Filtración de agua, problemas con el estucado del techo, hongos y graves inconvenientes con la electricidad son algunos de los obstáculos en un par de escuelas públicas del área este que se verán incapacitadas para recibir a casi 1,000 alumnos en el nuevo semestre escolar que se supone comience hoy.

Entre los planteles con evidentes deterioros se destaca la escuela elemental Guillermina Rosado, de Loíza, donde ayer el director regional de la Autoridad de Edificios Públicos (AEP), Emanuel Huertas, evaluaba sugerir al personal del Departamento de Educación(DE) la postergación del inicio de clases, al menos durante una semana.

“Honestamente, aquí no se pueden aceptar niños mañana (hoy)... estas no son condiciones. Mi responsabilidad es garantizar la seguridad de los estudiantes y los maestros. Y aquí, ahora mismo, no pueden estar”, dijo Huertas a Primera Hora sobre la escuela receptora cuya matrícula es de 557 estudiantes, incluidos cinco salones de educación especial con alumnos que llegan de otro plantel que se clausuró en mayo.

 El funcionario explicó que el plantel sufrió estragos con el paso del huracán María, afectándose de gran manera 22 salones.

 “Tenemos un plan de impacto establecido, pero nos hemos retrasado por diversos factores, incluyendo la lluvia. Pero aquí hay que empañetar, pintar, arreglar problemas de electricidad para evitar un cortocircuito en las lámparas, entre otras cosas... esto fácil se toma cinco días”, dijo Huertas al destacar la labor voluntaria de padres y maestros que han colaborado con las gestiones de rehabilitación.

Este diario supo que la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario, trató de colaborar en los trabajos de recuperación, pero ha tenido escollos con el DE.

En la escuela Edmundo del Valle, en Río Grande, la historia es similar. Allí, más de 400 estudiantes entre kindergarten y quinto grado, tendrán que esperar al menos una semana para el reinicio de clases.

La estructura de la escuela de tres niveles tiene más de la mitad de los salones con problemas de inundación y filtración.

“Aquí vinieron unos confinados y pintaron los pasillos. El municipio también recogió escombros. Y Edificios Públicos llevan trabajando una semana sin parar, pero esto no podrá abrir mañana (hoy). Es imposible”, dijo una persona de la facultad a Primera Hora bajo anonimato.

La exhortación a la paciencia, es por el momento la alternativa solicitada a los padres, reiteró Huertas, quien también supervisaba ayer las labores en la escuela de Río Grande.

“Tenemos personal hace varios días en esa escuela. Pero, volvemos, estas escuelas tuvieron muchos daños con María. Esto no es un asunto que se resuelve con una pintura. Aquí hay otros factores, incluyendo que hay una falta de materiales de construcción y que hay que esperar por la asignación de unos fondos”, insistió el funcionario que supervisa 63 proyectos en la región de Carolina.