Niños volverán a clases presenciales solo si están vacunados contra el COVID-19
Gobernador sostuvo que esta tarde el Departamento de Salud ofrecerá detalles sobre el proceso de inoculación en la población entre 5 a 11 años.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El gobernador Pedro Pierluisi reiteró este miércoles que los 124,250 niños y niñas entre 5 a 11 años matriculados en el sistema público de enseñanza - con interés de recibir clases presenciales- deben estar vacunados contra el COVID-19 para el mes de enero o deberán continuar clases virtuales.
Así lo afirmó el Primer Ejecutivo, al destacar que esta tarde se llevará a cabo una conferencia por parte del secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, en el que se darán más detalles del proceso de inoculación en la población pediátrica, una dinámica que debería iniciar mañana jueves a través de cientos de proveedores alrededor de la isla.
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Se calcula que en Puerto Rico hay unos 227,000 niños hábiles para vacunarse en esta nueva fase de la lucha contra el novel coronavirus. Posteriormente, Salud podría reforzar los esfuerzos de inoculación en los niños llevando clínicas de vacunación a las escuelas. La fecha tentativa para dar este paso es a finales de noviembre.
“Yo lo que puedo decir de mi parte, es que el mandato es que todo niño o niña que desee educación presencial, pues debe ser vacunado. Claro está si hay algunas excepciones, por ejemplo, condiciones médicas. Pero esa es la política que tuvimos para los de 12 años o más y vamos a extenderlo a los de 5 a 11 años. Y nuestra meta es que, y estoy seguro que lo vamos a lograr, es que ya para mediados del mes de enero todo el estudiantado de las escuelas públicas esté vacunado”, dijo el gobernador en conferencia de prensa.
Según datos del Departamento de Educación, en el sistema público hay 132,533 estudiantes de 12 años en adelante y 124,250 entre las edades de 5 a 11 años.
El gobernador expresó que la acción de vacunar a los menores de edad recae en los padres, pero los exhortó a que tomen una “decisión responsable”.
“Mi posición es que la decisión responsable por el bien, no solo de sus hijos, sino de toda la sociedad -incluyendo el personal del Departamento de Educación- es que se vacunen. Si por alguna razón no se vacuna siempre podemos proveerles la educación a distancia que como he dicho en diversos foros, no sustituye la presencial, sino que la complementa. Pero haremos todo lo posible por darles el pan de la enseñanza”, acotó Pierluisi.
Por su parte, el secretario de Educación, Eliezer Ramos, dijo que hace semanas se han establecido conversaciones con el equipo de Salud a fin de aunar esfuerzos en el proceso de la vacunación a los niños.
“Hemos seguido las directrices del Departamento de Salud en lo que ha sido el manejo del COVID-19. El país ha visto que cada comunidad escolar está siguiendo estos protocolos y directrices y ha sido exitoso en la apertura de las escuelas y en que las escuelas se mantengan abiertas”, dijo Ramos al indicar que se comenzaron conversaciones con las comunidades escolares buscando “acercarlas al proceso” de inoculación.
Destacó que, actualmente hay un 96% de estudiantes de 16 a 18 años vacunados, mientras que cerca de un 87% de los que tienen entre 12 a 15 años también completaron el proceso.
En cuanto al manejo de alumnos que no estén inoculados, dijo que todo será evaluado sobre la marcha.
“Hemos estado manejando la situación. Vamos a ver el comportamiento en el proceso de vacunación y estaremos tomando decisiones. Pero ya hemos visto y tenemos casos de adolescentes y jóvenes que sus padres no les han autorizado la vacunación... obviamente, seguimos en la conversación y fomentando ese proceso. Sabemos que es una cuestión de acceso a la información y no nos rendimos para estar más cerca de ese 100%”, puntualizó el jefe de agencia.
De otra parte, precisó que actualmente el promedio de casos positivos en la comunidad escolar se mantiene en 40 diarios a nivel isla. “Hay sustos, pero seguimos con el manejo de las sospechas. Por el momento todo bajo control y de la mano de los epidemiólogos”, subrayó Ramos.
Recientemente, la primera oficial médico de Salud, la doctora Iris Cardona, detalló a Primera Hora que en el caso de los pediátricos la vacuna utilizada será la de Pfizer, la cual se administrará en una dilución mucho más baja que la que se pone en adultos.
Las expectativas del gobierno es que antes que finalice la temporada navideña se haya vacunado a la población pediátrica, así como que se haya puesto el refuerzo a un número considerable de residentes y empleados de centros de cuido prolongado.
Destacó que, en el caso de vacunación en los menores de edad, el proceso involucrará a pediatras y personal de enfermería con experiencia trabajando con niños.
“Queremos que este ejercicio de vacunar a los niños pequeños se parezca más a lo que hacen los pediatras y enfermeros, que ponen las demás vacunas que se aplican a esta población... lo que se haga extramuro lo haremos con grupos de pediatras y proveedores tradicionales que trabajan con estos grupos”, acotó al rechazar que para esta dinámica en particular se vaya a utilizar a la Guardia Nacional.
“Ya se está haciendo un mapeo para saber dónde están los niños y que los proveedores se vayan preparando... tenemos identificada a esta población, de esas edades, por cada región y municipio”, expresó al mencionar que, por ejemplo, en la región de Ponce hay más de 3,000, en la metro sobre 17,000 y en la de Bayamón unos 12,000.
Instó a los padres y madres a que tengan conversaciones francas con sus niños y les expliquen en qué consiste la dinámica de vacunación, que es posible que el pinchazo les duela y cuáles son los beneficios de estar inmunizados. También es idóneo que los adultos aclaren dudas con los pediatras.
“La mejor fuente de información para cualquier padre es aquella persona que tiene a cargo el cuidado de su hijo y en este caso es el pediatra”, puntualizó Cardona, quien es infectóloga pediátrica.
Al igual que en los adultos, la vacuna de Pfizer de los niños requiere dos dosis que deben ser aplicadas en un intervalo de 21 días. En el caso de los pacientes infantiles, las dosis pueden ser aplicadas intramuscular en los muslos o en el brazo.