El gobernador Pedro Pierluisi resaltó hoy, miércoles, la presunta unión de los militantes del Partido Nuevo Progresista (PNP) tras la desafiliación del representante Luis Raúl Torres del Partido Popular Democrático (PPD) por tensiones preexistentes entre los militantes de la Pava.

“Yo lo que veo realmente desde afuera es que en ese partido tienen unos líos internos impresionantes, unas desavenencias y un tirijala, unas querellas. Se reclama paz dentro del partido”, reaccionó a los medios de comunicación tras participar de un evento de inauguración de un proyecto agrícola en Utuado.

La separación de Torres se hizo pública hoy, tras que los senadores de su ahora antiguo partido no dieran paso a dos medidas de la Cámara de Representantes. Una de estas legislaciones perseguía mayor transparencia en las futuras alianzas público-privadas (APP).

Su desafiliación se venía venir, cuando el presidente senatorial y del partido, José Luis Dalmau, catalogó a todas las personas que participan de abortos como “asesinos”, expresiones que también provocaron que la líder de la organización Mujeres Populares, Ada Álvarez Conde, anunciara que presentará su carta de renuncia una vez se celebre la comisión especial para someter sugerencias al reglamento, cónclave que se suspendió y no tiene fecha para llevarse a cabo.

Además, en el partido se lanzaron acusaciones de supuestas conductas delictivas entre funcionarios públicos.

Específicamente, el alcalde de Arecibo, Carlos “Tito” Ramírez Irizarry, acusó al representante Luis “Narmito” Ortiz Lugo de ser dueño de una propiedad en la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos, en Salinas, cuyos ocupantes son investigados por eregir residencias de manera ilegal en terrenos de alto valor ecológico.

Ortiz Lugo respondió al señalamiento aduciendo que ha escuchado que Irizarry Ramos “vende drogas”, “lava dinero” y es “bolitero”.

Fue por esto que legisladores se querellaron contra Ramírez Irizarry, así como contra el alcalde de Dorado, Carlos López Rivera, por emitir expresiones que la colectividad tildó de violentas.

Estas querellas, sin embargo, fueron desestimadas por la Junta de Gobierno del partido.

“Gracias a Dios y nuestros esfuerzos en mi partido no existe tal cosa. Estamos unidos detrás de nuestro ideal y comprometidos a reconstruir a Puerto Rico y darle la calidad de vida a nuestra gente que se merece”, comentó el Primer Ejecutivo novoprogresista.