Tan reciente como el día antes de ser asesinada, Caroline Bou estaba recibiendo orientación sobre el proceso para divorciarse de su victimario.

Así lo confirmó la nueva procuradora de las mujeres, Astrid Piñeiro Vázquez, quien además apuntó a que la mujer, madre de siete hijos, se “identificaba a sí misma como una víctima de violencia de género”.

Había acudido, a eso de julio del año pasado, a nuestra línea confidencial de la Procuradora de las Mujeres en busca de orientación. Se le orientó, y le explicaron las diferentes alternativas que existe en cuanto a la Ley 54, las órdenes de protección y nuestros recursos de acompañamiento en esos procesos. Ella también comenzó a recibir servicios de parte de una de las organizaciones sin fines de lucro en Adjuntas, quienes la estaban ayudando, precisamente el día ante de los hechos, estaba recibiendo ayuda, asistencia legal, para su proceso de divorcio“, precisó la funcionaria a una emisora radial (WKAQ-580).

Relacionadas

Bou, sin embargo, fue asesinada por su todavía esposo en horas de la madrugada del domingo en el apartamento en el que vivía en el Residencial Valle Verde en Adjuntas. El hombre la mató en presencia de sus hijos.

Fue precisamente uno de los menores quien llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1 para reportar los hechos.

El responsable fue arrestado unas horas después de cometer el crimen. Mientras, el Departamento de la Familia asumió la custodia de los menores de edad, todos entre las edades de 1 a 12 años.

Bou es la sexta víctima de feminicidio en Puerto Rico en lo que va de 2025.

El primer feminicidio de 2025 ocurrió en enero en Carolina, donde José Rosa Rodríguez, un hombre que convivía con Jada Waldmann, la asesinó. La joven, apodada Kitty y quien era residente en el estado de Indiana, llevaba nueve meses en la isla y apenas cuatro de pareja con su asesino, quien era masajista de profesión.

El segundo feminicidio ocurrió cuando un hombre asesinó a su pareja y luego se quitó la vida en su residencia en Caguas.

El tercero ocurrió el 16 de febrero en Guayama, donde fue asesinada Lisalee Escalante Espada.

El cuarto feminicidio ocurrió el mismo 16 de febrero, en Villalba, donde fue asesinada Mildred Beatriz Colón Bonilla.

El quinto caso ocurrió en marzo en el residencial José Celso Barbosa de Bayamón, donde fue asesinada Rebeca Rivera López.