Mientras las autoridades reinstalaban la estatua del colonizador español Juan Ponce de León que fue derribada en el Viejo San Juan, Su Majestad, el Rey de España, Felipe VI, arribaba en el avión de la Casa Real al aeropuerto de la base aérea Muñiz, en Carolina, donde desfiló en alfombra roja y fue recibido con todos los protocolos por el gobernador Pedro Pierluisi y el alcalde de San Juan, Miguel Romero, quien ha destinado un mínimo de $82,000 a las actividades relacionadas al invitado especial.

El monarca español arribó a las 5:34 de la tarde -unos 16 minutos antes de lo planificado- y le acompañaban la Primera Ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto; y la secretaria de Estado, Ángeles Moreno Bau.

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Simultáneamente, en ese momento, se reinstalaba en el Viejo San Juan la estatua del primer gobernador impuesto del archipiélago, que fue derribado la madrugada del lunes de su pedestal en la Plaza San José. Algunas personas se negaban a la reinstalación y reclamaban que, en su lugar, se colocaran figuras en honor a próceres puertorriqueños o taínos, como el cacique Agüeybaná. Un grupo identificado como Fuerzas Libertarias de Borikén se atribuyó el derrumbe de la estatua.

En cambio, en el recibimiento a Felipe VI reinaban las reglas de etiqueta, las cuales carecen de abrazos o estrechez de manos como se acostumbra en este lado del hemisferio. El gobernador, el alcalde, así como el secretario de Estado, Omar Marrero, inclinaron brevemente su cabeza y pusieron su mano derecha al pecho (área del corazón) para distinguir la presencia de Su Majestad. También estaban el cónsul de España en Puerto Rico, Joseph Bosch; el embajador de España en Washington D.C., Santiago Cabanas; y el jefe de la Guardia Nacional, el general José Reyes.

Al rey Felipe VI se le observó a lo lejos conversar brevemente con los funcionarios puertorriqueños, aunque con la prensa se mantuvo distante y ni siquiera ofreció un saludo a distancia. De hecho, los organizadores del evento habían advertido que el monarca no se dirigiría a los medios de comunicación. Además, estaba prohibido que algún periodista hiciera algún intento de entrevista. El que rompiera el protocolo sería expulsado del lugar.

Así las cosas, tras escuchar los himnos de España, Puerto Rico y Estados Unidos, el invitado especial se retiró en un vehículo oficial y custodiado por varios equipos de seguridad de la Casa Real se dirigió a hospedarse en un destino, al momento, desconocido. Trascendió que el Servicio Secreto de Estados Unidos, así como el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) participan de los protocolos de seguridad, junto a las autoridades de la isla.

Recientemente, el gobernador Pierluisi explicó que el monarca -quien no vino acompañado de la reina Letizia- no se quedaría en el Palacio de Santa Catalina, tal como hicieron sus progenitores, el rey Juan Carlos I y la reina Sofía, durante una visita a la isla en 1987.

Aun así el Primer Ejecutivo dijo sentirse privilegiado de recibir al Rey de España en Puerto Rico, oportunidad que se concretó tras una invitación del alcalde de San Juan como parte de la Celebración del V Centenario de la fundación de San Juan.

“El rey quiso estar aquí con nosotros y no perderse esta celebración. La historia de España y Puerto Rico, data de más de cinco siglos, y nos unen unos lazos inquebrantables culturales, sociales y económicos. Gran parte de nuestra población ha luchado por la igualdad... la luchamos cuando era bajo España y ahora todavía la estamos luchando bajo la bandera americana. Pero lo que es claro es que nuestra cultura, idioma y nuestras costumbres no son negociables en ese proceso de aspiración”, dijo Pierluisi al insistir que su primera impresión sobre el rey Felipe VI es que “se nota que está contento y muy cómodo aquí con nosotros”.

Por su parte, Romero dijo que la visita del Rey era una oportunidad de aunar esfuerzos para el desarrollo económico de la capital.

Aludió a que ese enfoque se llevará a cabo mediante un Encuentro Empresarial entre España y Puerto Rico. De hecho, empresarios españoles acompañaron al monarca español para participar mañana del evento en el Centro de Convenciones.

A preguntas de Primera Hora, el municipio de San Juan explicó que el encuentro empresarial en el que participará el rey Felipe VI, se lleva a cabo con una inversión de $82,000 de fondos provenientes del programa de desarrollo económico del ayuntamiento. Además, ese espacio cuenta con auspicios equivalentes a $75,000.

Este diario pidió un desglose de algún otro monto invertido, pero se ha dicho que no hubo otras inversiones mayores y que solo se ha recurrido a “fondos recurrentes” del ayuntamiento para gastos menores.

De otra parte, tanto el gobernador como el alcalde de San Juan rechazaron que la situación ocurrida con la estatua de Juan Ponce de León empañe la visita del Rey.

“Siempre se ha respetado el derecho a la expresión, eso lo cobija nuestra Constitución y la de Estados Unidos. De otra parte, el alcalde tiene derecho de restaurar la estatua que conmemora la vida y la participación de Juan Ponce de León en Puerto Rico, quien fue nuestro primer gobernador”, acotó Pierluisi al rechazar que vaya a conversar con el monarca español sobre el estatus político de la isla pues son asuntos en los que, por regla general, el rey no se inmiscuye.

Por su parte, Romero, sostuvo que la estatua fue reparada. A los medios de España les explicó que la figura elaborada con la fundición de armas británicas utilizadas cuando San Juan fue invadido en el 1797. “Al retirarse las tropas inglesas se dejaron esos cañones de bronce que fueron fundidos y esa es la historia detrás de la estatua”, les comentó quien por un momento se equivocó y se refirió la figura de Juan Ponce de León como “Colón”.

Sobre lo ocurrido, Romero dijo que “la manera más cobarde de expresión es el vandalismo y eso nosotros lo condenamos”.

Las apariciones públicas de Su Majestad se llevarán a cabo mañana cuando proseguirán sus actividades programadas con un encuentro con el gobernador en La Fortaleza y un saludo a las hermanas del Convento Siervas de María en el Viejo San Juan.

Luego, el Rey de España se reunirá con el alcalde de San Juan en la Casa Alcaldía y, posteriormente, participará del encuentro de empresarios.

En horas de la tarde, la agenda será más relajada con un recorrido por la exposición sobre el escritor Juan Ramón Jiménez en la Compañía de Turismo de Puerto Rico, una visita al Museo de San Juan, una parada en la Iglesia San José del Viejo San Juan y la inauguración de la Sala de Exhibiciones Pablo Casals en la Biblioteca Carnegie. En la noche, su estadía culminaría con una Cena de Estado en un lugar sin especificar.

El miércoles, el monarca abandonará Puerto Rico.