Manuel Cidre presenta sus ideas para dirigir Desarrollo Económico y Comercio
Favorece que se revise la reforma laboral, el salario mínimo, los incentivos contributivos y la Ley 22.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El empresario Manuel Cidre Miranda presentó hoy ante la Comisión de Nombramientos del Senado sus credenciales como nominado a secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) y, además de presentar los aspectos esenciales de su programa de desarrollo económico, aseguró favorecer que se revisen un sinnúmero de aspectos económicos, incluyendo la reforma laboral, el salario mínimo, los incentivos contributivos, la Ley 22, los permisos para empresas, entre otras.
En su presentación en la vista de evaluación de nombramiento, Cidre destacó que “he sido mesero, he sido panadero, he sido empleado y he sido patrono” durante sus 68 años de vida. Resaltó haber convertido una pequeña panadería en Arecibo en “una empresa que vende pan y productos de repostería en todo Puerto Rico y exporta a 48 estados de los Estados Unidos y el Caribe”.
Destacó que a su llegada al DDEC, la agencia se encontraba en un proceso de reorganización establecido por ley, que promueve la consolidación de varias agencias, incluyendo entre otras a la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe), la Compañía de Comercio y Exportación (CCE) y la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), algunas de las cuales pasaron a ser secretarías del DDEC, otras oficinas dentro del DDEC o fueron consolidadas.
El nominado presentó a los senadores las principales estrategias de su plan de trabajo para el futuro. Según enumeró, sus esfuerzos se enfocarían en “robustecer el ecosistema empresarial; atraer empresas globales estratégicas y solidificar las existentes; facilitar la gestión de hacer negocio en Puerto Rico; desarrollar una fuerza laboral de clase mundial; desarrollar a Puerto Rico en todas sus zonas geográficas y no solo en San Juan”.
A preguntas de la senadora Gretchen Hau sobre la discusión en torno al aumento del salario mínimo, y la resistencia de parte del sector empresarial, Cidre sostuvo que hay estudios que indican que un aumento del salario mínimo podría causar la pérdida de unos 70,000 empleos mayormente en las pequeñas y medianas empresas.
Sostuvo que aun con un salario de $15 la hora, el empleado enfrenta tantas dificultades que “siempre va a estar encajonado en ese terrible problema de desigualdad y de pobreza”. Afirmó que “mirar el salario por sectores, es una ruta correcta. Sin embargo, simultáneamente hay que trabajar con la misma fuerza en reducir los costos de vida en Puerto Rico”.
Agregó que era momento de “tocar las puertas de las agencias federales y tratar de elevar el salario que una persona puede recibir sin perder las ayudas sociales... qué le puede dar el estado a ese ciudadano que compense con el salario que tiene”. Evaluó que si se permitiera continuar recibiendo beneficios con un salario de $8 o $9 la hora, “ayudaría a mover a esa persona de la desigualdad, de la pobreza, y sobre todo, elevar la tasa de participación laboral, que tanta falta nos hace, y además que el ciudadano común y corriente descubriera que la combinación de ambas le funciona, trabajar y a la misma vez recibir esas ayudas sin que se le penalice por estar trabajando”.
Cidre afirmó que “la mesa está servida para una reforma laboral profunda que atienda, no necesariamente las regulaciones de vacaciones o días por enfermedad que son importantes, que atienda esta nueva realidad que la pandemia nos adelantó 10 años, y que sin duda alguna muchos trabajos no volverán a sus centros de trabajo, lo harán desde su casa”.
Entrando en asuntos de incentivos económicos, Cidre explicó que la ley que regula el código de incentivos “es bastante creativa y bastante amplia”, desde hidropónicos hasta industria de equipos médicos. Pero insistió en que “lo que tenemos que tener en la mesa es un código de incentivos que promueva la riqueza interna”.
Cidre sostuvo además que los incentivos podrían atarse al tema de salario básico, tanto para industria foránea como local. Agregó que teníamos que atraer y replicar las empresas foráneas, para aprender y desarrollar empresas exitosas en la Isla.
En cuanto a la Ley 22 que permite establecerse en la Isla a individuos con mucho dinero a cambio de inversiones y beneficios contributivo, el nominado fue categórico en que considera que la misma “debe ser revisada”.
“Inversionista no es comprar una casa. Inversionista es meter dinero en Puerto Rico para apalancar negocios locales que necesitan capital. Y hacia eso nos dirigimos”, afirmó Cidre.
Dijo que actualmente hay unos 3,000 decretos de Ley 22, pero admitió que “hay un reto grande” en comprobar el cumplimiento con las condiciones de la ley.
El senador Rafael Bernabe le preguntó al nominado a secretario del DDEC su opinión en cuanto a la reforma laboral del 2017, aclarando que la legislatura buscaría “reformar, revocar esa reforma y restablecer los derechos laborales que existían antes del 2017”
“Yo creo que (la reforma laboral) no fue lo suficientemente profunda para atender las necesidades del país”, comentó Cidre. “A mí me gusta mucho más la parte de revisar, atemperar que revocar. Pero estamos dispuestos a cualquiera de las dos para sentarnos y ver, y ayudar, y aportar en esa dirección”. Bernabe también le preguntó al nominado su posición sobre el derecho constitucional de los trabajadores “a la organización sindical y la negociación colectiva, y a la huelga también”, siendo el caso que apenas 1% de los trabajadores en el sector privado están unionados y al mismo tiempo hay “una campaña sistemática patronal” en contra de que los trabajadores ejerzan ese derecho.
“Creo que el derecho a unirse es un derecho democrático que cualquier persona. Es una decisión puramente de la persona. Si lo quiere hacer y se quiere reunir y quiere convocar, ¿por qué no?. Es un derecho del ser humano. Condenaría un negocio que diga aquí no se pueden unir sindicalmente”, sostuvo Cidre.
A preguntas del senador Juan Zaragoza, el nominado admitió que “el gobierno no sabe los decretos contributivos que tiene en la calle”, por lo que abogó por traer más tecnología para poder hacer cumplir a las personas y empresas que se benefician de esos decretos que cumplan con los requisitos del decreto.
Cidre también defendió la Universidad de Puerto Rico (UPR) como elemento importante para el desarrollo económico de la Isla, así como el sector de enseñanza vocacional.
“Considero que (la UPR) es el centro de investigación y desarrollo más importante de Puerto Rico, y se ha relegado a un tercer plano, sin duda alguna. El sector vocacional se olvidó que en las sociedades hacen falta talabarteros, plomeros, electricistas, y dedicó su esfuerzo a profesiones que están en algunos casos saturadas y mal enseñadas”, opinó.
Cuestionado por el senador William Villafañe sobre la baja participación laboral, Cidre opinó que “el elemento político no ha atendido el tema de dependencia con la responsabilidad que hay que atenderlo, y ha creado entonces una subcultura que el participante descubre que recibiendo ayuda y haciendo una chiripa gana más dinero que si fuera a trabajar”.
Sostuvo que combatir eso iba mucho más allá de la necesaria reforma laboral profunda, e incluía “la educación, el amor al trabajo” y otros valores para que el joven “entienda que tiene una responsabilidad fiduciaria desde sus orígenes”.
Al hablar de que favorece “una multisectorialidad” para impulsar el desarrollo económico, Cidre dijo que inclusive cree “que la marihuana recreacional se puede manejar de forma responsable en los dispensarios. Prefiero si el día de mañana un pariente mío es asiduo a la marihuana prefiero que vaya a un dispensario y lo compre a que vaya a un punto de droga. Creo que hay muchas oportunidades”.
El nombramiento de Cidre fue favorecido por la Asociación de Industriales y la Asociación de Constructores, entidades que presentaron su endoso ante la Comisión.