Paro estudiantil en la UPR
Los universitarios solicitaron las renuncias del Presidente de la UPR y el rector del Recinto de Río Piedras.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) decretaron un paro de labores a partir de la tarde de este martes hasta la madrugada del viernes en protesta por las medidas que ha asumido la administración gubernamental y que han significado una merma en los ingresos del primer centro docente del país.
La determinación fue tomada durante la Asamblea General convocada por el Consejo General de Estudiantes, que contó con una asistencia de unos 3,500 alumnos.
El total de la votación sobre el paro fue de 1,968 a favor y 515 en contra, informó el presidente del Consejo General de Estudiantes, Guillermo Guasp, quien calificó de histórica la reunión por la asistencia. Los universitarios ocuparon el Teatro, así como 12 anfiteatros en los que se transmitieron los trabajos.
Decidieron que el paro se extenderá hasta este viernes a las 6:30 a.m. Entonces, se organizarán para marchar en apoyo a una protesta convocada por la Confederación Estudiantil Nacional frente al Departamento de Hacienda.
Una enmienda a la moción para paralizar las labores en esa agencia de gobierno no fue a votación.
La deliberación sobre una huelga indefinida quedó en suspenso y deberá retomarse en una nueva asamblea estudiantil que se llevaría a cabo entre el 4 y el 8 de abril.
La asamblea de hoy, martes, comenzó con un informe de Guasp sobre un estimado de la deuda millonaria del Departamento de Hacienda con la UPR por concepto del pago de remesas, recortes al presupuesto y la congelación en el pago de la fórmula del 9.6% de los ingresos del Estado Libre Asociado destinados al primer centro docente del país.
Según Guasp, las causas principales de la crisis presupuestaria en la UPR se relacionan con el impago o los citados recortes.
En la asamblea, el Colectivo Amplio de Estudiantes en Lucha (CAEL) exigió el pago de las remesas, la eliminación de la Ley 66 de Sostenibilidad Fiscal y Operacional del Gobierno, la restitución de la fórmula del 9.6%, congelada desde 2014, y que el Departamento de Hacienda pague la deuda acumulada.
Como medida de presión, a través de su portavoz Loderai Bracero, el CAEL propuso un paro estudiantil que comenzaría esta misma tarde y se extendería hasta el jueves. Posteriormente, se decidió extenderlo hasta el viernes.
“En tan solo los pasados cinco años, la Universidad de Puerto Rico ha sufrido recortes presupuestarios que suman más de $500 millones. Esto se refleja en la eliminación de cursos, la contratación de profesores y la falta de personal no docente, empeorando los recursos de la universidad”, expresó Bracero durante su exposición.
A su vez, expuso su oposición a la creación de una Junta de Supervisión Fiscal.
También se aprobaron mociones para solicitarles las renuncias al presidente de la UPR, Uroyoán Walker, y al rector del recinto de Río Piedras, Carlos Severino Valdés.
Plantearon que, una vez se concrete la renuncia de los funcionarios, los miembros de la comunidad universitaria participen del proceso de selección de los nuevos funcionarios.
Otra de las mociones dispone que se organice un Comité de Auditoría Interna integrado por estudiantes y supervisado por profesores de las facultades de Administración de Empresas y de Ciencias Sociales para promover la transparencia institucional y para la creación de un comité de negociación con el gobierno.
También se recomendó que los procesos para la otorgación de Becas Presidenciales sea uno abierto.
“Yo creo que más allá de las becas presidenciales, esto es algo que ha incrementado poco a poco (la indignación de los estudiantes). Aquí nosotros tenemos un liderato académico y administrativo que no han atendido las necesidades de la institución, pero sobretodo transformado la universidad para atender las verdaderas necesidades”, comentó el presidente del Consejo, tras manifestarse sorprendido con la alta participación de estudiantes en la asamblea.
Guasp también justificó el pedido de renuncia al presidente y al rector al señalar que, bajo la actual administración,
ha imperado un clima de corrupción y una cultura de “amiguismo”.
La asamblea se desarrolló en orden y de manera coordinada desde el teatro de la Universidad de Puerto Rico hasta otros 12 anfiteatros del recinto.
La asamblea concluyó con una marcha hasta los portones de la universidad para dar inicio al decretado paro.
Los estudiantes recibieron el apoyo de estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).