El llamado era que los maestros llegaran a trabajar a las escuelas y que los estudiantes fueran al salón de clases.

Pero ayer solo el 10% de los alumnos llegó a los planteles a raíz del paro nacional. Los salones estaban vacíos, literalmente.

En cambio, para la secretaria de Educación, Julia Keleher, haber contado con casi el 70% de la asistencia de los maestros es una muestra “del compromiso” que tienen con los estudiantes y con el sistema.

“Aunque hay que discutir algunos puntos, vimos que los maestros están comprometidos con la educación y decidieron decir presente”, explicó la secretaria, que en día normales cuenta con una asistencia de 93%, según indicó.

En el caso de la ausencia de los estudiantes, lo atribuyó a que “los padres tenían temor (de llevarlos) porque no sabían lo que podía pasar”. 

“Las escuelas se reconocen como ese lugar donde no se toca”, manifestó en torno a que los planteles, regularmente, quedan fuera de ambientes de disturbios.

 Ante la falta de alumnos, los maestros –según la titular de Educación– aprovecharon para hacer sus planificaciones y alistarse para “la carga administrativa fuerte de entrega de  notas”.

En cuanto a los maestros reportados ausentes, simplemente, no cobrarán el día, indicó.

Primera Hora realizó un recorrido temprano en la mañana de ayer por varios planteles entre San Juan y Carolina que lucían desolados.

Con un letrero grande, la escuela superior Gilberto Concepción de Gracia, en Villa Fontana, Carolina, anunciaba “No hay clases, paro”. También tenía otros afiches más pequeños alusivos al paro general convocado ayer que leían: “Con firmeza y con valor, yo defiendo mi pensión” y “Rosselló patronal, sirviente de la Junta Fiscal”.

Las escuelas municipales de San Juan: The School of San Juan; la Escuela del Deporte (EDSJ) y la Escuela de Matemáticas, Ciencia y Tecnología (EMCT) anunciaron a sus estudiantes desde la semana pasada que no ofrecerían clases.

“El lunes, 1 de mayo, la alcaldesa (Carmen Yulín Cruz Soto) decretó un receso debido a la manifestación de gran magnitud que se espera en el municipio de San Juan. Esta actividad provocará una gran congestión vehicular, que ocasionará dificultad en el acceso de diversos lugares de la ciudad. Con prioridad de salvaguardar la seguridad de nuestros estudiantes, las escuelas municipales permanecerán cerradas. Se le asignará a los estudiantes trabajo en el hogar de manera que no se afecte el tiempo lectivo”, rezaba la misiva firmada por la directora interina, Doris Morales.

En las escuelas que estaban abiertas, estimadas por Keleher en un 97%, el silencio era una constante, debido a la ausencia de estudiantes. Los maestros estaban reunidos y se les veía trabajar entre papeles. 

Así lo constató este diario en la escuela elemental Gerardo Sellés Solá, en la barriada Falú de San Juan, donde la facultad —con un total de 20 maestros— acudió a trabajar, con excepción de una ausencia por enfermedad. 

Con una matrícula de 286 alumnos, solo dos niños llegaron porque son hijos de maestros de esa escuela, de acuerdo con la información ofrecida por la directora Normara Seguí, quien atribuyó las ausencias a la falta de servicio eléctrico en la zona.

“Hay que ofrecerles desayuno y almuerzo a los nenes que están”, afirmó Seguí. “Yo aprovecho el tiempo para reunirme con los maestros. Hay que trabajar ciertos detalles y ya mismo hay que entregar notas”, añadió.

En la escuela elemental y de educación especial Pedro Moczó, en Carolina, cuya matrícula total es de 310 alumnos, 180 de éstos de educación especial, tampoco había estudiantes.

“Llegaron tres estudiantes y los padres se los llevaron”, expresó la directora Norma Iris de Jesús.

De igual forma, la escuela elemental Francisco Matías Lugo en Carolina, estaba abierta, sin estudiantes.