Ningún caso sospechoso de COVID-19 en el sistema correccional
Secretario asegura que la agencia opera bajo estrictas medidas de prevención
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
El secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Eduardo Rivera Juanatey, indicó hoy la agencia opera bajo un estricto protocolo de prevención para evitar alguna propagación del coronavirus COVID-19 entre la población penal del país.
En entrevista con Primera Hora el funcionario indicó que se establecieron dos medidas cautelares: protocolo de respuesta y protocolo de atención. Actualmente, está activo desde el 11 de marzo el primero de los planes, el cual está enfocado en tomar medidas restrictivas en las 32 instituciones carcelarias del país con el fin de proteger de contagios a los 8,894 reos y a los 6,525 empleados (1,941 civiles y 4,584 oficiales correccionales).
Entre las medidas para prevenir brotes del virus está la instrucción de realizar pruebas de cernimiento -mediante toma de temperatura- a todos los oficiales correccionales y otros empleados que ingresen a las instituciones. Las personas que tengan una temperatura mayor a 100.3 grados Farenheit (38 grados celsios) no podrá entrar a las instalaciones ni regresar a trabajar hasta que un médico certifique que está condiciones salubres para retornar al trabajo.
“Ayer un oficial no pasó la prueba de cernimiento en la cárcel Guerrero de Aguadilla y se le instruyó que debía ir a su médico de preferencia y regresar con un certificado médico”, reveló Rivera Juanatey al destacar que no se han identificado casos sospechosos a coronavirus COVID-19 entre la población penal o de oficiales correccionales.
Otra medida cautelar es utilizar un solo centro de ingreso -la agencia tiene uno en Ponce y otro en Bayamón- a fin de que todas las personas con orden de ser ingresados a la cárcel estén en un solo lugar. El centro predeterminado a utilizarse fue el de Bayamón. Allí, los sumariados deberán pasar un periodo de 14 días en cuarentena (divididos por módulos) antes de ser llevados a congregarse con otros miembros de la población.
Rivera Juanatey explicó que esta medida se activó porque el mayor riesgo de contagio en las cárceles pudiera surgir por los confinados de nuevo ingreso. “Todo nuevo ingreso pasará por pruebas de cernimiento -adicionales a las que se realizan de ordinario- y si presentan síntomas similares al virus serán aislados. Pero eso no ha ocurrido todavía”, determinó.
Asimismo mencionó que las visitas fueron canceladas en las cárceles pero para como medida remediativa se logró un acuerdo con la empresa (GTL) que opera el uso del servicio telefónico, por circuito cerrado, que hay en las instituciones.
“El acuerdo permite que los confinados puedan realizar dos llamadas semanales, de cinco minutos cada una y totalmente gratis… este acuerdo es hasta el 13 de abril y eso garantiza un total de ocho llamadas en ese periodo”, dijo al destacar que por lo general las llamadas son pagadas a 25 centavos por los reos.
En cuanto a la empleomanía, el secretario de Corrección indicó que los empleados civiles no están en funciones, salvo los técnicos sociopenales y técnicos de récord, quienes laborarán esta semana para calcular las bonificaciones de los confinados que se supone que salgan antes del 15 de abril. La cifra exacta de reos próximos a salir a la calle no fue precisada.
Aunque las salidas de los confinados quedaron canceladas -dígase las comparecencias a vistas judiciales o las salidas de brigadas- el funcionario dijo que están exentos los que trabajan para el programa REDES, los cuales laboran en jornadas de recogido de desperdicios sólidos a través de un contrato con el municipio de Arecibo.
En caso de que se identifique un caso positivo -ya sea en un confinado o un empleado correccional- se activará el protocolo de atención.
“De surgir algún caso positivo, básicamente, el sistema se va en ‘lockdown’. Esto significa que toda la población quedará aislada en sus módulos sin oportunidad, por ejemplo, de salir a la cancha como ocurre ahora”, expresó.
Aquel que resulte contagiado con el virus será llevado a uno de seis habitaciones preparadas para aislar enfermos y que están ubicados en el Centro Médico Correccional.
“Luego se llamará al personal del Departamento de Salud para qué procedan con sus intervenciones”, detalló al aseverar que todos los empleados han sido adiestrados sobre manejo de pacientes con coronavirus desde enero.
El funcionario sostuvo que, al momento, el DCR cuenta con inventario de materiales esenciales para manejar un brote infeccioso, pero aun así se realizaron ordenes de compra de cara a que surja una situación de emergencia en las instituciones.
“Tenemos guantes, desinfectantes, handsanitizer, jabón… de todo. Pero hicimos una compra y, de hecho, estamos recibiendo materiales todos los días. Ayer, por ejemplo, recibimos 200 hand sanitizer, unas 2,000 cajas de guantes y 1,000 galones de jabón antibacterial”, detalló.
Dijo que están siendo cautelosos con el uso de los productos y sólo lo están utilizando las unidades sanitarias de la agencia o los guardias que hacen las pruebas de cernimiento en la entrada de las instituciones.
“No podemos utilizar todo lo que tenemos porque cuando nos haga falta no tendremos disponibles”, precisó al recordar que la agencia opera con un déficit de $34 millones en su presupuesto.