En la última semana han comenzando a disminuir las personas que acuden a los centros de vacunación contra COVID-19, una situación que ocurre cuando la isla no está ni cerca de alcanzar el nivel recomendado de inmunidad de rebaño y cuando se ha percibido renuencia de la población joven para recibir el tratamiento preventivo de una enfermedad que en poco más de un año ha cobrado la vida de 2,323 puertorriqueños.

Evidencia del desinterés surgido en los últimos días se reflejó durante el fin de semana con la poca asistencia que hubo en los llamados SuperVacuTour que ha diseñado el Departamento de Salud para garantizar vacunaciones masivas en distintos puntos alrededor de la isla.

Una de las actividades pautadas para el pasado sábado se llevó a cabo en el Parque Central, en san Juan, donde habían disponibles 3,000 vacunas para la ciudadanía.

“A esa actividad llegaron 600 personas. Estamos analizando las posibles causas que llevaron a eso”, dijo doctora Iris Cardona, directora del Plan de Vacunación para COVID-19 del Departamento de Salud.

Según la también infectóloga pediátrica, se están analizando unos datos de los eventos efectuados durante los pasados días para confirmar categóricamente que haya una merma.

“Estamos reuniéndonos y mandamos a sacar unos informes del registro de vacunación a ver si, en efecto, hay una disminución o diferencia marcada. Pero sí tengo comentarios anecdóticos de que está ocurriendo en algunos lugares”, expresó Cardona.

Recordó que el plan de vacunación para Puerto Rico se conceptualizó en una primera fase con un suplido en el que había más demanda que oferta.

“Al principio sólo recibíamos 41,250 dosis. Ya luego fue aumentando poco a poco y llegamos a una segunda fase donde la dinámica ha cambiado porque hay muchas más vacunas y más centros de vacunación alrededor de la isla. Ahora estamos recibiendo sobre 100,000 vacunas por semana”, agregó.

Respecto al ausentismo de personas que no acudieron a los SuperVacuTour dijo que se analizan factores como “las dramáticas situaciones que se vivieron en el país (en referencia a los asesinatos de Andrea Cristina Ruiz Costas y Keishla Rodríguez Ortiz, los cuales conmovieron a los puertorriqueños) o mirar si es que el público más joven -los menores de 30 años- prefieren irse a la playa o a algún otro lugar, antes que vacunarse. Son panoramas que estamos evaluando para buscar alternativas y cambiar estrategias”, explicó Cardona.

Según el Departamento de Salud, en Puerto Rico hay 2,698,170 personas hábiles para recibir la vacuna (con la población de 16 años en adelante) y de estas 1,094,514 (41%) han recibido al menos una dosis de las vacunas, mientras que 863,470 (32%) completaron el proceso. El número recoge las vacunas administradas por el gobierno de Puerto Rico, y no así la de los proveedores que reciben el fármaco directamente del gobierno federal.

Los epidemiólogos han dicho que al menos se requerirá que un 75% de la población del país se proteja con las dosis requeridas para que el virus pueda ser contenido. En el caso de Puerto Rico, más de un millón de personas hábiles para recibir la vacuna aun no se han puesto la primera dosis.

Gran parte de la población que falta por inmunizar está en el grupo de 49 años o menos. Mientras, el grupo vulnerable a enfermarse y morir, que son los mayores a 65 años han sobrepasado el 70%. Según datos de la agencia en este subgrupo se han administrado unas 652,825 dosis de vacunas.

“El reto hoy en la vacunación, desde que se abrió a todos los grupos de edad, es alcanzar a los más jóvenes. Tenemos que replantear estrategias de horarios y los mensajes de educación para esa población a la que le hemos dicho por tres meses que no eran parte del grupo vulnerable y que tenían que esperar su turno. Hemos comenzado a vacunar al grupo de 16 a 18 años hace apenas 18 días. En ese periodo se han vacunado el 23% de esta población donde hay un estimado de 164,000 personas. Es el grupo más pequeño, pero tenemos que buscar la forma de atrerlos y en eso estamos trabajando”, sostuvo la doctora.

De otra parte, puntualizó que han surgido otros eventos que pudieron afectar el “excelente ritmo” de vacunación que llevaba Puerto Rico, incluidos los retrasos surgidos por las nevadas en Estados Unidos y la pausa en inmunizaciones de la vacuna de Johnson & Johnson, mientras se esperaba por los resultados de la investigación de funcionarios del Departamento de Salud federal por los casos de trombosis en mujeres, tras ser inoculadas.

Cardona mencionó, además, que se evalúa la preocupación que ha surgido de que muchas personas no están acudiendo a aplicarse la segunda dosis, en el caso de aquellos pacientes que reciben el tratamiento con los productos de Pfizer o Moderna.

“Es importantísimo que entiendan que esta es una oportunidad única que ahora mismo no la tienen en otros países... la única forma de garantizar la eficacia de las vacunas de Pfizer y Moderna es con las dos dosis. De lo contrario, es una protección parcial”, orientó.

Puerto Rico no es la única jurisdicción en la que se percibe una disminución en la demanda de las vacunas, versus la oferta disponible, pues según ha trascendido en diversos medios estadounidenses hay análisis que indican que en el último més una de cada tres dosis no se están utilizando en algunos estados.

Por ejemplo, un análisis de Bloomberg indica que el escenario se está viendo en lugares como Virginia, donde siempre hubo demanda de vacunas, ha llegado a aacumular hasta 352,000 dosis diariamente debido a la disminución de personas que acuden a los centros. Al mismo tiempo destacan que en Alabama, Georgia y Misissippi el proceso ha confrontado problemas para arrancar adecuadamente.

En el caso de Puerto Rico se han recibido 2,208,560 dosis, de las cuales 2,138,746 han sido distribuidas. De estas 1,901,740 han sido adminsitradas, aunque la agencia hace hincapié en que unas 237,006 dosis están en espera de ser registradas en PREIS.

De hecho, en Estados Unidos hay compañías o negocios que están pagando a sus empleados las horas que le requiera vacunarse o le ofrecen pequeños estipendios como incentivo para que participen de las iniciativas de inmunización de COVID-19. Mc Donald’s por ejemplo ofrece hasta cuatro horas pagas a sus trabajadores para que vayan a vacunarse. En el caso de Target, tienen la misma dinámica pero, además, reembolsan hasta $15 por trayecto a los empleados que usen Lyft para acudir a sus citas de vacunación.

Mientras, avecinando que el problema de desinterés en la vacunación surgiría, el presidente Joe Biden propuso una línea de crédito para pequeñas empresas que otorguen días pagos para los que se vacunan o los necesitan para recuperarse de los efectos secundarios de la inoculación. Trascendió públicamente que se otorgaría un crédito de $511 por día y por empleado a negocios con menos de 500 empleados.

El informe del Departamento de Salud del martes indicaba que habían 465 casos nuevos confirmados del novel coronavirus, para un total de 117,690. Asimismo, se registraron 92 casos probables por pruebas de antígeno, elevando esa cifra de casos acumulados a 15,817. De otra parte, las hospitalizaciones continúan bajando, con respecto a los números registrados durante las pasadas dos semanas, elevando el número total de personas recluidas a 383, de las cuales 23 son pacientes pediátricos. Se especificó que hay 90 adultos y tres menores en unidades de cuidado intensivo. Mientras hay dos niños y 69 adultos conectados a un ventilador.