Lupa a los vendedores de videojuegos

Negocios que venden o alquilan vídeojuegos y que forman parte de los comercios más visitados por miles de clientes en el periodo navideño están en la mirilla de los inspectores del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO).

El secretario del DACO, Omar Marrero, destacó hoy, domingo, que esos establecimientos están obligados a desplegar rótulos con textos en español e inglés para destacar las clasificaciones del contenido de los vídeojuegos.

Durante una breve visita al centro comercial Plaza Las Américas, Marrero recalcó que "todo establecimiento comercial que venda o alquile videojuegos o programas de computadoras (con juegos) tiene que tener un afiche en español y otro en inglés conteniendo todas las clasificaciones de los vídeojuegos".

El funcionario precisó que las clasificaciones "van desde E, que significa 'every one' o para todos, hasta la A, de adultos solamente" y el objetivo de las mismas es "que el consumidor esté debidamente orientado".

Marrero sostuvo que la importancia de las clasificaciones se centra en informar "cuales juegos son aptos para qué edades y qué contenido tienen".

"Sabemos que, por situaciones recientes lamentables, hay contenido sexual, de violencia intensa y que muchos videojuegos no promueven necesariamente los valores que debemos propiciar en nuestro país", agregó, al destacar que ya emitieron avisos de infracción a dos negocios en Ponce "por no tener los afiches mandatorios por ley y reglamento".

La semana pasada, un joven de 19 años admitió haber ayudado a un amigo a asesinar a su madre Sandra García Rodríguez, en Barranquitas. Josué Guzmán Morales alegó que se inspiró en el videojuego Grand Theft Auto IV para participar en el crimen, lo que revivió la discusión sobre el alto contenido de violencia en muchos de estos juegos electrónicos.

Ojo a "shoppers" y a explosivos

 Explicó que los operativos de los inspectores del DACO siguen durante las ventas navideñas y, además de atender lo relacionado a los videojuegos, están pendientes al expendio de pirotecnia, así como a las múltiples ofertas impresas ("shoppers") y a su cumplimiento.

Sobre la pirotecnia recordó que la ley aquí fue enmendada para permitir, desde 2006, que la venta de ciertos explosivos sea legal en un periodo del verano y en un lapso desde diciembre hasta principios de cada año.

En esos periodos, quienes vendan los productos debidamente autorizados en las tiendas tienen que colocar un rótulo especificando el riesgo que conlleva la utilización de pirotecnia "porque, aunque sea legal, sigue siendo nociva o puede representar un daño para los consumidores", sostuvo.

"A lo que estamos bien pendiente al inspeccionar los negocios es que tenga los letreros que requiere la orden del DACO sobre riesgos del uso de ese tipo de producto", mencionó al explicar que es legal temporalmente la venta de los etiquetados con la palabra emits, pero sería clandestino la posesión, venta o distribución de aquellos con la clasificación "shots".

"Seguimos fiscalizando 'shoppers' y seguimos recibiendo querellas de la gente, pero en cuanto a la pirotecnia los vendedores legales están cumpliendo y no se han emitido avisos todavía a ninguno de esos comerciantes", dijo Marrero.

Concluyó que cualquier consumidor que entienda que un comercio incurrió en un anuncio engañoso o en alguna práctica ilegal que le perjudica puede presentar una queja al DACO

llamando a la línea telefónica 1-866-520-3226, de lunes a viernes, o hacer su denuncia en línea al conectarse a la página electrónica www.daco.gobierno.pr.

El fallo reiterado de algunos comerciantes en el actual periodo navideño, según Marrero, ha sido no tener suficientes artículos de los especiales que ha anunciado para atraer más clientela. En esos casos, la medida de contingencia para la gente es que reclamen un producto de igual o mejor calidad al que se anunció, recalcó el funcionario.

Explicó que el comerciante le puede expedir un vale o boleto de "rain check" para venderle el artículo en especial en o antes de 30 días, pero si en ese tiempo no le consigue el producto interesado por la persona, tiene que venderle uno de igual o mejor calidad como bien sustituto.

Esas garantías para el consumidor son parte del Reglamento contra Anuncios y Prácticas Engañosas en el Comercio, recordó Marrero.