El enemigo dentro de la pandemia que se enfrenta a nivel mundial hace un año sigue siendo el COVID-19 -una enfermedad que ha provocado la muerte de más de 2,160 puertorriqueños- y dentro del arsenal para poder derrotarlo están las vacunas y la continuidad de medidas de prevención, advierten miembros de la comunidad cientítica de Puerto Rico al exhortar a la ciudadanía a mantener la calma después de que las autoridades de Salud de Estados Unidos recomendaran pausar el proceso de inmunización con el fármaco de Johnson & Johnson (J&J) tras presentarse seis casos de mujeres con un trastorno poco común de coágulos en la sangre.

Entre los expertos que clamó sosiego y recordó que hay más riesgos de sufrir complicaciones serias de salud a raíz de contagios del virus SARS- CoV-2, que por recibir la vacuna -incluyendo la de J&J- está Daniel Colón Ramos, profesor de neurociencia de la Universidad de Yale (Connecticut) y presidente de la Coalición Científica de Puerto Rico.

“Lo primero que hay que entender es que se reportaron seis casos entre 6.8 millones de personas que se han vacunado con Johnson & Johnson y que, al momento, no hay certeza de una correlación con la vacuna. Precisamente, lo que anunció la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) y los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) es que recomiendan hacer una pausa para despejar cualquier duda y hacer una investigación responsable. Que las agencias de salud sean así de precavidos es buena noticia porque nos confirma el cuidado que se le ha puesto al proceso de seguridad de las vacunas”, acotó Colón Ramos al específicar que el reporte refleja un .0009% entre todas las vacunas de J&J administradas.

En la mañana del martes, las autoridades estadounidenses recomendaron frenar la administración de vacunas producidas por Janssen como manera preventiva y hasta tanto el gobierno federal anuncie nuevas instrucciones.

Los seis casos bajo evaluación son de un tipo raro de trombosis del seno venoso cerebral y han surgido en mujeres entre las edades de 18 a 48 años. Particularmente, los síntomas presentados han ocurrido entre los días 6 y 13 después de haber recibido la inoculación que, a diferencia de las vacunas de Pfizer y Moderna, es de una sola aplicación. Una de las paciente se encuentra en estado crítico y otra falleció.

Otro dato de interés para la comunidad médica es que las seis pacientes presentaron un cuadro combinado con bajos niveles de plaquetas (trombocitopenia), lo que pudiera relacionarse con una reacción inmunitaria que genera anticuerpos que provocan un el raro trastorno de la coagulación. Unos reportes similares con el proceso de vacunación ocurrió en Europa con personas que se han inoculado con el fármaco de AstraZeneca-Oxford. Al igual que en Estados Unidos, los investigadores en Europa han identificado el desarrollo de coágulos en poblaciones jóvenes.

En el caso de Puerto Rico, el secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, ha aclarado que no existe ningún caso relacionado a un evento adverso de coágulos sanguíneos.

Por su parte, la directora del Plan de Vacunación de COVID-19 de Puerto Rico, la infectóloga pediátrica Iris Cardona, explicó que de los 377 efectos adversos reportados hasta el 2 de abril a través de las plataformas de los CDC y FDA, sólo tres corresponden a vacunas de J&J. “Se trata de tres hombres que presentaron rash, dolor en el área de la inyección y fatiga”, expresó.

En total, en Puerto Rico se han administrado 1,722,958 dosis de vacunas contra el COVID-19. De estas, 596,258 son en personas que ya completaron el proceso completo. Salud informó que 26,312 personas han sido inoculadas con el fármaco manufacturado por Janssen. Las otros productos disponibles son los fármacos de Pfizer y Moderna, los cuales requieren dos dosis para lograr efectividad máxima.

A preguntas de Primera Hora, la doctora Cardona informó que de las 26,312 de Janssen, unas 18,654 han sido aplicadas en mujeres y de estas 7,741 pertenecen al grupo de edad entre 18 y 49 años. Hasta el momento, ninguna de las féminas ha presentado reportes de efectos adversos.

Sin embargo, el llamado a todos los receptores de la vacuna de J&J es que busquen atención médica en caso de que presenten síntomas como inflamacion de la pierna, dolor de cabeza persistente, fuerte dolor abdominal y dificultad al respirar.

“El llamado es que si recibió la vacuna de Janssen recientemente-hace tres semanas- debe estar vigilante a esos cuatro síntomas, los cuales son signos clínicos que podrían asociarse con un evento de tromboembólico. Si presenta uno de estos síntomas, busque ayuda. A los profesionales de la salud, se les invita a estar pendiente a los pacientes y sus cuadros clínicos y ser rigurosos al preguntar sobre tipo de inmunización de COVID”, subrayó Cardona.

“El otro llamado es a la calma. Los que se vacunaron hace un mes y ven que no ha pasado nada no deberían tener ningún problema porque ya se ha visto que esto ocurre en un periodo desde el día 6 al día 13, aproximadamente”, expresó quien lleva más de 20 años trabajando en procesos de inmunización en la isla.

Insistió en que lo ocurrido son situaciones que se han visto con otras vacunas en el pasado y que continúan en el mercado porque salvan vidas. “Pasó con la vacunación del polio para los años 50′, en los 70′ con la influenza y en los 90′ con el rotavirus. Incluso, en el siglo 21 hubo señales de alerta con la de meningitis. Pero, al final, se logra comprobar la efectividad y se siguen usando sin problemas”, sostuvo quien en otras ocasiones ha enfatizado en que el uso de vacunas ha aumentado la esperanza de vida a nivel mundial desde hace mucho más de un siglo.

En el caso del novel coronavirus, según los ensayos clínicos realizados con los productos de Pfizer y Moderna, su efectividad sobrepasa el 95%. Mientras, en el caso de J&J la vacuna tuvo una efectividad del 73.1 % en la prevención de casos ocurridos al menos 14 días después de la vacunación y de un 81.7% en la de casos al menos 28 días después de la inyección, según había reportado la FDA tras respaldar el uso de emergencia del producto el pasado mes de febrero.

“Estas vacunas se aprueban en modalidad de emergencia, así que cuando surgen eventos como el que se informó hay que investigar y la FDA está haciendo lo correcto al poner en pausa su administración en lo que se hace la investigación pertinente. Mientras tanto, nuestra exhortación es que la gente tiene que seguir procurando las otras vacunas disponibles porque, definitivamente, la vacunación y la prevención con el uso de mascarillas, distanciamiento físico y lavado de manos son la clave en esta batalla que llevamos contra el virus”, dijo por su parte el pediatra Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos.

Recordó, además, que la presencia de variantes y el repunte de casos de COVID-19 en la isla crean una urgencia de que se siga promoviendo la vacunación.

El último reporte del Departamento de Salud confirma que durante la pandemia del coronavirus se ha confirmado el contagio de 103,957 personas, mientras hay 12,421 casos sospechosos. El total de fallecidos a causa del COVID-19 es de 2,162.

Mientras, el gerente de investigaciones del Puerto Rico Public Health Trust, Marcos López Casillas, catalogó como “oportuna” la pausa establecida por la FDA y los CDC.

“Esta permitirá que el sistema de salud se prepare para reconocer y tratar posibles casos apropiadamente y para que reporten eventos severos si alguno. Mientras, la gente debe estar alerta. Pero debe entender que la probabilidad de que ocurra es muy remota y que no significa que la vacuna no funciona o que por tenerla estarán más propensos a coágulos. Estos son casos remotamente aislados. Pero sí es importante que si tuvieron la inmunización recientemente, entiendan cuáles pueden ser algunas señales y que si entienden que las tienen, se comuniquen con su médico lo más pronto posible”, puntualizó.