La Fondita de Jesús amplía sus servicios a comunidades vulnerables fuera de San Juan
La organización sin fines de lucro denuncia que ha encontrado muchos adultos mayores sin acceso a servicios médicos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La Fondita de Jesús, una reconocida organización sin fines de lucro que desde 1986 asiste con alimentos y otros servicios de primera necesidad a personas sin techo en San Juan, denunció hoy que en los servicios rodantes que ha extendido a varios municipios en Puerto Rico ha encontrado muchos adultos mayores que viven solos, desprovistos de servicios de salud.
Tras el golpe que el impacto del huracán María el 20 de septiembre de 2017, la organización comunitaria amplió sus servicios en lo que ha denominado La Fondita de Jesús en la Comunidad, para atender las necesidades de comunidades vulnerables en más de 20 municipios. Hasta estos pueblos lleva su unidad médica móvil como parte del programa Conexión Saludable.
Hoy, la Fondita de Jesús conmemoró el primer aniversario de la unidad médica móvil con una feria de salud en los predios de su local, en la calle Monserrate, esquina Fernández Juncos, en Santurce, en la que recibieron ayuda y servicios más de 60 personas de la comunidad santurcina y sectores aledaños, entre ellos, Tras Talleres, El Gandúl, La Colectora y la Barriada Figueroa.
“En los últimos seis años, hemos sido testigos del preocupante deterioro de un servicio fundamental como es la atención médica, el cual se ha vuelto cada vez menos accesible para las poblaciones más vulnerables, en particular nuestros apreciados adultos mayores. Nuestra organización ha emprendido una labor incansable para identificar los obstáculos que limitan este acceso, y hemos abogado de manera ferviente por soluciones concretas que permitan elevar la calidad de la atención médica y promover el bienestar de esta envejecida población, así como de aquellos en peligro de perder su hogar”, expresó Josué Maysonet, director ejecutivo de La Fondita de Jesús.
Maysonet dijo que con los adultos mayores han visto muchos casos de alta presión, diabetes y artritis sin tratar porque en estas comunidades vulnerables es poco o ninguno el acceso que tienen para realizar visitas médicas rutinarias a un médico primario, pues cuentan con poco apoyo social y familiar de transportación.
“Hay mucha necesidad de equipos médicos, de enseres eléctricos. Puede ser una persona con diabetes con una nevera dañada y por eso solo come comida enlatada, que deteriora su condición de salud”, abundó Nicole Paredes Rivera, Coordinadora de Conexión Saludable de La Fondita de Jesús.
Paredes dijo que en las visitas de la unidad móvil va un médico y una enfermera y que en este primer año, han impacto los pueblos de Humacao, Guayanilla, Utuado, Toa Baja y Vieques, entre otros,
Además, indicó que en la unidad móvil atienden a personas sin hogar en muchos pueblos y que encuentran muchos casos de pacientes con úlceras, a quienes les ofrecen servicios de curaciones.
“Hemos llevado a cabo una significativa diversificación de nuestra gama de servicios de salud y nuestro alcance para asegurarnos de que aquellos que no tienen el privilegio de recibir atención médica puedan acceder a ella a través de nuestra unidad de salud móvil, la cual es un verdadero servicio del pueblo y para todas las personas. En La Fondita de Jesús estamos dispuestos a llegar hasta donde sea necesario para proporcionar ese imprescindible servicio de salud que todos merecemos, garantizando así una mejor calidad de vida y la preservación de la dignidad de nuestra comunidad”, manifestó el director de La Fondita.
Paredes, por su parte, indicó que al contactar a personas sin servicios de salud a través de sus visitas a la comunidad hacen referidos a agencias de gobierno para que puedan acceder al Programa de Salud Vital, a especialistas de salud y a agencias que brindan trabajo social comunitario. Exhortó a crear más alianzas entre el gobierno y las organizaciones del Tercer Sector que laboran en las comunidades para que mejore el acceso a servicios de salud de adultos mayores, personas sin hogar y personas en riesgo de perder viviendas en comunidades vulnerables.
En la feria de hoy participaron organizaciones y agencias que brindan servicios de salud a comunidades como: Programa de Más Salud para las Personas sin Hogar de la Facilidad de HOARE de Santurce, HealthproMed, La Perla de Gran Precio, ASSMCA, Departamento de Salud de Puerto Rico, First Medical Vital y Centro ARARAT.
Las personas que participaron de la feria eran hombres y mujeres, muchos sin hogar y usuarios de drogas. Podían ser examinados por un medico y personal de enfermería y hacerse pruebas rápidas para detector el VIH-Sida y Covid. También podían recibir orientación y/o referidos al programa de Metadona de ASSMCA y un kit con el medicamento Naloxona, para prevenir muertes en casos de sobredosis por opioides. Además de recibir meriendas, kits de higiene, profilácticos y una mochila de emergencia para la temporada de huracanes, los participantes podían vacunarse contra la influenza.
En horas de la tarde, no había surgido ningún positivo al VIH y se había registrado un positivo al Covid.
Hablan los participantes
Yolanda Torres Díaz se mostró satisfecha con los servicios de la feria y de la Fondita. “Entre ellos (la Fondita de Jesús) y la social de un programa federal de (Departamento de la) Vivienda me consiguieron un apartamentito. Estuve casi 19 años en la calle usando sustancias y deambulando… Se puede, la cosa es buscar alternativas”, narró para agregar que “en la calle están mezclando el fentanilo con todo”.
Agregó que ha visto “gente que se quedan dormidos con eso y cuando uno va a tocarlos, están muertos”.
Joel, un joven de Trujillo Alto también tuvo palabras de elogio para la Fondita de Jesús.
“Gracias a la Fondita que está aquí y nos ayuda, nosotros tenemos (duchas) para bañarnos y nos dan ropa. Esa parte que es incómoda se nos hace más fácil a nosotros”, expresó el joven de 34 años, un mecanico de profesión que lleva “siete meses en la calle”.
Diariamente la Fondita de Jesús brinda desayuno, almuerzo y servicios básicos, como casilleros (lockers), lavandería a unos 70 a 75 personas, dijo Joanly Rodríguez Serrano, coordinadora de servicios de la organización comunitaria.