La legisladora novoprogresista Lourdes Ramos dijo estar dispuesta a hacer desobediencia civil con los maunabeños, en oposición al traslado de un transformador de ese municipio a Santa Isabel como propuso LUMA Energy, tras darse a conocer ayer que el famoso megatransformador que fue trasladado a ese municipio desde Caguas, a un costo de $4 millones, no funciona.

En declaraciones escritas, Ramos, quien además fue empleada de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), catalogó como un acto de magia el que hace varias semanas atrás, ese mismo transformador no estuviera disponible para resolver la situación de emergencia y repentinamente sea la solución idónea al problema. La representante también reclamo la cancelación del contrato de LUMA con añoranza.

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Añadió que los maunabeños hacen bien en proteger sus intereses comunitarios y la seguridad en el servicio que deben recibir. “Yo apoyo cualquier acto de desobediencia civil en ese sentido y estoy dispuesta a sentarme en la calle para apoyarlos. Ya es hora que LUMA sienta la presión de los que pagamos por el servicio y por las ganancias que generan”, apuntó.

Ramos reclamó además que los $4 millones que se gastaron en el operativo para trasladar el megatransformador desde Caguas a Santa Isabel, salgan de las ganancias de la empresa. La legisladora insistió también en que el consorcio debe explicar porque el transformador ubicado en Maunabo, no estuvo disponible hace unas semanas para apoyar el servicio en Santa Isabel y Coamo y ahora, por arte de magia, se convierte en el recurso idóneo para resolver el problema eléctrico en el área sur.  “Si estaban en Caguas y Maunabo (los transformadores) era porque son necesarios en esas áreas. Pues ya se perdió el de Caguas y ahora, el de Maunabo pudiera correr la misma suerte, porque cada día LUMA demuestra que lo único que sabe de energía, es subir y bajar el interruptor”, expresó en tono irónico.

Ramos añadió que en plena temporada de huracanes, el consorcio LUMA Energy no puede garantizar el servicio eléctrico al país y reclamó la cancelación del contrato gubernamental a esa empresa. “LUMA se ha convertido en un riesgo a la seguridad de todos y al progreso de la isla, mucho más en una época de constantes amenazas atmosféricas. Para mí sus días están contados y no veo la hora en que recojan maletas y se vayan”, manifestó la representante, quien aseguró que la incapacidad del consorcio para manejar el sistema de distribución eléctrica del país, es clara y manifiesta.

Ramos señaló que la fallida instalación del transformador en Santa Isabel, refleja una cadena de improvisación que da la clara impresión de que LUMA desconoce el negocio de suplir energía eléctrica a los consumidores.  “¡Pa’ fuera es que van! Ningún peritaje, ninguna trayectoria ni ningún desempeño. Solo ineptitud, grandes sueldos con celular y arrogancia administrativa”, añadió Ramos.