Madres y padres de estudiantes de decenas de escuelas incluidas en la lista de los 283 planteles escolares que el Departamento de Educación se propone cerrar se movilizaron hoy al Capitolio para apelar a los legisladores a que eviten la clausura de las aulas.

“Las escuelas se construyeron para servir a las comunidades. Si nosotros permitimos que cierren las escuelas, destruyen nuestras comunidades y esos son los centros donde ustedes comparten, donde nace y crece un pueblo”, expresó la presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz, quien se unió a la protesta en la plazoleta norte de la Casa de las Leyes.

Posteriormente, la líder magisterial se reuniría con la vicepresidenta de la Cámara de representantes, Lourdes Ramos.

“Es bien injusto que nos cierren una escuela de excelencia académica. Nuestros niños están acoplados y están en un ambiente seguro”, dijo María Vargas en representación de la comunidad escolar de la escuela elemental Jobos, en Loíza.

“Quieren enviar a nuestros niños a la escuela elemental Jesus A. Vizcarrondo en Medianía Alta, una escuela superpoblada”, sostuvo Vargas.

Otra madre, Ada Albino salió en defensa de la escuela intermedia John F. Kennedy, ubicada en la urbanización Villas del Rey, en Caguas. “Esta es la única escuela especializada para niños con problemas de visión”, dijo Albino.

“Estamos en pie de lucha. Nuestra escuela tiene una matrícula de 175 estudiantes, de los cuales 50 son de educación especial y está en perfectas condiciones. No sabemos qué criterios se han utilizado para cerrarla”, denunció por su parte, Norimar Espinel, portavoz del plantel escolar, ubicado en el sector Barrio Nuevo, en Naranjito.

Espinel indicó que la mayoría de los estudiantes son residentes de la comunidad Mulitas, un sector de escasos recursos económicos. “Los estudiantes tendrían que estudiar ahora en las escuelas del pueblo, la comunidad es bastante retirada y muchos de los papás no tienen vehículos”, sostuvo la portavoz, quien es madre de dos niños de kínder y tercer grado.