Lío por leche fresca en comedores escolares
Los estudiantes no están recibiendo el producto en los almuerzos por falta de “refrigeración”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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La preparación y distribución de almuerzos en comedores escolares del Departamento de Educación (DE) inició esta semana sin un componente básico en la bandeja de alimentos: la deliciosa leche fresca. Y, lo que ha provocado la ausencia de esta importante fuente nutritiva en las comidas de los niños y niñas es inimaginable: la falta de equipo como una neverita portátil con hielo que mantenga el producto refrigerado.
Los retos impuestos por la pandemia del COVID-19 han provocado una nueva dinámica al servir los alimentos a los estudiantes del sistema público del país, el cual impone entregar la comida en empaques cerrados -y en modalidad de servicarro- a los padres de los alumnos que así lo soliciten.
Sin embargo, por disposición del gobierno federal (Food Nutrition Service) las ocho onzas de leche fresca -que de ordinario se sirven en unas bolsitas plásticas transparentes- deben estar frías al momento de entregar los empaques de almuerzos, tal como ocurría en la dinámica del comedor. Pero el DE dice que no hay garantías de que la leche mantenga su frescura pues no tienen el equipo para mantenerla refrigerada durante el periodo de dos horas en el que se distribuyen los alimentos, una dinámica que casi siempre se da en los estacionamientos de los planteles.
Según explicó a Primera Hora Lourdes García, directora de la Agencia Estatal de Servicios de Alimentos y Nutricion (AESAN), adscrita al DE pero subvencionada con fondos federales del Child Nutrition Programs del Departamento de Agricultura Federal, el personal de la Autoridad Escolar de Alimentos identificó tener dificultad para cumplir con los patrones establecidos por el gobierno federal antes que comenzara el año escolar 2020-2021. En ese sentido, la agencia procedió a solicitar una dispensa pidiendo que se flexibilizara el servicio, excluyendo la entrega de bolsitas de leche en la bandeja de almuerzo.
Esta situación, según cálculos provistos por el DE, conllevan la paralización de unos 11,000 galones de leche al día o lo que es equivalente a 150,000 cuartillos de ocho onzas. A la semana serían 750,000 cuartillos. Estas son las metas estimadas de consumo realizadas por Educación de acuerdo a las raciones que se servirán por día en los almuerzos “to go” a base de la matrícula de 282,000 estudiantes que hay registrados en este nuevo año escolar.
García explicó que AESAN evaluó la solicitud de dispensa del DE, la concedió y la extendió hasta el 31 de septiembre, tras una segunda petición efectuada por la Autoridad. La funcionaria resaltó que para el DE es importante solicitar la dispensa porque el gobierno federal le reembolsa al gobierno de Puerto Rico una cantidad de dinero por cada bandeja de alimentos que se sirve a los estudiantes. En cambio, esa negociación conlleva un valor nutricional en el servicio que obliga a incluir en cada bandeja servida a los niños los siguientes componentes: cereales, carnes, vegetales u hortalizas y la leche. “La leche no tiene sustitutos en términos de los patrones que se exigen a nivel federal”, acotó reiteradamente García haciendo hincapié en que el asunto debe ser resuelto con premura o se ponen en riesgo los fondos.
“Sabemos que la Autoridad de Comedores Escolares está haciendo gestiones para poder adquirir máquinas expendedoras de hielo y también sabemos que han habido reuniones con la industria lechera… estamos conscientes que no dar el servicio de leche puede impactar a la industria lechera y por eso estamos dando la dispensa por un solo mes”, dijo García al destacar que también hay que velar por la salud y seguridad de los niños.
Pero, ¿qué gestiones está realizando el Departamento de Educación y la Autoridad Escolar de Alimentos?
Francheska Reyes Benítez, directora de la Autoridad Escolar de Alimentos, detalló que son varias las acciones que se están tomando para intentar reincorporar la leche fresca al plato de los niños, comenzando porque ya se adjudicó un proceso de compra de dos neveritas de playa (con ruedas) para cada una de las 854 escuelas del sistema público y máquinas expendedoras de hielo para cada plantel. El costo de cada neverita es de $109 y de las expendedoras es de $9,000 por unidad y las mismas se sufragarán con fondos federales.
“Esas órdenes de compra ya se hicieron, pero tenemos la realidad de que con el asunto de los impuestos que se ponen sobre el inventario gran parte de estos equipos no están disponibles en el mercado de Puerto Rico y hay que traerlos de Estados Unidos o mandarlos a manufacturar”, dijo Reyes Benítez al explicar que la promesa de entrega de los equipos, al menos de las neveras, es de hasta 90 días.
“Otro asunto es el hielo porque el Departamento de Salud y el Food Code de USDA exige que el producto se tiene que mantener refrigerado con hielo, pero este no puede ser producido por nosotros. Tiene que ser por una máquina con filtro certificado. Así que hay que comprar el hielo pero esa inversión hay que buscarla porque no se pueden utilizar fondos federales ni estatales”, aclaró.
“Estamos haciendo lo posible para comenzar a servir leche… créeme que si llegan cinco neveras, las entregamos enseguida en cinco escuelas y así lo haremos paulatinamente. Pero la situación está complicada y por eso estamos exhortando Fondo para el Fomento de la Industria Lechera -que con ellos es nuestro contrato- que nos ofrezcan leche UHT porque el plan alimentario nos exige leche fluida y no, necesariamente, tiene que ser fresca. Pero necesitamos que esa leche la ofrezcan empaquetada en 8 onzas. Así lo exige el gobierno federal”, dijo Reyes Benítez.
Agregó que las reuniones con portavoces de la industria lechera no han sido del todo efectivas al momento pues, según se les ha explicado, elaborar empaques de ocho onzas requiere un cambio en la logística de producción.
“Se les hizo la invitación de que hagan la modificación, de que lo intentaran… sabemos que el margen de ganancia en la producción de leche fresca es mas atractiva que la producción de leche UHT, pero ante la situación real que vive el país, y ante la modalidad de servicio que estamos dando, tienen que contemplar otras opciones. Necesitamos que cooperen un poquito y hagan esa modificación porque al final se están afectando los niños que no están recibiendo los servicios de leche”, dijo.
Insistió en que la compra de neveritas de playa solo “mitigaría” de forma provisional el asunto. “A la larga se tienen que hacer otros cambios en el mercado para poder satisfacer la necesidad de comedores escolares ante esta situación causada por el COVID-19… reconozco que importar leche UHT de otras compañías que sí pueden darnos el servicio que solicitamos es parte de lo que estamos considerando. Obviamente, nuestra prioridad es darle la oportunidad al comercio local, pero no podemos perder esa dispensa”, manifesto Reyes Benítez.
Actualmente, el DE y el Fondo de Fomento de Industria Lechera tienen un contrato vigente de $20 millones por un año. Sin embargo, apenas se han podido concretar los servicios en los que se cobra por entrega pues la merma en el consume después de los terremotos de principio de año -y luego con la pandemia- han hecho un gran bache en el consumo de este producto agrícola.
Por ejemplo, entre agosto de 2018 a mayo de 2019 el DE compró $10.8 millones en leche, para un estimado aproximado de 2 millones de galones de leche. En ese mismo periodo, para el año 2019-2020 la agencia invirtió $6.6 millones en leche fresca. La baja se comenzó a percibir en enero cuando solo se invirtió $29,000 en leche. En abril solo se alcanzó a invertir $6,183. De ordinario, Educación gasta $1.2 millones en compra de leche fresca mensualmente.
“Mi meta es que para el 31 de septiembre el 35% de las escyuelas esté recibiendo la leche fresca. Sino tendremos que solicitar una nueva dispensa. Por eso mi invitación a la industria lechera es que haya flexibilidad y que modifiquen el producto. Ellos sí tienen el empaque y las máquinas. Quizá solo requieren cambios de logística e inversión”, sostuvo la directora de la Autoridad de Alimentos Escolares.
Reacciona líder de industria lechera
Según Manuel Martínez Arbona, presidente del sector de la industria lechera de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, la situación suscitada en en el mercado institucional que representan los comedores escolares es un asunto que se resuelve “con buena voluntad”, al tiempo que advirtió que de no encontrarse una salida el impacto en las ventas sería un gran golpe a los ganaderos que durante los pasados años confrontaron bajas en sus ganancias a causa del cierre de las escuelas.
“Yo creo que si el problema es la refrigeración ahí el Departamento de Educación y el Departamento de Salud y todo el mundo debe cogerse de las manos y ver cómo lo resuelven. Porque si esto es por falta de una neverita yo vi una por ahí cuando estaban entregando almuerzos y adentro lo que tenía era cócteles de frutas. Así que yo creo que es algo que hay que trabajarlo”, sostuvo.
Indicó que se deben buscar “todas las alternativas viables” para garantizar la continuidad del servicio de leche fresca.
“Vamos a ser razonables. Vale la pena agotar alternativas para todo lo que representa nuestro producto en términos de calidad. Además, en qué municipio no hay una nevera que sepa Dios ni las están usando. Hay muchas soluciones. Lo que hay que tener es voluntad. Y nuestro llamado al Departamento de Agricultura es que proteja los productos agrícolas de esa bandeja. Son muchas familias en Puerto Rico que se levantan a trabajar diariamente por ese producto que está ahí”, indicó.
Dijo que aún así se evaluó elaborar leche UHT en ocho onzas pero sería para noviembre que podría llevarse a cabo la logística. “Le dimos la alternativa de que se le entregue un envase de 32 onzas a cada niño para que se lo tomara durante la semana, pero dijeron que no se puede por regla federal… nosotros tenemos UHT y se la podemos dar pero hay otro asunto: eso le cambia el paladar al niño que después no va a querer tomar leche fresca. Nuestra industria está cimentada en la leche fresca y quieren atosigar otra cosa a la cañona. Y si de verdad se terminara importando leche eso no es justo…si nos hacen eso, estamos muertos”, dijo Martínez Arbona.
Por su parte, el secretario del Departamento de Agricultura, Carlos Flores, dijo que se reunió personalmente con los gerentes de las tres plantas de leche en Puerto Rico (Tres Monjitas, Suiza e Indulac) para conversar sobre la situación y ver si cabe la posibilidad de producir leche de vida extendida para los comedores escolares.
“Pero reconozco que esto conlleva una inversión y reajuste del precio de la cuartilla porque será más costosa… además ellos dicen que aquí no se trata de dinero. Por ejemplo, en caso de Indulac están en un proceso de remodelación y han tenido problemas con montar equipos… los ingenieros están retrasados. Así que dentro de ese escenario no se ha tomado la decisión de qué se va a hacer. Lo perfecto sería que se pueda entregar la cuartilla fría en el momento que se da la bandeja caliente o que se produzca la leche de vida extendida”, expresó Flores.
El cierres de escuelas… provoco pmerma en consume pq nos se vendian producots agricolas… son 200 agricultores aue se vieron afectados y tuvieron que dredirigir esasas ventas a otros lugares . Esos sí puedne participar d eprogramas federales de Corovnavirus Asistan program apr acobrar perdidas por mercancia uqe no pudieran cobrar…
Calificó como “teorías de mercadeo” que se produzca un cambio de paladar en los niños con el cambio a leche UHT, al tiempo que exhortó a las partes a “ponerse de acuerdo” para que la industria lechera no continúe afectándose.
“Este es un mercado sustancialmente grande y no podemos perder ese contrato… esa distribución es bien considerable en ventas, aun cuando ha mermado porque nosotros llegábamos repartir alimentos agrícolas a más de mil escuelas y ahora son poco más de 800 y eso le ha costado muchísimo dinero al sector. Lo importante es ajustarnos a los cambios. No puede ser que todo se tranque. Todo el mundo tiene que ceder para poder mover el negocio. En cuanto a importar es peligroso porque dejas la leche local sin oportunidad de venderse. Y eso repercutirá en pérdidas para el sector de ganaderos de leche. Hay que evitar eso a toda costa”, dijo el secretario de Agricultura.