Una medida para que el Departamento de Educación (DE) responda sobre la celeridad en las compras de acondicionadores de aires y abanicos, así como las gestiones que realiza para mejorar los planteles escolares, fue radicada en la Cámara de Representantes.

El representante del Distrito 26, Jesús Hernández Arroyo, sometió la pieza legislativa con el fin de que el DE detalle los gastos y gestiones que realiza para mejorar el estado de los salones de clases en medio de la ola de calor que afecta Puerto Rico.

“Para atajar los retos que enfrentamos como pueblo, tenemos que construir una visión gubernamental de servicios de educación a nuestros niños y jóvenes que respondan a las necesidades básicas que se requieren en los planteles escolares. Ciertamente, debemos tomar en cuenta la preocupación de los docentes, padres y estudiantes ante la falta de equipo y mejoras a la infraestructura de las aulas del país. Esto es un problema que lleva décadas desatendido y crea un problema de seguridad para nuestros estudiantes”, expresó Hernández Arroyo a través de un comunicado de prensa.

Relacionadas

La legislación presentada llega luego de semanas en las que se ha discutido cómo mejorar el estado de los salones de clases ante las altas temperaturas que se han registrado en la isla en los pasados meses. También, ocurre luego de que el DE entregara abanicos a escuelas y de que ayer se revelara ante la Comisión de Gobierno del Senado de Puerto Rico, que instalar acondicionadores de aire en las escuelas públicas del país costaría unos $30,000 por salón.

Según precisó en una vista pública la designada secretaria del Departamento, Yanira Raíces, el elevado costo responde a que es necesario que antes de que se instalen los acondicionadores de aires, se verifique la carga eléctrica del sistema, se revise el sistema de cables, examinar el diseño, entre otras cosas.

Finalmente, el legislador también recabó la importancia de atender con urgencia las condiciones de los salones de educación especial, ya que esta matrícula tiene necesidades especiales que requieren acomodo razonable, el equipo y las comodidades necesarias para garantizarles un buen desarrollo y aprendizaje.

“El Departamento de Educación tiene un grave problema de supervisión en el área de compras, ya que las requisiciones y peticiones no son trabajadas con la urgencia que ameritan. Es alarmante que las escuelas no cuenten con los servicios básicos para operar. Pude constatar de primera mano que hay planteles escolares donde las secretarias no cuentan con una computadora para poder realizar su trabajo. Tampoco hay un mecanismo de ventilación para que nuestros niños y jóvenes puedan aprender en un ambiente óptimo y seguro”, añadió Hernández Arroyo.