“Aquí, aquí… duele”, repetía el niño Elías Noé Pagán Concepción, uno de los primeros infantes entre los seis meses a cuatro años de edad que recibió la vacuna contra el COVID-19 en la Isla, al iniciar este jueves esta nueva etapa de inoculación pediátrica.

El pequeño de dos años no lloró cuando se le introdujo el medicamento. Hasta le dio una palmada en la mano al enfermero que lo inyectó en el centro de vacunación que el Departamento de Salud mantiene en el Hospital Pediátrico.

Su madre, Nell Concepción, sintió un gran alivio. Sobre todo, cuando el cuido infantil en el que tiene a su niño acababa de cerrar por un caso positivo de COVID-19.

“Yo siempre dije que yo quería vacunar a mi nene por el bienestar y para prevenir. Yo sé que hay creencia de que la vacuna no es beneficiosa o no hace lo que tiene que hacer. Pero, para mí, yo estoy previniendo que a mi nene le dé o que su efecto sea más malo en él. So, para mí era importante prevenir que le pasara o que lo que le pasara fuera peor”, afirmó, mientras el niño balbuceaba y se tocaba el brazo izquierdo, donde minutos antes le habían puesto la vacuna.

Mariestella Collazo también dijo sentirse más tranquila ahora que pudo vacunar a sus dos hijos de dos y cuatro años de edad.

“Cualquier cosa que uno pueda hacer para aumentar la posibilidad de protección, pues, le da a uno como mamá más tranquilidad”, afirmó, mientras esperaba su turno para vacunar a los pequeños.

Aceptó, de paso, que “yo creo que puede que haya nacido un poco de escepticismo, porque hemos visto que con todo y vacunación, pues han continuado las pérdidas (de vidas). Pero, yo creo que, como todo en la vida, nada es certeza, todo es proporción y la vacuna lo que hace es disminuir la proporción de que haya complicaciones serias, verdad, pero no elimina ese riesgo y yo creo que todos estamos conscientes de eso o deberíamos estarlo. Y si se puede disminuir esa proporción, pues disminuirla, verdad”.

Son 106,000 los menores de entre seis meses a cuatro años que ahora, a más de dos años de que inició la pandemia, pueden inocularse contra el virus con el medicamento producido por las farmacéuticas Pfizer y Moderna.

Esta acción se da en momentos en que, estadísticamente, son el segundo grupo por edad con más incidencia de COVID y cuando ya se han registrado tres muertes en niños entre cero a nueve años.

¿Por qué vacunar?

Ante el inicio de esta vacunación, el secretario de Salud, el doctor Carlos Mellado, aseguró que “hoy es un día importante para Puerto Rico”.

“Aunque hay baja mortalidad en niños. Sí han ocurrido muchas hospitalizaciones. Del COVID estamos aprendiendo todos los días. Nadie sabe ni podemos predecir qué pase. Sabemos que tenemos algo que se llama ‘long COVID’, (lo que afecta a los niños). Por lo tanto, es importante la vacunación. ¿Por qué? Porque reduce mortalidad y reduce morbilidad, que es la enfermedad, lo agudo de te dé la enfermedad. Así que siempre la exhortación es toda madre (o padre) que tenga algún tipo de duda, que vaya a su pediatra (para pedir orientación)”, señaló.

La pediatra y principal oficial médico del estado, la doctora Iris Cardona, comentó que la duda más recurrente de los padres es, por ejemplo, si pueden ponerles las vacunas junto a las otras ya programadas para los infantes. Estipuló que no hay ningún problema o contraindicación con ello.

Además, los padres preguntan si se debe esperar algún tiempo para vacunar al pequeño o qué efectos podría tener el menor.

Cardona sostuvo que los pediatras están preparados para responder este tipo de preguntas. No obstante, adelantó que los efectos en los bebés se han limitado a dolor en el brazo, cansancio, soñolencia, irritabilidad o llanto. No se han registrado muertes asociadas a la vacuna, dijo.

Ante las interrogantes que levanta a los padres este nuevo proceso de vacunación, Cardona y Mellado aceptaron que el proceso para lograr inocular a gran porcentaje de la población entre seis meses a cuatro años sería un poco más lento que lo ocurrido con la vacunación para niños entre cinco a 11 años o en la población adulta.

Uno de los puntos que mencionaron es que reconocen que los padres preferirán que sean pediatras los que inoculen a sus hijos.

Salud tampoco ha proyectado hacer obligatorio esta vacunación pediátrica para menores que ya acuden a las escuelas o centros de cuidado infantil.

A trabajar con el refuerzo

Pero, sobre todo, la principal oficial médico pidió no comparar las cifras con la vacunación de la población adulta, ya que estos grupos por edades son más grandes. Aun así, las estadísticas estipulan que el porcentaje del total de vacunados y el de niños son similares. Rondan entre 75% a 76%.

“Yo te digo que ocho de cada diez niños, entre cinco y 11 años, ya están vacunados. Ahora me toca trabajar con el refuerzo. En realidad, por vacunar dentro del grupo (de) cinco (a 11 años) aún quedan cerca de 50,000 niños”, indicó.

Entretanto, Cardona catalogó como “exitosa” la acogida que observó en la primera vacunación que realizó la agencia para los pequeños entre seis meses a cuatro años en el Hospital Pediátrico. No obstante, dijo que no será hasta la próxima semana en que podrán a dar a conocer las primeras cifras de vacunados.

¿Dónde hay vacunas?

Otro aspecto que puede limitar altas cifras de menores vacunados en estos primeros días se debe a que a la Isla llegó poco medicamento para este inicio de la vacunación.

Cardona informó que la primera asignación de vacunas fue de 5,500 dosis de Moderna y 500 Pfizer. Se espera que este viernes lleguen otras 5,000 dosis de Pfizer y para la próxima semana se asignen unas 11,000 adicionales.

“De ahí en adelante, semanalmente, tendremos entrega hasta que logremos vacunar a toda la población con las dosis necesarias”, señaló.

Estas dosis serán repartidas en unos 200 proveedores de vacunación infantil, que son aquellos centros que, por lo general, los padres llevan a sus niños a ponerles las vacunas tradicionales; algunos hospitales; farmacias, así como a los pediatras.

La Coalición de Vacunación de Puerto Rico, mejor conocida como Voces, iniciará este sábado la inoculación en sus centros ubicados en Plaza Las Américas y Mayagüez Mall. Pero, al igual que las farmacias, no atenderán a pequeños entre seis meses a dos años. Allí, podrán acudir solo los menores de tres años en adelante.

El horario de vacunación en Plaza Las Américas es de 10:00 a.m. a 7:00 p.m. Los domingos cierran a las 6:00 p.m. Mientras, en Mayagüez atenderán de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.

Si al niño se le inyecta el medicamento de Pfizer, sepa que le tocarán tres dosis. Cardona explicó que esas dosis, que se deben administrar con un periodo de entre tres a ocho semanas de diferencia, serán suficientes para combatir las variantes del COVID.

Moderna, sin embargo, solo tiene dos dosis. El periodo de espera para la segunda dosis es de entre cuatro a ocho semanas.

No hay riego de viruela del mono

Por otro lado, la epidemióloga Melissa Marzán, quien es la principal oficial de Epidemiología del estado, informó que la agencia cerró la alerta del posible primer caso en la Isla de viruela del mono.

Se trató de un contacto pediátrico que llegó de visita por “unos días” a la Isla, tras haber compartido con una persona que dio positivo a la enfermedad. No obstante, el menor no desarrolló síntomas en el periodo de 21 de incubación.

“Nosotros en la Oficina de Epidemiología no tenemos en este momento ningún caso ni confirmado, ni probable, ni sospechoso para la viruela de mono. Lo que hemos tenido es una alerta de viajero que fue una persona que viajó a Puerto Rico y durante su transcurso, su tránsito a Puerto Rico, estuvo expuesto a un contagio… El sistema de vigilancia estuvo en contacto con este viajero por un periodo de 21 días, que es el periodo máximo de incubación, y durante ese periodo terminó el proceso de monitoreo, porque la persona nunca desarrolló síntomas. Así que esa es la actualización que tenemos al momento para viruela de mono”, manifestó.

Marzán aclaró que, como el menor no desarrolló la enfermedad, no hay ningún contacto al que se le dé seguimiento.

El secretario de Salud pidió a toda persona que sospeche tener la enfermedad, que consulte a su médico. Indicó que se puede desarrollar fiebre, se le inflaman los ganglios linfáticos y salen pústulas o “rash” en el área de la cara, torso y brazos.