En una vista pública “a casa llena”, la Comisión de Derechos Humanos y Asuntos Laborales del Senado recibió hoy conmovedores testimonios en torno a un proyecto de ley que busca establecer la política pública del gobierno de Puerto Rico contra del discrimen racial por peinados africanos y texturas (alisados) de cabello.

“El discrimen hacia los cabellos afro y los peinados protectores no es uno personal sino sistemático, el cual por años -debido a la cultura racista en la que vivimos- se ha silenciado”, expresó Alanis M. Ruiz Guevara, una joven afrodescendiente, peticionaria de la pieza legislativa (Proyecto del Senado 1282). La medida por petición, lleva la firma de los senadores Ana Irma Rivera Lassén y Rafael Bernabe Riefkhol, del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC).

“A mis ocho años me hicieron mi primer peinado protector, unas trenzas estilo cornrows. En ese momento me sentía hermosa y estaba sumamente entusiasmada de que mis compañeras del colegio me vieran. Al siguiente día me encontré con una institución educativa que me privó del salón de clases por el mero hecho de haber realizado dicho peinado”, dijo para agregar que la institución notificó a sus padres que el arreglo en su cabello iba en contra de las normas establecidas y para asistir a clase tenía que quitárselo.

“La primera vez que me realizaron un alisado apenas tenía nueve años. Cada tres meses tenían que realizarse retoques de este procedimiento, lo cual hice por el resto de mi niñez y la mayor parte de mi adolescencia... Al comienzo sientes un olor terrible que quema tus ojos y ese es el momento en que mi cuero cabelludo comenzaba a arder como si este se estuviera quemando, luego comienza a picar. Cuando decía ‘me duele’, me respondían: ‘así sabes que está funcionando, déjalo unos minutitos más’. Ningún niño ni adulto debe pasar por esto”, relató Alanis, quien es estudiante universitaria y activista de la Colectiva de Afrodescendencia Cimarrona. Recordó que en 2021 presentó el mismo proyecto por petición en la Cámara de Representantes, pero no prosperó.

A Lorraine León Ramírez, de tez blanca y madre de dos jóvenes afrodescendientes, Diego y Gianfranco, 19 años y 17 años, se le quebró la voz varias veces durante su testimonio.

León Ramírez narró, entre lágrimas, cómo en agosto de 2022, en el primer día de clases, personal del un colegio les reclamó a sus hijos, delante de los demás compañeros, que “tenían el afro muy alto” y que tenían que recortárselo.

“En ese momento fue como echarles un balde de agua fría, sin tan siquiera haber puesto un pie dentro de su nuevo colegio. Eso nadie me lo contó, yo estaba allí acompañando a mis hijos”, relató la madre en la vista pública. Sus hijos la acompañaban en el público que llenó todos los asientos del Salón María Martínez de Pérez Almiroty en el Senado.

“Yo también fui esa niña negra que llegaba a la escuela asustada porque no se le salieran las greñas del apretado moño que su madre le confeccionaba cada madrugada para que las maestras no le fueran a llamar la atención... yo también fui esa niña negra con llagas en el cuero cabelludo quemado por cremas alisadoras. Fui la niña obligada a rolos y pañuelos buscando aceptación de toda una sociedad”, declaró la escritora y profesora universitaria, Mayra Santos Febres.

La novelista apoyó el proyecto de ley porque dijo que crea un protocolo que hace falta “en un país que hace 150 años apoyaba y sistematizada y decía que era legal vender personas (esclavitud). “Necesitamos protocolos y leyes para defendernos del racismo sistémico”, sostuvo Santos Febres y subrayó que en Puerto Rico no existe el término de querella por acoso racial.

El portavoz de Taller Salud, Welmo Romero Joseph dijo también, que el Departamento de Educación obliga a jóvenes afrocaribeñas a cambiar sus estilos de cabello y consignó los efectos en la salud mental de las prácticas discriminatorias.

“Ese pelo guarda piojos No puedes venir con el afro”, dijo que son algunas expresiones que reciben sobre su cabello las participantes de Taller Salud.

“Hay una línea bastante fina entre reglas y discriminación. Es más que cabello, es más que un estilo, es algo que veo todos los días, con lo que nací y cuando oigo, ‘te tienes que cambiar para estudiar, para trabajar’, eso da angustia”, dijo Julia Llanos Bultrón, una joven profesora de una escuela en la isla municipio de Vieques.

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El senador independiente, José “Chaco” Vargas Vidot aludió a un estudio publicado por la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés, que revela que los químicos que se utilizan para alisar el cabello aumentan el riesgo de cáncer uterino y desarrollar alopecia. “En el estudio se compararon cerca de 378 mujeres que no texturizaron su cabello y resultó que el cáncer uterino en las que tenían que usar esos productos aumentó su prevalencia en un 4%, mientras que en las que no los usaban, se quedaba en la norma que es el 1.6%.”, dijo el legislador, quien pidió que se agregue al proyecto de ley el impacto del discrimen racial en la salud física y emocional de las personas.

El Departamento del Trabajo, única agencia que compareció en contra de la medida, se amparó en que la Ley 90 de 2000 prohíbe el acoso laboral La intención legislativa ya está contemplada y protegida en la Ley 90 de 2020 que prohíbe eltodo tipo de acoso laboral que atente contra la dignidad de los trabajadores. “Para nosotros tanto las texturas como los peinados están cobijados por raza y si alguna persona siente o ha sido víctima de un discrimen en su empleo en el sector privado puede acudir ante la unidad anti discrimen y se va a atender su reclamo”, dijo la procuradora del Trabajo, Nahiomi Álamo, quien acudió en representación del secretario, Gabriel Maldonado González.

Pero, la Comisión de Derechos Civiles (CDC), se distanció de la posición del Departamento del Trabajo y le pidió a Álamo que la agencia revalúe su oposición a la medida.

El director ejecutivo del CDC, Ever Padilla Ruiz dijo que el organismo ha recibido querellas de padres y madres contra escuelas que rechazan que sus hijos o hijas lleven afro, trenzas estilo rasta o dreadlocks y trenzas africanas. Incluso, indicó que han recibido querellas de discrimen de policías que alegan que les exigen mantener el cabello corto “Todas estas querellas denotan un claro discrimen al ejercicio de los derechos constitucionalmente protegidos”, sostuvo Padilla Ruiz.

La senadora Rivera Lassén, quien es la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Asuntos Laborales pidió al Director de la CDC que en un plazo de cinco días remita a la comisión legislativa copia de las querellas por racismo que ha recibido el organismo en los últimos diez años.

Rivera Lassén dijo que pedirá memoriales a los Departamentos de Justicia y Educación para rendir un informe sobre la medida “lo más pronto posible”. Tanto Rivera Lassén como el senador Bernabe Riefkhol indicaron que el asunto de la salud se va a incorporar al proyecto de ley.

“Vamos a visibilizar un problema que se esconde debajo de la alfombra diciendo que este no es país racista”, expresó la senadora independentista María de Lourdes Santiago Negrón, quien también destacó que mientras este proyecto se evalúa el gobernador Pedro Pierluisi vetó una medida que buscaba prohibir el discrimen en centros de trabajo contra personas que utilicen tatuajes, piercings o lleven el cabello teñido en colores no tradicionales.

La senadora novoprogresista, Migdalia Padilla Alvelo, quien participó en la vista pública no fue categórica en si apoya o no el proyecto de ley. Los senadores Gregorio Matías, Rubén Soto y Ramón Ruiz Nieves se excusaron de la vista.