Educar con perspectiva de género significa enseñar que los niños y las niñas tienen los mismos derechos y capacidades, sin incidir en temas de fe o de sexualidad humana, como han insistido públicamente algunos sectores cristianos para oponerse a que ese currículo se incorpore en el sistema público de enseñanza del país.

Ese fue el mensaje que una amplia coalición de organizaciones de derechos humanos, religiosas y sindicales, congregada en conferencia de prensa este jueves en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, envió como parte de la discusión pública en torno al tema de la enseñanza de perspectiva de género en el sistema educativo del país que impulsa el Departamento de Educación (DE).

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“Perspectiva de género no es lo mismo que educación sexual. Son dos cosas distintas. La perspectiva de género no está reñida con la práctica de ninguna religión”, puntualizó la licenciada Amárilis Pagán Jiménez, portavoz del Comité Amplio para la Búsqueda de la Equidad (CABE), organización que convocó a la rueda de prensa.

En enero pasado, el secretario de Educación, Rafael Román, anticipó que el currículo con perspectiva de género que deberá ser implementado en las escuelas públicas del país estaría listo antes de que culmine el corriente mes de febrero y se comenzaría a impartir en los salones este mismo semestre.

En un mensaje el 25 de noviembre de 2014, día dedicado internacionalmente a la lucha por eliminación de la violencia de género, el gobernador Alejandro García Padilla hizo el anuncio sobre la futura implementación de este currículo en el sistema público de educación como herramienta educativa para prevenir y combatir estos crímenes en los que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños.

Lo anterior ha generado que sectores religiosos y organizaciones como Puerto Rico por la Familia expresen su oposición y convocaran a una marcha el próximo 16 de febrero desde el Capitolio hasta La Fortaleza en repudio a lo consideran un atentado a sus valores y al derecho a educar a sus hijos.

“Que nuestro Gobierno hable al fin de una educación para la equidad debería ser motivo de satisfacción y no de controversia”, expresó el abogado Osvaldo Burgos Pérez, uno de los representantes de las más de 40 entidades sindicales, profesionales y eclesiásticas agrupadas en CABE que habló este jueves.

Burgos Pérez fue más allá y dijo que ante la dolorosa realidad de que los crímenes contra niños y mujeres son cotidianos en Puerto Rico, se debe aprovechar la coyuntura para usar la escuela pública “como un gran espacio de prevención de violencia”.

La Ley 108 del 26 de mayo de 2006 ordenó al DE y a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres crear un currículo con el componente de equidad, pero hasta ahora la ley no se ha cumplido.

Por su parte, Eva Ayala, presidenta del gremio magisterial Educamos, exhortó a tomar en cuenta que muchos niños y niñas dependen de la escuela para su educación cívica y su estabilidad emocional, debido a que no tienen la dicha de que en sus hogares se les fomente el amor propio ni otros valores.

“Somos nosotros con el ejemplo, con el compromiso con la equidad, quienes muchas veces constituimos la única oportunidad para que cada niño y niña reflexiones y se valorice como ser humano. No todos los hogares tienen la suerte de vivir en paz y sin violencia”, expuso la líder magisterial.

La presidenta de la Asociación de Psicólogos Escolares, Gloria Tirado, explicó, entretanto, que la perspectiva de género es una herramienta para formar ciudadanos de respeto, “con sentido de justicia y equidad”.

Mientras, el presidente del Colegio de Profesionales del Trabajo Social, Larry Alicea, hizo hincapié en que su gremio “respalda la equidad” y está regido por un código de ética que desautoriza toda postura de discrimen y prejuicio contra cualquier sector de la población.

“Mientras nos oponemos a la enseñanza con perspectiva de género ha ido creciendo la violencia en contra de la mujer. Oponernos por oponernos no mejora en nada la sociedad en la que estamos viviendo”, lamentó Aida Díaz, líder de la Asociación de Maestros.

 María Elena Lara, presidenta de la Federación de Maestros y educadora en Artes Industriales, pidió al secretario del DE firmeza para cumplir con la promesa del Gobierno de integrar la equidad a todos los niveles de la enseñanza pública.

“Al secretario de Educación (Rafael Román), no claudique, manténgase firme ante las presiones que debe estar recibiendo por parte de los sectores que nos quieren mantener en el oscurantismo”, exhortó Lara.

Repudio a campañas con “mentiras”

El colectivo también expresó su repudio a las campañas que emprenden en las redes sociales grupos como Puerto Rico por la Familia y Alerta Puerto Rico, en las que alegan que el Departamento de Educación pretende usar libros con imágenes sexualmente explícitas, a pesar de que el propio secretario Rafael Román lo ha desmentido enfáticamente.

“Nos indigna ver cómo maestros, trabajadores sociales y otros profesionales del sistema educativo han recurrido a mentiras que siembran en la ciudadanía el terror”, manifestó Burgos.

“Me hago una pregunta desde nuestra iglesia: ¿cuándo mentir se convirtió en un valor de la fe cristiana? ¿Cuándo mentir dejó de ser pecado en la iglesia de fe? “, cuestionó el pastor George González Medrano, de la Iglesia Cristo Sanador, de tradición luterana.

El profesor de teología, Luis Rivera Pagán, puntualizó que voces cristianas a través de la historia han defendido la Inquisición, las cruzadas, la evangelización violenta en América y la inferioridad de ciertas razas y de la mujer. Sin embargo, recordó que en cada una de estas instancias también hubo voces cristianas que se levantaron en contra de quienes “citando textos bíblicos” llegaron a defender la esclavitud y otros flagelos sociales.

“Múltiples otras voces dijeron no, dentro la fe cristiana: la mujer vale tanto como el hombre, es tan criatura a la imagen de Dios como el hombre”, manifestó.

“Hoy hay sectores religiosos que se montan dentro de la estructura de la discriminación y la marginación. Pero aquí estamos presentes los cristianos que creemos en el mandato de Dios de amar al prójimo como a nosotros mismos”, subrayó el teólogo.

 Con esta postura coincidieron representantes de la Iglesia Episcopal, Presbiteriana, Metodista, Cristo Sanador y Nueva Creación, así como el Colectivo Interreligioso de Mujeres y la Pastoral de Mujeres de Justicia y Género del Concilio Latinoamericano de Iglesias.