El rector del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Segundo Rodríguez Quilichini, adjudicó que la determinación del Consejo de Acreditación para la Educación Médica Graduada (ACGME) de retirar la acreditación al programa de residencia de Neurocirugía responde a falta de prespuesto para poder cumplir con todo el aspecto operativo de servicios que requiere la especialidad, por lo que urgen una reunión con miembros de la Junta de Supervisión Fiscal y el gobernador Pedro Pierluisi.

Acompañado del director del Departamento de Cirugía del RCM, William Méndez, el rector explicó que, aunque se aprestan a apelar la determianción de ACGME, la realidad es que es vital que haya un compromiso por parte del gobierno para que la entidad reciba fondos recurrentes que permitan la continuidad del programa de neurocirugía, uno que surgió hace 55 años y es único en la Isla.

Rodríguez Quilichini manifestó que aun no ha recibido la comunicación formal de la agencia acreditadora -una que debe llegar entre 30 a 60 días-, pero ya se comenzaron gestiones a través de reuniones con el presidente de la UPR, Jorge Haddock, así como con portavoces del Departamento de Salud y de la Administración de Servicios Médicos (ASEM) a fin de evaluar los señalamientos que se le habían hecho al programa desde 2018. Desde entonces, el programa de neurocirugía estaba en probatoria por parte de ACGME.

“Tenemos que ver los detalles que ellos han pedido, analizar todo lo que ha ocurrido porque se han hecho muchísimas cosas”, acotó el rector sin enumerar razones específicas que llevarían a la desacreditación del programa para junio de 2022.

Enfatizó en que el programa se divide en dos componentes: el educativo y el de servicios. Dijo que es precisamente el área de servicios el que se ha visto afectado por razones económicas. En cambio, no precisó detalles de cuánto es el presupuesto anual para esta operación.

“Es algo que se está evaluando”, señaló. “Son asuntos financieros fiscales, por eso queremos hablar con la Junta de Supervisión Fiscal porque son ellos los que regulan la cantidad asignada para estos servicios vitales para la comunidad y que pueden crear una crsisi en pacientes de neurocirugía. A su vez, hemos pedido reuniones con el gobernador, pero aún no se nos ha dado fecha”, subrayó Rodríguez Quilichini.

¿Qué pasará con los estudiantes del programa de residencia de neurocirugía?

Mientras, el doctor Méndez dijo que se están atendiendo las necesidades “y ansiedades” de los nueves estudiantes residentes del programa, quienes prestan servicios pacientes de Centro Médico. Asimismo, dijo que el RCM se prepara para dos escenarios: tener éxito en el proceso de apelación y continuar con el entrenamiento de los residentes o, lamentablemente, prepararse para graduar a los últimos dos médicos del programa en el verano del 2021 y el 2022.

“Se gradúa un residente por año. Estamos hablando de una especialidad que toma 7 años”, dijo Méndez al indicar que, actualmente, en Puerto Rico hay unos 18 especialistas en esta rama de la medicina. En total, unas 55 personas se han graduado del programa.

“Si no logramos prevalecer en la apelación habrá que reubicar a los demás residentes en algún otro programa en otra universidad de Estados Unidos”.

Según publicó El Nuevo Día, el RCM ha experimentado un recorte de unos $17 millones en su presupuesto desde el año fiscal 2016-2017, previo a la creación de la Junta de Supervisión Fiscal. Actualmente, el ente fiscal evalúa el borrador del plan fiscal que aplicaría para el próximo año fiscal, el cual mantiene una asignación gubernamental de $501 millones para la UPR, pero restringe el uso de $94 millones.