Hedda Llorens Cruz y su esposo Carlos Mattei Santos viven desesperados y con dificultad para atender sus respectivas condiciones de salud, tras un error de facturación que los dejó sin servicio de energía eléctrica hace casi tres meses, por una supuesta deuda de $12,022.

La pesadilla comenzó luego del paso del huracán María en 2017, cuando el matrimonio de adultos mayores recibió una factura de $8,683.33 por parte de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE); situación que se corrigió pues la investigación concluyó que se trató de un “error de facturación”.

Sin embargo, “la cuenta se reactivó con la entrada de LUMA Energy que retomó el proceso de cobro en 2021″, esta vez por unos $8,194.64.

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De acuerdo con Llorens Cruz de 67 años, “esta situación nos tiene en depresión, casi no dormimos porque el calor es insoportable y la mente no nos deja estar en paz, pensando en qué más podemos hacer para que se nos haga justicia”.

Hedda Llorens Cruz y su esposo Carlos Mattei Santos, a quienes LUMA Energy les cobra una deuda de más de $14 mil por un aparente error en la facturación.
Hedda Llorens Cruz y su esposo Carlos Mattei Santos, a quienes LUMA Energy les cobra una deuda de más de $14 mil por un aparente error en la facturación. (Suministrada)

Cabe destacar que la fémina reside en la urbanización Vistas del Mar en el barrio Playa de Ponce junto a su esposo de 75 años, un hijo de 47 años y una nieta de 26 años.

Al relatar su historia, doña Hedda quien trabajó como costurera, no pudo contener las lágrimas al no hallar una solución al problema “que no es nuestra culpa”.

“Resulta que, en el 2021, luego de llamar a LUMA para objetar la factura, porque en ese tiempo la pandemia estaba en su apogeo, explicamos lo que sucedía. En ese entonces, nos visitó un técnico de LUMA que desmontó el contador y determinó que no había problema alguno”, recordó.

No obstante, “en LUMA nos pidieron que buscáramos un perito electricista que tampoco encontró problemas y llegaron a la conclusión de que era un error de facturación. Mi esposo pagó unos $500 y nos aseguraron que se eliminaría ese error del sistema”.

Para su sorpresa, el conglomerado encargado de la distribución de energía eléctrica en Puerto Rico, “revivió la factura en diciembre de 2023″, alegando una deuda de $12,022.

Todo iba bien, estábamos pagando lo más bien. Llega LUMA y en diciembre de 2023 nos llega una factura de $12,022. Mi esposo acababa de salir del hospital y nos encontramos con este problema. Tan pronto se pudo recuperar un poquito, como la luz está a su nombre, fui con él a las oficinas de LUMA en el Centro del Sur”, resaltó.

“Ya estábamos bien frustrados. Entonces, mi esposo dijo: ‘Vamos a poner placas (solares)’. Luego entramos a las oficinas de Windmar (empresa de energía solar) y solicitamos placas. En enero hicieron un croquis y en marzo las instalan”, confesó.

Así las cosas, “LUMA nos seguía facturando, facturando y facturando y nosotros alegando, alegando y alegando”.

“La cuestión es que la empleada de LUMA nunca nos mira a la cara, siempre está mirando la computadora diciendo: ‘Ay, no, pero es que esa casa… mira el consumo que tiene, como si tuviera cuatro aires acondicionados corriendo 24/7′. Pero nosotros no teníamos esa cantidad de aire en casa”, admitió.

“Le explicamos, la señora no nos miraba a la cara. Le dije que estaba cansada de venir aquí y nos dijo: ‘No, yo sé quiénes son ustedes’. Sin saber quiénes somos nosotros que no nos estábamos negando a pagar, sino que nos arreglen el error de facturación que no vamos a pagar porque no nos corresponde. Nos dijo que solicitáramos una investigación, pero nunca nos llamaron”, insistió.

Asimismo, aseguró que, su esposo nunca dejó de pagar la factura de electricidad.

Con todo y placas seguían facturándonos sobre ciento y pico de dólares y se supone que pagáramos $4. Pero lo estaban abonando a la cuenta de $12,022 y mi esposo les dijo que no iba a pagar más, porque ese error de facturación no nos correspondía a nosotros y era como aceptar esa deuda”, sostuvo.

“Pero la empleada que nos atiende es siempre la misma persona; no quieren llegar a un acuerdo, habla con el supervisor que, si nos van a investigar, que de la investigación (que hizo la AEE) no saben nada. Luego, recibimos dos llamadas diciendo que nos iban a desconectar si no pagábamos, hasta que en la segunda (llamada) nos desconectaron (el servicio) en julio 26 de este año”, lamentó.

Actualmente, según Llorens Cruz, “la deuda va por más de $14,000”.

“Entonces, estamos aquí sufriendo. Tenemos un sistema de aire acondicionado de ventana y una consolita que nos regaló un sobrino en diciembre por la enfermedad de mi esposo, que padece de un pulmón. Pero no lo podemos usar. Estamos soportando esta calor, aunque tenemos el sistema de placas y con miedo que esa única batería se descargue; no tenemos cómo reconectarla”, confesó.

“Tengo que empezar a acumular energía para podernos abanicar en la noche y poder dormir. Pero esto es un horno. Yo soy asmática, mi esposo necesita darse terapia porque padece de un pulmón, tenemos nuestras maquinitas (de terapia), pero necesitamos estar en temperaturas frescas por nuestras condiciones de salud”, esbozó.

De otra parte, reconoció que, “todo esto lo hemos explicado en LUMA, pero son unos abusadores”.

“Tenemos mucha depresión”, expresó, mientras lloraba con desesperación.

“Casi no dormimos porque el calor es intenso y pensando. La mente no nos deja estar tranquilos, pensando si podemos reconectar la energía. Esto no es justo porque nosotros siempre pagamos, mes tras mes, y cuando no podemos pagar completo, abonamos. Pero nunca hemos dejado de pagar. Estamos desesperados”, concluyó.

LUMA responde

Al reclamar que su filosofía es ayudar a los clientes con necesidades especiales a través de diversos programas de incentivos, el portavoz del conglomerado LUMA Energy, Hugo Sorrentini, aseguró que la empresa se ha encargado de orientar al matrimonio afectado “en un sinnúmero de ocasiones”.

Igualmente, señaló que “si hubo algún tipo de arreglo o error que cometió la AEE, en sistema (de LUMA) no aparece ninguna evidencia de que haya habido algún crédito en un momento dado”.

“En el 2020, un año y medio antes de que LUMA asumiera las riendas del manejo de la red y servicio al cliente, había un ajuste de facturación de algo que se había dejado de facturar en términos de consumo. En todo caso, quien le hizo un ajuste a la factura para que se pagara algo que no se había pagado fue Energía Eléctrica”, apuntó.

No obstante, afirmó que el conglomerado “continúa en la mejor disposición de atender el caso y proveer el servicio esencial a estos clientes, siempre y cuando cumplan también con su responsabilidad”.