Javier Gómez Cruz, quien actualmente es juez del Tribunal de Ponce, era uno de los empleados de la Cámara de Representantes que más dinero ganó durante en el cuatrienio pasado, bajo la presidencia del popular Jaime Perelló.

Según un adelanto del informe que prepara la cámara baja para entregárselo a la candidata a representante por el Distrito 3 de San Juan por el Movimiento Victoria Ciudadana, Eva Prados, y el cual fue suministrado en exclusiva a Primera Hora, Gómez Cruz devengaba $12,500 mensuales.

Le seguía en los salarios más altos de la Cámara de Representantes dos empleados adscritos a la Presidencia de la Cámara. Estos eran el jefe de personal, William Díaz Natal, así como Omayra Rodríguez, asistente administrativa, con $10,800 mensuales.

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Los otros dos salarios corresponden a Luis Cruz Batistas, director de la Comisión de Hacienda, bajo la presidencia de Rafael “Tatito” Hernández, con $10,000 mensuales, así como Jesús Collazo López, quien era ayudante del exlegislador José “Pito” Torres, con $9,000 mensuales.

Gran parte de estos salarios mencionados eran más alto que los que por ley cobró el expresidente de la Cámara, Perelló.

Según establece la ley número 97 de 1968, según enmendada, los presidentes de las cámaras legislativas tienen un salario mensual de $9,221.92. Esto representa $110,663 anuales.

El informante que entregó el listado de los salarios del cuatrienio pasado aludió a que la información de este cuatrienio todavía es recopilada, por lo que no estaba lista para ser suministrada.

De la información provista, se destaca que Gómez Cruz devengaba $12,500 como director de la Comisión de Gobierno, que era presidida por el representante popular, José “Conny” Varela.

Al cuestionársele por dicho contrato, el legislador dijo que le pusieron toda la suma que devengaba Gómez Cruz “adrede” bajo su nombre. Señaló que la realidad era que el ahora juez ganaba $8,000 mensuales como director de la Comisión de Gobierno y $4,500 mensuales bajo la Comisión de Asuntos Internos, la cual presidía el exrepresentante “Pito” Torres.

“Si yo te digo quién es Javier Gómez, hacía su trabajo. (Fue) primera nota de derecho penal en la UPR (Universidad de Puerto Rico), primera nota de la reválida, oficial jurídico del Tribunal Supremo. Te puedo decir más, corregía los textos del profesor Chiesa de la Escuela de Derecho”, sostuvo.

¿Dividiendo sus funciones se merecía ganar $8,000 en su comisión?, se le cuestionó a Varela.

“Hacía el trabajo, hacía todo el trabajo. ¿Cuántos proyectos no vimos? ¿Cuántas resoluciones? Sí, sí. De Javier Gómez Cruz yo doy fe”, afirmó.

De paso, el legislador señaló que es necesario que en la Legislatura se realice un plan de clasificación y retribución.

Este diario intentó contactar a Perelló, quien ha estado alejado de la vida pública tras haber sido acusado de corrupción. Sin embargo, este no devolvió las llamadas para hablar sobre los salarios de algunos de sus empleados.

Tampoco se pudo contactar a Torres. Su número telefónico figuraba como con problemas técnicos.

El actual portavoz de la delegación del Partido Popular Democrático (PPD), “Tatito” Hernández, entretanto, rechazó conversar telefónicamente sobre el salario que se le atribuye devengó Cruz Batista, como director de la Comisión de Hacienda.

Hizo alusión a que él reveló que otra persona que fue su empleado durante el cuatrienio pasado, Ryan Hernández Rivera, devengaba $8,000 mensuales. Esta persona también figura en el listado provisto por la Cámara.

Cuando se le insistió que se le cuestionaba por Cruz Batista, envió un mensaje en el que estableció que “de la misma forma honrada y de frente que divulgue mis contratos y salarios desde el 2013, el próximo cuatrienio publicaremos de forma automática y accesible todos los contratos y salarios en la Cámara de Representantes”.

Una biografía de Cruz Batista encontraba bajo el portal de la Cámara de Representantes indica que el contable, “en enero de 2013, interrumpió su práctica privada en la contabilidad pública para ocupar el puesto de director de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Representantes del Estado Libre Asociado de Puerto Rico donde también se desempeñó como asesor del Presidente de dicho cuerpo legislativo”.

Otros salarios destacados en la lista son el de Francisco De Jesús, como director de la oficina del exrepresentante José Báez Rivera, así como el de Betzaida Quiñones, como director de la Oficina del exrepresentante Eduardo Ferrer.

Báez Rivera señaló que fue “terminándose el cuatrienio” que se le aumentó el salario a De Jesús a $8,000 mensuales. Explicó que fue en un momento en que renunciaron y despidió a varios empleados que el abogado pasó a dirigir la Comisión de Seguridad, administrar su oficina y a asesorar a la Comisión de Jurídico, la cual también presidía.

“No creo que haya sido su salario permanente”, insistió, al exponer que ese salario se le pagó a lo máximo por seis meses.

Se le cuestionó si era justo que muchos de estos asesores devengaran más dinero que el propio legislador, cuyo salario base es de $6,147.92 o lo equivalente a $73,775 anuales. Su contestación fue que “yo creo que la vara no debe ser en relación a cuánto se gana el legislador”.

“Uno no debe verlo en un vacío, uno lo que tiene que es exigir que los sueldos de la empresa privada lleguen ahí. Vamos a olvidarnos del amigo y la batata. Vamos a hablar del puesto y el salario. Muchos de esos puestos y salarios son los que deben pagarse en la empresa privada. Que la empresa privada no haya llegado a esos sueldos en ocasiones, pues, entonces eso es cuestionable”, dijo Báez Rivera, quien se ha desligado de la política.

Por último, el exrepresentante Ferrer justificó que su directora de oficina devengara $7,500 mensuales. Aludió a que ella dejó de trabajar como fiscal del Departamento de Justicia para ingresar a la Legislatura.

“Era una persona de mi confianza y yo siendo portavoz alterno, que corría el ‘floor’ en muchas ocasiones, pues tenía que tener el personal adecuado en mi oficina”, expuso el exlegislador.

Alegó que cuando era legislador tenía asignado $42,000 mensuales para administrar su oficina y todos los meses devolvía dinero, pues “no lo gastaba”.

En el listado también sobresalen otros empleados de Perelló, los cuales devengaban $7,000. Entre estos estaba Beatriz Ortiz y Kenneth Romero, como ayudantes ejecutivos, así como la ayudante ejecutiva del representante Roberto Ruiz, Franchesca Pellot.