La directora ejecutiva de la Alianza de Autismo de Puerto Rico, Joyce Dávila Paz, denunció que mientras la población de estudiantes con autismo se ha duplicado en los últimos diez años, el Departamento de Educación no cuenta con salones especializados para atender a estos niños y niñas con necesidades de educación especial, ni con maestros ni terapistas suficientes.

Dávila Paz puntualizó que el aumento en estos casos responde a una tendencia mundial esperada que va a continuar.

“Es una tendencia que va a seguir, pero todavía no hemos visto el plan de servicios del Departamento de Educación que reconozca esa realidad. Esto es una emergencia, es una crisis y hay que atenderla desde la base, de promover los estudios universitarios para maestros de autismo, la preparación de terapistas ocupacionales, patólogos del habla, psicólogos y terapistas conductuales, que ahora mismo en Puerto Rico sólo hay 12″, indicó la especialista en deficiencias del desarrollo e intervención temprana y madre de una niña con autismo.

El pasado viernes, en una vista pública en el Senado, la secretaria asociada de Educación Especial, Jessica Díaz Vázquez, reconoció un aumento en el total de estudiantes dentro del espectro de autismo con un total de 7,575 este año, en comparación con 6,643 el pasado año escolar. También admitió que no cuentan con los maestros suficientes, solo unos 200, para atender a esta población.

“Estos son unos datos que tiene el Departamento y nos los usa y se necesitan para hacer cambios, para planificar las facilidades que van a tener para los niños. La idea no es recopilar los números y mandárselos a las autoridades federales, es tener la oportunidad de tener un conteo de la matrícula para planificar sus servicios, los maestros que van a tener, si tienen que abrir más salones de autismo y para saber qué condiciones requieren más o menos recursos”, subrayó Dávila Paz.

Aludió a un análisis que hizo la Alianza de la matrícula de Educación Especial entre los años de 2012-2013 a 2021-2022, que reveló que en estos 10 años se ha disminuido en Puerto Rico en un 31% y que solamente se ha registrado un aumento en la matrícula de niños con espectro de autismo.

“De tener en 2012 un 2.64% de la matricula con autismo, ahora es un 8.46%”, sostuvo Dávila Paz para agregar que el aumento es de cuatro a cinco veces más en varones que en niñas.

“El alza del autismo ha sido de 120%, se ha duplicado 2.2 veces. Esto es una bomba. A todo el mundo les va a tocar un niño con autismo en la familia, y ¿cuántas escuelas de autismo planificadas hay? Ninguna. Ellos (el DE) no tiene escuelas especiales con autismo, que serían para los casos más severos”, observó.

La portavoz de la Alianza detalló que en las edades 6 años a 21 años, el aumento ha sido de un 117%, un poco más del doble. Mientras que en el segmento poblacional de 3 a 5 años, el alza es de un 142%.

“El aumento es casi dos veces y medio y estamos recibiendo muchas llamadas de preescolares y de Head Start buscando orientación y ayuda para el adiestramiento y manejo de esta población”, aseguró.

Dijo que para los casos con autismo severo sólo existen escuelas privadas y para estos casos, “el DE hace una compra de servicios, pero eso lo hacen los padres que tienen conocimiento del programa y que tienen recursos, los demás ni se enteran de que eso existe”.

“Si el sistema estuviera funcionando como debe ser, en cada región debería haber por lo menos una escuela especializada en autismo, con los maestros, recursos, terapistas, salones de vida independiente y salones para destrezas vocaciones”, recalcó Dávila Paz, quien atribuyó la baja en la matrícula de Educación Especial mayormente a la emigración.

“En Puerto Rico se fue mucha gente por los huracanes, terremotos y también se van por falta de servicios. Todo es muy difícil, es lo que llamamos la lucha por conseguir los servicios que nuestros hijos merecen y a los que tienen derecho por ley. Lamentablemente, el DE y el Departamento de Salud no han dado los pasos para estar listos para atender, manejar, apoyar y educar a esta población que saben que va a seguir creciendo porque esa ha sido la tendencia mundial, sobre todo, en Estados Unidos”, acentuó.

Hizo claro que “añadir un maestro, un salón, no solucionará el problema. Dijo que, además de que las universidades capaciten maestros y personal especializado, más salones para la población con autismo, también necesitan salones “con inclusión”, donde se integre al niño con autismo con niños típicos en un grupo de poca matrícula para que se puedan adaptar.

También dijo que se necesitan más salones de vida independiente para los más grandes, escuelas vocacionales y más maestros especializados en diferentes métodos de enseñanza que se sabe que son exitosos para la población con autismo.

“Tampoco hay apoyo para las madres ya que sabemos que la mayoría de las madres de niños con autismo son mujeres solas. En Estados Unidos, por ejemplo, la madre va a trabajar y tiene una persona que le recoge el niño o la persona se queda en la casa con el niño. La madre puede ser una proveedora Aquí, si la madre no tiene un familiar que le de apoyo, no puede trabajar”, dijo Dávila Paz.

Añadió que conoce de casos de madres que han perdido sus trabajos porque no tienen quién les lleve al niño a las terapias.

“Si la madre no tiene la preparación o el apoyo, tampoco puede manejar las etapas de crisis del niño con autismo. El sistema no está diseñado para apoyar ni al estudiante con autismo ni a la familia”, apuntó.