HUMACAO.- Nada pudo interponerse entre Marcelo Trujillo y Rosa Elena Plumey durante más de cinco décadas. Fue una pareja inseparable que pudo superar cualquier obstáculo que se les cruzaba en el camino.

Así fue hasta el pasado 20 de mayo, cuando Rosin falleció debido a complicaciones de salud. Tenía 77 años.

El alcalde de Humacao desarrolló suficientes fuerzas para abandonar el hospital donde recibió atención médica por una severa infección para estar nuevamente junto a su eterna amada, compañera y amiga; para decirle hasta luego durante un junte de pueblo.

Prominentes figuras del Partido Popular Democrático (PPD), amigos, compueblanos y curiosos llegaron hasta el Centro de Bellas Artes Águedo Mojica Marrero para ofrecer sus respetos a quien se destacó como primera dama de Humacao desde el 2000 hasta su último suspiro.

Al público se le permitió la entrada a la sala principal del teatro para un breve encuentro ante el féretro abierto de Rosin. A pocos pies de distancia permaneció Trujillo en una silla de ruedas para recibir a todo aquel que deseaba acercarse ofreciendo condolencias.

Mientras tanto, el Trío Los Condes entonó algunas de las canciones predilectas de Rosin.

“Estamos agradecidos. No puedo tener algo más que agradecimiento para un pueblo que ella amaba mucho. Este amor y las oraciones son lo que nos han sostenido”, dijo la hija de ambos, Rosamar Trujillo.

“Lo que ella inculcó con el ejemplo se ve, ha sido recompensado con este apoyo hacia mi familia y mi papá”, agregó.

Rosin fue maestra del sistema público por 31 años, pero aquellos que la conocieron destacaron que su sentido de servir a las comunidades fue, tal vez, su mayor aportación a la comunidad de Humacao.

Marcelo Trujillo desarrolló suficientes fuerzas para abandonar el hospital donde recibió atención médica por una severa infección para estar nuevamente junto a su eterna amada, compañera y amiga; para decirle hasta luego durante un junte de pueblo.

“Me hace sentir orgullosa que el legado y ejemplo que dejó se está viendo reflejado. No fue en vano. Cada sonrisa, cada flor que regaló, está reflejado. No podía dar pasos con ella porque tenía que saludar a todos, pero aquí está”, dijo Rosamar.

La pareja se conoció en 1962. Ella era estudiante de la Universidad Interamericana en Arecibo y él era profesor. En 1979 se establecieron en Humacao, donde echaron raíces para dedicarse al servicio público.

“Para papi ha sido un proceso muy difícil. Era la mujer de sus sueños que más que todo ella luchó por él. Es un matrimonio que lo ha vencido todo porque mi papá no era aceptado por su color. Un hombre humilde que no tenía que ofrecerle otra cosa más que amor”, sostuvo la hija de ambos.

Luego de una misa en el Centro de Bellas Artes, los restos de Rosin descansarán en el Cementerio Pax Christi, en Humacao.

Ejemplo a seguir

Para Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de San Juan, Rosin fue una persona desprendida y genuina.

“Todo lo que Rosin hacía, era por amor. La lucha que dio las mujeres que sufría de cáncer, luchó por los derechos de las personas con autismo y el amor que destilaba por todos los pueblos. Era un ejemplo grande. No competían el amor que sentía hacia el prójimo con las exigencias porque para Rosin las cosas había que hacerlas bien”, sostuvo.

Asimismo, Charlie Delgado, alcalde de Isabela, siente empatía hacia su colega dado que también perdió a quien fuera su esposa.

“Puedo entender de primera mano la pérdida que sufre Marcelo y el pueblo de Humacao. Sabemos que es un proceso doloroso. Hemos visto una manifestación hermosa del pueblo hacia Marcelo y su familia porque se identifica con el dolor que están pasando”, compartió.