Más allá de ser el nominado secretario de Educación, Eleuterio Álamo, Junior, es un hombre de 49 años que intentó en tres ocasiones convertirse en el alcalde de Gurabo y cuyos tres hijos son producto del sistema de enseñanza pública.

Ahora que cambiará la silla de director regional de la agencia por la secretaría de Educación, el funcionario continuará cobrando los mismos $7,319 mensuales que recibe en la actualidad. Sin embargo, pasará a hacerse cargo del funcionamiento de 856 escuelas con una matrícula de alrededor de 305,000 alumnos. 

Según quedó establecido en una mesa redonda realizada en La Fortaleza, Álamo estará a cargo de ejecutar la nueva Reforma Educativa impulsada por la administración de Ricardo Rosselló. Esto contempla, entre otras cosas, promover la creación de escuelas charter y convertir a 4,500 maestros transitorios en regulares para el inicio del próximo semestre escolar. 

¿Cuál es su visión?, se le cuestionó. 

“Es la visión de esta administración, es seguir con la política pública de ejercer la reforma”, sentenció Álamo, antes de establecer que cree que los cambios propuestos al sistema educativo acercan más a la comunidad escolar al ente administrativo.

Asimismo, el que será desde esta tarde secretario interino de Educación dejó claro que “no hay más cierres de escuelas contemplados ni para este año ni para el próximo”. 

Prometió, de paso, que “todo lo que está en agenda va a continuar” para lograr que el próximo año escolar inicie con todos los maestros disponibles y las escuelas listas. 

A modo de ejemplo, habló que se acaba de culminar un proceso de matrícula en línea en el que unos 11,000 estudiantes no se inscribieron. Expuso que ahora se les enviará cartas a los padres que no inscribieron a sus hijos para conocer sus planes y poder comenzar el proceso de reubicación a otro plantel, si es que así lo requiere. 

Planteó, además, que “ya comenzaron a salir notificaciones a maestros que van a tener posiciones regular. El hecho de que podamos tener unos maestros transitorios y cambiarlos a regular nos da más estabilidad”. 

Álamo dijo estar confiado en implementar dicha reforma, pues lleva 20 años en el sistema educativo y ha corrido todas las bases. Ha sido desde maestro y director de escuelas en Gurabo hasta director regional y ayudante de secretarios de Educación.

El funcionario también posee un bachillerato en educación secundaria con concentración en inglés y una maestría en supervisión educativa.

Tras destacar que sus hijos estudiaron en el sistema público, Álamo les envió un mensaje a los padres.

“Tengan la confianza que el sistema tiene los mejores educadores en Puerto Rico. Gran parte de maestro tienen maestrías y doctorados. Tenemos el mejor recurso humano para seguir enseñando el pan de la enseñanza. Hemos movido el sistema a otro nivel y vamos a seguir en esa dirección”, puntualizó.

Lejos de sus funciones educativas, Álamo intentó en tres ocasiones convertirse en alcalde de Gurabo por el Partido Nuevo Progresista (PNP). Estas fueron en las primarias del 2003 y 2016, así como en la elección especial del 2017.

Pero en la actualidad, según alegó, ya no tienen en mente continuar en el activismo político.

“Quiero que quede claro, no tengo ninguna aspiración política”, sentenció.

Agregó que, “de nuestra parte, yo no tengo ninguna aspiración política y voy a respetar lo que requiere ser secretario de Educación”.

Por otro lado, el secretario de la Gobernación, Ricardo Llerandi, informó que la saliente secretaria de Educación, Julia Keleher, firmó esta mañana una orden ejecutiva que permite que Álamo quede en funciones de forma interina en lo que el gobernador Rosselló envía el nombramiento para que el Senado lo analice.

También expuso que una vez Álamo sea confirmado como secretario de Educación se podría evaluar un aumento de salario. Por lo pronto, continuaría devengando la misma cantidad que recibe como director de la región educativa de San Juan.

Llerandi también justificó que Keleher continúe recibiendo un salario de $250,000 anuales como asesora de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico, aún cuando no sea secretaria de ninguna agencia.