La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), como un manjar preciado, fue una de las agencias en las que Anaudi Hernández Pérez, exrecaudador del Partido Popular democrático (PPD), puso su apetito al inicio de este cuatrienio.

Ayer se confirmó mediante documentos y testimonios -en la continuación del juicio contra cuatro coacusados- que a través de sus empresas fantasma 3Comm Global y Links Groups, Anaudi y sus socios quisieron abarcar más de lo que podían en esa corporación pública.

Héctor Sanabria, director del Departamento de Tecnología e Información de la AAA, pareció corroborar una de las teorías de la fiscalía  de que Ivonne Falcón, una de cuatro coacusadas, envió a Anaudi información privilegiada que le ayudaría a hacer negocios con la corporación pública.

Sanabria dijo que entre marzo y abril de 2013 Anaudi presentó una propuesta que “carecía de sustancia” y buscaba establecer un portal de compras.

Para el 24 de mayo de 2013, en una cadena de correos electrónicos el socio de Anaudi, Ramses Maldonado, pidió a Ivonne más detalles para mejorar su propuesta. Ella, a su vez, le indicó a Sanabria que los ayudara.

Sanabria respondió señalando más de 10 instancias que debían arreglar.

Era tan malo el ofrecimiento que aun después de ocho versiones no fue suficiente para que le otorgaran el contrato a Anaudi. Un mes después, la AAA por recomendación del testigo invitó a otras dos empresas, IBM y Accenture, para que sometieran propuestas.

Ya entonces era necesario divulgar datos básicos sobre lo que se requería, pero  no todo, como se demostró en otra comunicación.

Anaudi y los socios no se conformaron con eso. También ofrecieron crear un portal de Recursos Humanos. Sanabria dijo que las fallas de la propuesta anterior fueron suficientes para ni siquiera considerarlos.

“No estaban a la expectativa de lo que se esperaba”, dijo.

A preguntas del abogado de Ivonne, Godwin Aldarondo, Sanabria afirmó que el portal de compras era una iniciativa prioritaria: se buscaba más transparencia y agilidad al realizar compras y establecer comunicación con los suplidores.

El testigo también reconoció que tuvo varias discrepancias con Ivonne, a quien describió como de personalidad fuerte y que le gustaba tener resultados de inmediato, pero, aún así, se siguió su recomendación de no contratar a la empresa de Anaudi.

Otro testimonio ayer fue el de Rubén Lugo López un experto en Recursos Humanos que trabajó en la AAA de febrero de 2013 a enero 2014. Dijo que renunció al puesto porque su filosofía de trabajo no era igual a la de Ivonne Falcón, aunque no explicó a qué se refería. 

Expresó que firmó contrato con otra de las empresas de los socios de Anaudi, Links Group para entrenar nuevos empleados de la AAA. 

Para cumplir con todo lo que se necesitaba y firmar, se reunieron por lo menos cinco ocasiones con el testigo. Sin embargo, no se concretó el acuerdo de inmediato porque les faltaban dispensas de la Oficina de Ética Gubernamental.

Según Lugo López, Ivonne lo llamó y “bajó a mi oficina” a darle seguimiento al asunto.

La idea era utilizar unos fondos federales de la llamada ley WIA, que se consiguieron a través de la Administración de Desarrollo Laboral (ADL), para realizar los entrenamientos. Finalmente, el contrato se firmó el 22 de noviembre de 2013 entre Links Group, el presidente de la AAA y la directora de Recursos Humanos Nancy Cortés, según indicó.

Lugo López expresó con voz firme que “no señor, nunca” recibió regalos, ni almuerzos, desayunos o cenas de parte de los socios de Links Group. 

También se presentó ayer en sala la factura de pago de la deuda que tuvo Sonia Barreto, directora de compras de la AAA, con el Centro de Reaudaciones e Ingresos Municipales (CRIM). El pago de $2562.31 se hizo el 16 de mayo de 2013 y fue en cascajo, según consta en la pieza presentada como evidencia.

Barreto ya se declaró culpable de participar en el esquema. Ya había trascendido que el pago de la deuda lo hizo Javier Muñiz. 

Además de Ivonne Falcón están acusados, su hermana Marielis, la extitulr de ADL Sally López y Glenn Rivera, ayudante del administrador de la Cámara.