El Departamento de Educación (DE) necesita conseguir $570,204,520 e instalar 228,328 paneles solares para lograr que los salones de clases de tan solo 404 escuelas -casi la mitad de los que tiene el sistema público- cuenten con aires acondicionados para combatir el calor extremo que se registra en la Isla.

Además, deberá presupuestar $30.2 millones anuales para darle mantenimiento a estos aires y a los paneles, y contratar personal especializado para hacerse cargo de los equipos.

En esencia, este fue el resultado de la primera parte del estudio que Educación le encomendó a la firma de ingenieros y arquitectos M2A Group para conocer el impacto de lograr lo que muchos padres, maestros y estudiantes reclaman, aires acondicionados para evitar sufrir por las altas temperaturas que nos azotan. Así se dio a conocer durante una mesa redonda realizada en la sede del DE, en Hato Rey.

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En total, el sistema educativo tiene 856 escuelas. Sin embargo, el Departamento estima que unas 709 serían las que necesitarían entrar a este programa de instalación de aires acondicionados. Es que se excluyen aquellas que ya cuentan con estos sistemas, aquellas que serían reconstruidas bajo el proyecto Escuelas Innova, así como las escuelas alianzas, que son privadas, precisó la secretaria Yanira Raíces Vega.

M2A Group tendrá otros 120 días para completar el estudio con las restantes 305 escuelas, la mayoría de las cuales quedan en la zona este, para revelar el total de la cifra millonaria que Educación tendría que buscar para que las escuelas cuenten con aire acondicionado.

De entrada, Raíces Vega aceptó que Educación no tiene los $570.2 millones que costaría atender la infraestructura eléctrica y física de los planteles, así como la compra de los aires acondicionados para las primeras 404 escuelas analizadas. Esto, sin tener en cuenta que el estudio recalca la necesidad de instalar sistemas de energía solar para evitar que los costos se incrementen, dinero que no se presupuestó en el estudio y que también tendría que ser buscado por la agencia a través de propuestas federales.

“Ahora el Departamento se tiene que preparar para ese tema, presupuestar esos gastos”, sentenció la funcionaria, al tiempo en que dejó claro que toda esta inversión no puede salir de los $5,200 millones que recibió la agencia en fondos federales tras el impacto del huracán María.

De arrancar el plan, tardaría cinco años en completarse.
De arrancar el plan, tardaría cinco años en completarse. (Carlos Giusti/Staff)

Propósito del estudio

El estudio, que le costó a Educación $3,749,000, se encomendó como recomendación de un grupo de trabajo creado para atender el problema de calor extremo en las escuelas y en el que participó la meteoróloga Ada Monzón.

Teníamos que tener datos para la toma de decisiones. Así que ese es uno de mis temas, que cada decisión tenga ese dato que me oriente. Y ahí, entonces, para atender el tema responsablemente es que le pedí al ingeniero (y director de la Oficina de Infraestructura y Reconstrucción de Educación, José) Basora, al equipo de infraestructura (que se encomendara el estudio)... Que esta toma de decisiones sea de una manera científica, donde tengamos estos datos, donde tengamos la realidad de las escuelas”, explicó la funcionaria.

A dos meses del cambio de gobierno, la idea de Raíces Vega es dejar al secretario de Educación que le sustituya los datos y recomendaciones de los expertos para que sirvan como “posible ruta” para atender el problema del calor.

Especificó que la proyección que se tiene es que esta instalación de aires acondicionados ocurra dentro de un plan que demoraría en completarse entre cuatro a cinco años. Dijo que el próximo secretario tendría que determinar si el proyecto se realizaría por región o por las escuelas ubicadas en las zonas de mayor calor, principalmente las urbanas.

“Yo aspiro a que mis niños, a que mis estudiantes tengan las mejores condiciones de su salón de clase. Y es comprobado que el aire acondicionado baja las temperaturas... (Este calor) impacta el aprovechamiento académico en la sala de clases, igual los maestros, igual los estados de humor. Así que, buscando ese mejor ambiente para aprovechar los procesos de enseñanza-aprendizaje, se comenzó el estudio”, explicó la funcionaria.

De esta primera parte del estudio se analizó la infraestructura de las 404 escuelas y su estado actual. Incluye, por ejemplo, cuáles son y cómo se encuentran sus conexiones eléctricas; las medidas de los salones, sus ventanas y sus puertas; cuántos espacios de estas escuelas ya cuentan con aire acondicionado; cuántas placas solares podrían ser instaladas en los techos disponibles, así como se documentó con fotografías las condiciones generales de los planteles. Toda esta información quedó en una base de datos que Educación podría utilizar para conocer detalles importantes de la infraestructura con la que cuentan o hasta para hacer reclamaciones en un futuro por situaciones de emergencia, como pudiera ser el paso de un huracán.

Lo que ha detectado el análisis

El gerente del proyecto de M2A Group, Samir Cajigas Soto, detalló que los objetivos del análisis realizado se fijaron en documentar las condiciones de las escuelas, determinar los sistemas de aire acondicionado adecuados para estas, si se debían hacer mejoras a los sistemas eléctricos, detallar la capacidad de las subestaciones que brindan energía a las escuelas, recomendar generadores eléctricos que se debían adquirir con capacidad para periodos de emergencia, recomendar alternativas sustentables, estimar el impacto de instalación y mitigación de estos sistemas, así como brindar estimados de costo.

Fueron seis grupos de trabajos, integrados por hasta tres personas y el cual incluía ingenieros y arquitectos, los que visitaron estas primeras 404 escuelas por un periodo de cuatro meses.

Entre las recomendaciones más destacadas de esta primera parte de la evaluación están que en las escuelas se debe instalar aires acondicionados “inverter” por cada “espacio” o salón. Estas unidades serían de 12 diferentes capacidades o BTU, dependiendo del tamaño de los espacios, precisó el ingeniero mecánico Javier Castillo.

Para la instalación de estos equipos, en muchas escuelas habría que cambiar la cablería eléctrica, modificar las subestaciones eléctricas, instalar nuevos generadores y otras mejoras a la infraestructura de la escuela, comentó Cajigas Soto.

“Hay que hacer modificaciones. Instalar screens de ventanas, puertas de screen. Si se hacen trincheras en las paredes para poder meter infraestructura eléctrica, hay que empañetar, tenemos que volver a pintar. O sea, que, a parte de la parte mecánica o eléctrica, también está la civil y arquitectónica”, especificó, por su parte, Besora, de Educación.

La agencia también tendría que mejorar la iluminación de los salones, que según la secretaria de Educación es importante en el proceso de enseñanza.

Se estima que el costo de estos arreglos e instalación de aire acondicionado por cada espacio, que más allá de los salones incluyen los comedores, enfermería u otros cuartos dentro de la escuela, es de unos $40,569.

Según se detalló en el estudio, hay unos 14,762 espacios que necesitan aire acondicionado, pues el restante 21% de estos ya cuenta con el servicio.

La secretaria de Educación recordó que ya hay zonas en las escuelas con aire acondicionado, como puede ser la oficina o el salón de computadoras.

Una vez instalados, estos equipos mantendrían una temperatura de 70 a 72 grados Fahrenheit. Se instalarían unos censores para que apaguen en horarios en lo que las escuelas no estén en servicio, precisó Castillo.

“Me imagino, entonces, que la queja va a ser que está muy frío el salón. Ya vas a ver”, soltó la secretaria, tras darse a conocer la temperatura recomendada.

Elevado costo energético

Esta instalación de aires acondicionados a cada uno de los salones en uso de las escuelas supone un incremento en la factura del servicio de energía eléctrica.

La presentación que hizo M2A Group sólo incluyó un ejemplo de cómo en una escuela casi se quintuplica el costo de la luz.

El plantel tomado de ejemplo lo fue la Sor Isolina Ferré, en Ponce. Allí, el uso promedio de electricidad es de 32 kilovatios, lo que fue descrito como un consumo bajo. En este nivel, la escuela paga a LUMA Energy unos $1,677.65 mensuales. Al instalar los aires acondicionados, el consumo de electricidad aumentaría a 300 kilovatios. Se promedió que, entonces, tendría que pagar $10,734 mensuales en electricidad.

Ante este incremento, los expertos recomendaron a Educación instalar sistemas de energía solar con baterías. Este costo no fue incluido en los $570 millones que ya se anticipa costaría instalar los aires acondicionados, demarcó el gerente del proyecto.

El gerente del proyecto de M2A Group, Samir Cajigas Soto, explica los hallazgos del estudio encomendado por Educación.
El gerente del proyecto de M2A Group, Samir Cajigas Soto, explica los hallazgos del estudio encomendado por Educación. (Xavier Araújo)

En esta escuela Sor Isolina Ferré, “con los paneles fotovoltaicos, podemos generar 257 kilovatios y eso es el 85% de esa carga futura de esa escuela en específico, así que estamos mitigando”, afirmó Cajigas Soto.

Esta medida de colocar paneles solares llevaría a que Educación pague un total de $1,751 mensuales en electricidad una vez en estén en funciones estos aires acondicionados. Esto haría que la diferencia en el pago sea de tan sólo $74 mensuales.

“La factura, si vemos, se queda bien parecida, porque los paneles fotovoltaicos están mitigando el impacto de los sistemas de aire acondicionado”, comentó el gerente del proyecto.

La evaluación de la empresa especifica que en los techos de las 404 escuelas analizadas se deben instalar 228,328 paneles, que generarían alrededor del 80% de la electricidad necesaria para operar estos aires acondicionados.

El mantenimiento

Más allá de la inversión total de todo este plan para solucionar la crisis de calor, Educación debe programar unos $30,158,450 anuales para mantener todo este equipo. Esto incluye, por ejemplo, llenar de combustible los generadores eléctricos, la limpieza de los filtros y conductos de los aires acondicionado, así como el cuidado de los paneles solares, entre otras cosas.

La secretaria de Educación destacó que con este mantenimiento se evitaría que los salones de clases se llenen de hongos, que afectan la salud de los estudiantes y los maestros.

“Esto va a generar una unidad para el mantenimiento de todo este equipo. Vamos a tener que entrar en una contratación de gente especializada, como nos pasó ahora en infraestructura para los arreglos de las escuelas (de las columnas cortas). Estos son desafíos, verdad. La gente piensa que esto se hace en 24 horas o en 12 meses, verdad, que eso quisiéramos. Pero, eso no es así. Por lo tanto, yo responsablemente como secretaria quería dejar un estudio, una base de datos, para tener y hacerlo por fase, montar una ruta, porque esto pasó igual con las escuelas del Siglo 21. Las escuelas del siglo 21, parte de hacer la construcción, era el mantenimiento de las escuelas. ¿Para qué? Para evitar unas cosas. Y, no siguieron con el mantenimiento de escuelas, y eso es lo que tenemos hoy día. Así que no es comprar, no es adquirir, porque cualquiera compra un aire. Es mantener el aire. ¿Y cómo tú mantienes el aire? Tienes las garantías, los mantenimientos rutinarios, las limpiezas que son, y eso no lo va a hacer cualquier persona”, enfatizó Raíces Vega.