La ola de políticos que quieren adelgazar y lucir una figura remozada sigue creciendo como la espuma. Los nuevos pacientes del internista y especialista en medicina antiedad Jaime Salas son: la alcaldesa de Cabo Rojo, Perza Rodríguez; el acalde de San Juan, Jorge Santini; y la presidenta de la Cámara de Representantes, Jenniffer González.

La alcaldesa de Cabo Rojo sólo lleva dos semanas y ya ha rebajado 11 libras.

“He bajado algo, pero no quiero decirlo mucho porque todavía no se nota”, dijo al agregar que todavía no ha comenzado “completamente” el tratamiento del doctor Salas. “He empezado poco a poco. Mi preocupación mayor no es lo físico, sino la salud”, indicó en entrevista con Primera Hora.

Rodríguez dijo que por el exceso de trabajo llevaba una vida muy sedentaria. “ Estaba saliendo de aquí a las 8:00 de la noche. El problema nuestro es el horario al comer, se alteran las horas. Me desayunaba temprano y, cuando llegaba a la casa, me lo comía todo y muy tarde”, contó.

Pero se propuso cambiar. “Ahora estoy desayunándome bien, almorzando bien y cenando muy poco, una ensalada, unas tostadas y tomando agua en cantidad. Yo casi no tomaba agua”, confiesa.

¿Quién la motivó?

Hablando en la Legislatura. Estando allí he visto a los compañeros y les he preguntado. Me dio el teléfono de Salas el senador Antonio Fas Alzamora. Me lo encontré en Cabo Rojo el 8 de abril en la actividad de conmemoración del natalicio del prócer Ramón Emeterio Betances.

Aunque quiere adelgazar, la Alcaldesa no se ha puesto metas. “Ahora con esto (con la entrevista) me tiran al medio y tengo que seguir rebajando. Al sentirme mejor, tengo que seguir, aunque la gente no lo note todavía”, sostuvo.

“Todos los días empezaba dietas y todas las dejaba. Más que (complacer) a la gente, lo que quiero es sentirme bien, saludable. Yo me sentía bien y me quiero sentir mejor”, dijo para indicar que padece de hipotiroidismo.

Indicó que el doctor Salas la hizo sentir bien porque “no le interesó saber mi peso”.

¿Qué ha dejado de comer?

Me encantan las donas de Krispy Kreme. Cada vez que iba a San Juan, comía y llevaba. Ahora no puedo mirar para allá y le tengo prohibido a mi chofer que pase por allí. El sacrificio es colectivo porque si no uno sucumbe.

No quiso decir su peso. “Me lo voy a reservar para cuando termine el proceso. Estoy motivada, no me estoy enfocando tanto en rebajar sino en conocer mis deficiencias”, afirmó.

El doctor Salas, vía telefónica desde Miami -donde también tiene un consultorio-, se mostró complacido con los logros alcanzados por los legisladores y políticos.

“Ha trascendido más de lo que me hubiera imaginado. Les ha tomado tiempo, pero se han mantenido, lo que demuestra que no es algo esotérico, sino realizable”, dijo.

“ El pueblo ha visto a través de los legisladores que se puede lograr, mucha gente se identifica con ellos y puede haber un movimiento bueno, olvidando los colores azules o rojos. Ninguno ha ido con una agenda política, sino de crear salud, con eso nada más estoy contento porque trascendimos barreras políticas para dar salud”, acotó el galeno. Indirectamente se unieron los partidos. Trascendió algo que no había pasado y eso es un movimiento bueno”, sostuvo.

“Admiro que hayan servido de ejemplo al servicio público”, añadió Salas, cuya oficina en Hato Rey ha sido inundada de llamadas telefónicas desde que trascendió el furor de los legisladores por declararles la guerra a las grasitas.