Aunque los defensores del proyecto de ley que busca establecer una tasa fija de 1% sobre el precio de venta de vehículos de motor han dicho que no se trata de un nuevo impuesto -pues sería sustitutivo del actual impuesto al inventario de vehículos de motor- el gobernador Pedro Pierluisi reiteró que su administración no favorece la medida.

“La política pública de mi administración es no favorecer nuevos impuestos. Vi que la delegación de mi partido en la Cámara le votó en contra, precisamente por esa razón. Voy a seguir monitoreando el proceso y en su momento fijaré mi posición...si lo que están proponiendo es un nuevo impuesto no lo voy a ver con buenos ojos””, reiteró el gobernador este miércoles a preguntas de la prensa.

De hecho, en su cuenta de Twitter el gobernador había mostrado rechazo al Proyecto de la Cámara 826.

“La política pública de mi administración es rechazar impuestos nuevos a nuestra gente. El pueblo no aguanta otro impuesto a los carros. ¡Cero impuestos!”, escribió el Primer Ejecutivo en su cuenta de Twitter.

El legislador Jesús Santa, uno de los autores de la medida y presidente dela Comisión camerla de Hacienda, dijo a Primera Hora que se trata de un intercambio de la forma de cobrar un impuesto, que el dinero que se cobraría sería menor, por lo que se espera que el precio de los vehículos disminuya.

Explicó que actualmente se les cobra a los concesionarios de auto un 9% con motivo del impuesto al inventario.

Se paga al CRIM (Centro de Recaudación de Ingresos Municipales) de un inventario que no se ha vendido a una fecha”, comentó, al indicar lo que sería el impuesto al inventario.

Ahora, con esta medida legislativa, lo que se busca es eliminar ese impuesto al inventario y reemplazarlo con un arbitrio municipal de 1% a los vehículos de motor.

“Es injusto que estés pagando un impuesto a algo que no has vendido. Para cambiar eso, una forma de hacerlo es lo bajo al 1% y logro, entonces, que ese producto lo pagues cuando lo vendas. Cuando tengas ingresos”, sostuvo.

De acuerdo con Santa, el impuesto representa una baja, ya que no se cobraría un 9%, sino 1%.

“Es un ‘win, win’ (todo el mundo gana). Debería bajar los precios y es un ingreso más que tiene el municipio”, afirmó.