Un día tarde y con escollos. Así finalmente dio inicio este miércoles el escrutinio general de las elecciones desde el Centro de Operaciones de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), en Hato Rey.

Pasadas las 11:00 a.m., ya cerca de 300 funcionarios llenaron las 60 mesas ubicadas en el salón del Centro con tres maletines por mesa, comenzando con el conteo del Precinto 1 de San Juan, que suman, aproximadamente, de 305 a 309 maletines de colegios regulares.

Pese a que la presidenta alterna de la CEE, Jessika Padilla Rivera, atribuyó el atraso a la disyuntiva entre los comisionados electorales sobre cómo se contabilizarían las papeletas legislativas, que irán a recuento por miles de votaciones por nominación directa, esto no fue lo único que detuvo el comienzo del escrutinio.

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Los comisionados electorales del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Roberto Iván Aponte Berríos; del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Lillian Aponte Dones; y del Partido Popular Democrático, Karla Angleró González, confirmaron a Primera Hora que fue el hecho de que los maletines no tenían las actas lo que, verdaderamente, detuvo los trabajos.

Esta mañana fue que empleados de la CEE tuvieron que sacar copias de las actas en el edificio central de la Comisión para así comenzar a laborar, pues las “miles” de copias originales están aún en la imprenta.

“La realidad es que eso no detuvo el proceso nunca”, comentó Aponte Dones. “Aquí el que sabe el Código Electoral, y sobre todo el PNP, sabe que los procesos no se detienen, incluso cuando se va al tribunal. Aquí se detuvo el proceso porque la Comisión no estaba lista y no tenía las actas de escrutinio que son tan necesarias para empezar el escrutinio”, señaló, agregando que la discusión de cómo se contaría las papeletas legislativas fue una de “varios días” y no se limitó a ayer.

De izquierda a derecha: la comisionada electoral del PPD, Karla Angleró González, y del MVC, Lillian Aponte Dones. Fotografiado de espalda, el comisionado electoral de PIP, Roberto Iván Aponte Berríos.
De izquierda a derecha: la comisionada electoral del PPD, Karla Angleró González, y del MVC, Lillian Aponte Dones. Fotografiado de espalda, el comisionado electoral de PIP, Roberto Iván Aponte Berríos. (Carlos Rivera Giusti)

“El instrumento principal de un escrutinio son las actas, son una sábana grande que tú llenas el conteo, el ‘tally’ de los votos. No estaban listas ayer. Ayer estaban en imprenta. No estaban las actas preparadas. Ya hoy hay actas, así que comenzó el proceso”, coincidió Aponte Berríos, al observar que “hasta ahora, va bien” el escrutinio.

No hay razón que justifique el hecho de que tú comiences el escrutinio sin tener los materiales necesarios y esenciales para tú llevarlo a cabo, que son las actas”, añadió Angleró González, quien explicó que todavía hay una sola acta por mesa y que, luego, tendrán que hacerles copia para el archivo de los cinco partidos.

Un conteo híbrido

En cuanto a la discordia entre los comisionados de ayer, todos, salvo Aníbal Vega Borges, del Partido Nuevo Progresista (PNP), estimaron que la manera más efectiva de contar las papeletas legislativas era manualmente.

Empero, Padilla Rivera decidió de manera unilateral que se contarían electrónicamente, no sin antes “segregar” las papeletas con nominación directa, tanto las que tienen una “x” en el recuadro como no, acorde a la decisión del Tribunal Supremo del 2020 que radicó el excandidato a la alcaldía de Guánica, Edgardo Cruz.

Es decir, se trata de un conteo híbrido, donde las que tienen nominación directa se contarán manualmente y, luego, se sumarían a las que se contabilizaron electrónicamente.

“Cuatro de los cinco comisionados electorales, con excepción del PNP, entendíamos que esa papeleta de recuento, tanto Senado como Cámara por acumulación, iba manual. PNP entendía que no. La presidenta decidió como el PNP”, explicó Aponte Berríos.

Según la comisionada del MVC, el método de conteo aporta a la falta de uniformidad del proceso, pues se separarán las papeletas para, luego, “consolidarlas”,

“Todavía no se sabe cómo se hará”, admitió. “Entendíamos que debió haber sido manual, precisamente por la gran cantidad de nominaciones directas que hay. Estamos hablando que en el Senado son sobre 80,000 y eso sí requiere una adjudicación manual. Así que, crear un proceso nuevo, híbrido podría ser complicado. Ahora mismo, eso es lo que tenemos”, puntualizó.

“Lo que queríamos es darle finalidad a un proceso tan atropellado como lo fueron estas elecciones, esa seguridad que tanto los candidatos como los electores necesitan cuando se culminan los procesos, que no se crearan dudas. Sin embargo, estamos en un proceso nuevo que veremos cómo funciona en los próximos días y si se tiene que cambiar nuevamente”, agregó.

Por esto, Aponte Dones insistió que Padilla Rivera convoque otro pleno para exigir que se cuenten apropiadamente estos votos, máxime las de la Cámara por Acumulación, escaño que perseguía la representante del MVC, Mariana Nogales Molinelli.

“Ahí hay un gran número de votos de electores… que debemos saber quiénes son y a quiénes fueron adjudicados. Sin embargo, eso no está sucediendo ahora mismo en el piso del escrutinio”, estimó la comisionada.

Vienen “días largos”

Independientemente de estos óbices, los comisionados entrevistados por este diario alabaron la dedicación de los funcionarios y confiaron que, para diciembre, se culminará el escrutinio, aunque confesaron que para la semana que viene, tendrán una visión más clara de cuánto se demorará

Van a ser días largos. No vamos a estar aquí, yo vislumbro, que un poco más de un mes en lo que concluimos el proceso. Siempre los primeros días los ánimos están más caldeados. Yo creo que tan pronto saltamos de los precintos de San Juan, bajan los niveles y va a aligerarse el proceso”, expresó Angleró González.

“Aquí lo que importa es cómo se termina el proceso. Ha sido atropellado desde el inicio, cierre de registro electoral, las recusaciones. El pueblo necesita algo de estabilidad en el proceso electoral, porque la democracia depende de eso y terminar como estamos empezado sería terminar nefasto y, sobre todo, lacera aún más lo que sería la democracia en el pueblo de Puerto Rico, que ahora mismo duda de esa institución”, dijo Aponte Dones.