Madre de paciente de salud mental: “Me mataron a mi hija, me la mataron”
Progenitora de Carmen Gloria Canales Ruiz ofrece desgarrador relato en vista senatorial sobre su muerte tras ser dada de alta del Hospital Panamericano.
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“Me mataron a mi hija, me la mataron”.
Esa fue la afirmación que hizo entre llantos doña Carmen Ruiz Báez, durante la vista pública de la Comisión de Salud del Senado que se llevó a cabo esta mañana relacionada con la investigación de la muerte de su hija, Carmen Gloria Canales Ruiz, de 59 años, tras ser dada de alta del Hospital Panamericano, donde estuvo recluida.
“Ella llegó caminando (al hospital). Me la mataron, me la entregaron llena de moretones”, insistió doña Carmen, antes de describir el momento en que, el pasado 21 de agosto en su residencia en Vega Alta, fue a darle de almorzar y se percató que ya no tenía vida.
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“Ella era la estrella de la familia, tenía una maestría, dedicó su vida a los niños y los maestros… No merecía morir a golpes… estoy aquí por justicia. Ya no tengo a mi ‘Cusita’, me quedé solita, sin mi hija”, agregó la madre con un desgarrador tono de dolor al terminar de leer su ponencia ante el senador Rubén Soto, presidente de la Comisión, en la que describió “el horror” que vivió luego de recoger a Carmen Gloria su del hospital.
La señora explicó que su hija padecía de demencia frontotemporal, condición que le impedía entender y hablar, que hacía que necesitara asistencia para actividades como comer o asearse.
Ruiz Báez indicó que acudió al hospital el 7 de agosto en busca de que estabilizaran a su hija, que llegó allí caminando por sí misma, y con análisis que mostraban que tenía buena salud, más allá de la condición de demencia frontotemporal.
La mujer relató unas interacciones con personal del hospital que, según describió, le causaron dudas de que entendieran la condición de su hija y los cuidados que necesitaba. Sin embargo, distinguió al Dr. Graham, a quien alabó como “un caballero y un profesional”, y la única persona que mostró empatía y trató de ayudarles.
Doña Carmen agregó que recogió a su hija del hospital el 14 de agosto, cuando la llamaron y le dijeron de una manera que describió como “apresurada”, que tenía que ir a buscar a su hija.
Recordó que ese día estaba lloviendo mucho, por el paso de la tormenta tropical Ernesto, e incluso el gobierno les había dicho a las personas que permanecieran en sus casas. Agregó que, ya en su residencia en Vega Alta, se percató que su hija estaba llena de moretones, con marcas de dedos, con dos úlceras, una de ellas sangrando, y además se quejaba de dolores, se apretaba el vientre, y no dejaba que le asearan en sus partes íntimas, algo que no sucedía antes de la hospitalización.
El pasado 21 de agosto, al notar que la paciente no tenía signos vitales, la madre llamó a las autoridades. Al llegar los paramédicos, se confirmó el deceso y al ver hematomas en diferentes partes del cuerpo, dieron conocimiento al Centro de Investigaciones Criminales de la comandancia de Bayamón.
Por lo anterior, se activó el protocolo de feminicidio, dándole conocimiento al fiscal Alberto Cruz Ruiz y al Instituto de Ciencias Forenses.
“Mi hija nunca pudo volver a caminar después que le dieron de alta. Nunca pudo volver a subir a su cuarto”, dijo doña Carmen.
“Nunca esperé que mi esperanza de llevarla al hospital para estabilizarla resultara en su muerte, golpeada. Hay que ver esas fotos, hablan por sí solas”, agregó, antes que se decretara un receso, en parte para que tanto la adolorida madre como las demás personas presentes en la audiencia pudieran reponerse del conmovedor testimonio.
“Estas investigaciones no son fácil hacerlas. Producen escalofrío, porque son duras cuando se pierde un familiar”, comentó el senador Soto antes de hacer algunas preguntas a doña Carmen, en las que ella le respondió que el hospital, alegadamente, nunca le dio explicaciones sobre los moretones que tenía su hija cuando la enviaron a su casa, ni le dieron medicamentos para las úlceras.
También dijo que personal de la institución le llamó para que firmara un documento para permitir divulgar información, pero que lo consideró confuso, y no lo firmó. También comentó que, como su hija seguía quejándose, le pidió al médico asistente primario que pasara a verla. El galeno la visitó y “no podía creer lo que había sucedido”, dijo doña Carmen. Pero, como la paciente seguía quejándose, la llevó a un hospital de emergencia para que le chequearan los hematomas.
“Aquí hay una vida envuelta. Sabemos que hubo una muerte. Sabemos lo doloroso que ha pasado esta familia y sabemos también que ustedes tienen en su mente un montón de preguntas e interrogantes de lo que aquí sucedió”, comentó el senador. “Y nosotros vamos a hacer nuestro trabajo. Doña Carmen, tenga la tranquilidad de que al final del camino se va a saber la verdad. Estoy seguro que al final del camino, usted va a tener la tranquilidad y va a encontrar la paz que tanto desea”.
Posteriormente, se indicó que el ICF no estaría deponiendo, pues su directora, la doctora María Conte Miller solicitó tiempo adicional.
Primera Hora hizo una petición ayer al ICF para conocer si la autopsia de Canales Ruiz fue completada. La portavoz de la agencia, Betsy Rivera, indicó que el proceso finalizó, pero quedaban pendientes de otros análisis periciales para determinar causa y manera de muerte.
Poco después depuso Astro Muñoz Aponte, CEO del Hospital Panamericano, quien leyó una ponencia en la que explicó que, por razón de las disposiciones con respecto a la privacidad de la Ley HIPAA, no podía divulgar nada específico relacionado con el caso.
Asimismo, defendió los protocolos de tratamiento a los pacientes de la institución y aseguró que estarán colaborando con todos los procesos de investigación.
Aunque el senador hizo preguntas sobre el caso, Muñoz Aponte reiteró en que no podía dar información. Solo indicó que hay un récord del tratamiento detallado que se le había entregado a la paciente y que se había otorgado copia de dicho tratamiento a la Procuradoría del Paciente, que está investigando el caso.
Indicó que la institución recibió una llamada el día 19 de agosto de doña Carmen, y ahí comenzó una investigación interna, que ya culminó. Admitió que respondió a preguntas de la Procuradoría, pero no entregó copia de la investigación interna, “porque no la solicitaron”.
En un momento del interrogatorio, Muñoz Aponte cuestionó por qué solo se había citado al Hospital Panamericano, cuando luego que se le diera de alta a Carmen Gloria la había visto un médico primario y también la habían llevado a una sala de emergencia, lo que suscitó que el senador le replicara, en tono severo, que estaba allí para dar respuestas y no para determinar a quién se citaba como parte de la investigación.
“Usted no me puede imponer a mí a quién yo cito y a quién yo no cito. Yo decido a quién cito y a quién no. Y he dicho que esta investigación va a tener continuidad. Usted viene aquí a deponer y a contestar las preguntas. Después yo indico si tengo que citar a la Policía. Aquí hubo un informe policiaco. Y la Comisión no ha culminado esto. Lo que pasa es que usted puede venir aquí a deponer, usted no puede venir aquí a imponerle a este Senado cómo va a citar y cómo va a investigar”, le reprochó Soto.
“Yo estoy haciendo mi trabajo y cada agencia va a hacer el suyo. Y soy bien justo en los planteamientos. He hablado de alegado maltrato. Y aquí va a venir un informe forense. Y el informe forense va a descubrir otras cosas. Y ahí probablemente traigamos peritos en el área, o probablemente culmine la investigación. Y los familiares, si culmina la investigación, van a tener la paz. Pero yo sé en qué momento voy a traer qué deponente. Y al Senado, ni usted ni las agencias le imponen los criterios de investigación. Es un derecho constitucional que nosotros tenemos al cual yo no renuncio”, agregó el senador antes de excusar al directivo del Hospital Panamericano.
Por último, depusieron por parte de la Procuradoría del Paciente las funcionarias Jarmilla A. González Echevarría, procuradora auxiliar, y Quetzy A. Soto Lugo, procuradora auxiliar de asuntos programáticos, quienes explicaron el trabajo que realiza esa agencia relacionado a atender querellas de pacientes por diversas razones, incluyendo maltrato. También ofrecieron estadísticas y recomendaciones para el trato de pacientes, incluyendo temas específicos de pacientes de salud mental.
No hablaron del caso específico de Carmen Gloria ya que “el caso está activo y continuamos con la investigación”.
González aclaró que doña Carmen se quejó ante la Procuradoría el 16 de agosto, si bien se notificó al Hospital el día 19 de agosto.
La funcionaria también dijo que, aunque recibieron una contestación inicial del Hospital Panamericano, se trataba de “la contestación de ordinario” que dan las instituciones ante cualquier notificación de una querella, pero enfatizó “de ahí es que comienza entonces todo el proceso (de investigación) y se amplía el foco de descubrimiento de prueba”.
Por otro lado, durante una línea de preguntas sobre las estadísticas de denuncias y quejas contra hospitales, incluyendo casos de maltrato o negligencia, el senador indagó si el hospital tenía casos y había sido multado, y la respuesta fue que “no, hasta ahora no tenemos ningún récord del Panamericano”.