran temor es que ocurra una tragedia. Hemos visto lo que ocurrió en Miami hace poco (con el colapso del Champlain Towers South, en Surfside) donde murieron 98 personas, hemos visto lo que ha ocurrido en otros países. Estas son situaciones prevenibles. Y lo que nos preocupa es que le enseñamos unas fotos que tenemos a un ingeniero y mencionó que hay que inspeccionar las grietas alrededor de las columnas porque dependiendo la magnitud del problema la estructura puede caer”, subrayó.
Mencionó que, al asunto de las grietas se suma un problema de inundación en el sótano.
Todas las preocupaciones se llevaron a la atención de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), pero están a la espera de que la agencia federal responda.
Mientras tanto, el procesamiento de correspondencia en Puerto Rico tendrá retrasos pues seestaría recanalizando esa operación a otra facilidad en Memphis, Estados Unidos, lo que aumentaría la demora de dos a tres días, particularmente, con las cartas.