Salinas. Elsa (Elsie) Collazo Estrada se levanta a la 1:00 de la madrugada para una larga jornada en el mar. Su piel bronceada es el testimonio de horas prolongadas bajo el sol para ganarse la vida. Es pescadora y es la única mujer que hasta el momento ha ocupado la silla de presidenta de la Asociación de Pescadores Raúl Maldonado, en la playa de Salinas.

“Mi día normal es levantarme a la 1:00 de la mañana, ya que a esa hora nos preparamos mi esposo José y yo para salir a pescar. A las 2:00 de la mañana tenemos que estar de camino hacia dónde vamos a ir a pescar. Preparamos todo”, describió la pescadora a Primera Hora.

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“A veces estoy casi seis y siete horas pescando. No es nada fácil ya que soy mujer y a veces piensan que las mujeres no podemos hacer este tipo de trabajo. Pero, cuando vamos, a mí lo que me gusta pescar es el arrayao, colirrubia, sama. Eso es lo que más me gusta. Es un día difícil, trabajoso porque a veces estamos bajo el sol todas esas horas y uno llega cansado con el producto, con la pesca, si es que pescamos algo, a venir a desembarcarlo, limpiarlo, escamarlo y a empacarlo para poderlo vender. Ese es un día normal mío de pesca”, narró la mujer natural del sector Las Mareas.

Indicó que la Asociación tiene actualmente unos 15 pescadores activos.

“La pesca ha disminuido bastante y se tiene que ir mar afuera para poder pescar, pero ahora mismo la situación del pescador es crítica porque carece de recursos y las ayudas que le corresponde dar al Departamento de Agricultura. Muchas veces no le llegan al pescador y tiene que subsistir con lo que gana y con eso, invertir nuevamente para salir a pescar. Muchas veces no tienen el equipo, los motores de las embarcaciones se dañan y tienen que aguantarse”, relató para asegurar que el cambio climático los ha golpeado.

“Este año las brisas, el oleaje, la lluvia todo esto ha cambiado y en ocasiones estamos semanas sin poder salir a pescar. El clima como que ha dado un cambio demasiado drástico, por lo menos, en esta zona. Ha cambiado bastante”, subrayó Collazo Estrada, quien destacó que en esta temporada el arrayao es el producto número uno en el área sur. La gente lo prefiere frito al plato. Sin embargo, está escaso. “Con estos cambios climáticos como que tendió a irse y a escasear. El arrayao que tanto le gusta a la gente brilla por su ausencia”, aseveró.

La pescadora, quien dijo que su padre le enseñó las artes de la pesca, sostuvo que el huracán María destruyó el muelle de Salinas y que lo lograron reconstruir con mucho esfuerzo. “El problema principal de los pescadores es que las ayudas del gobierno todavía no nos llegan desde María. En el caso de nosotros que somos villas (de pescadores), todavía FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Desastres) no nos ha desembolsado las ayudas. A esta villa ya va para cinco años y no se le ha dado una sola ayuda de FEMA”, recalcó.

Sostuvo que el muelle quedó inservible con el temporal, ocurrido el 20 de septiembre de 2020, y que lo pusieron a funcionar con ayuda de senadores y representantes del área; de la alcaldesa, Karilyn Bonilla y con el esfuerzo de los propios pescadores que utilizaban parte de los productos que conseguían en el mar para levantar fondos. “Todo lo que hemos hecho ha sido basado en nuestro propio esfuerzo”, sostuvo la líder de los pescadores salinenses.

Su esposo, José “Manequito” Sánchez, dijo que es pescador de una familia de varias generaciones. “El mar es peligroso, pero también es productivo. A mí me encanta la pesca. A mí me gusta estar más allá”, dijo señalando al Caribe.

La pareja, que sale junta a pescar, tiene cinco hijos, no en común, sino de relaciones anteriores.

Sánchez puntualizó sin embargo, que el fuerte oleaje y los ventarrones no les permiten salir mar afuera. “En este tiempo no podemos salir a pescar para afuera, que es lo más que nos gusta; salir millas para afuera para pescar el mero cabrilla y la colirrubia, pero no se puede. Hay que seleccionar los días, estar pendiente al tiempo para ver si podemos salir por ahí para afuera”, sostuvo.

Indicó que antes, “uno salía por ahí y encontraba ese mar plancha’o, sin una arruguita, pero después de María estas áreas cambiaron y se ha puesto más ventoso”.

El pescador dijo también que los terremotos del suroeste “han afectado la pesca porque en toda esta área aquí cerquita se cogía mucho arrayao, todavía se coge, pero no como antes”.