ICF entrega a Salud informe que confirma que niña de cinco años murió por COVID-19
La menor, residente del área sur y quien tenía historial de asma crónica, murió en un hospital de la zona antes de recibir un diagnóstico de un médico de sala de emergencias.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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En momentos en que en la isla se sobrepasan las 3,000 muertes por COVID-19, la directora ejecutiva del Instituto de Ciencias Forenses, María Conte Miller, confirmó este lunes que en esa oficina se completó ayer el certificado de defunción de una niña de 5 años cuya causa de muerte fue la enfermedad que provoca el SARS-CoV-2, proceso que se registró inmediatamente en el Departamento de Salud a través de la plataforma electrónica VITA de Registro Demográfico.
En entrevista con Primera Hora, Conte Miller reveló que la menor llegó a dependencia forense el 13 de enero procedente de un hospital del área sur. Sin embargo, la menor falleció antes de que algún médico pudiera realizarle algún diagnóstico, razón por la cual fue transferida a Ciencias Forenses.
“Te puedo decir categóricamente que no tenemos casos pendientes de COVID. El caso de la nena es uno diferente en el sentido de que no es el típico caso de COVID”- María Conte Miller
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“Ella llegó a hospital del área sur pero estuvo poco tiempo... la familia la llegó a llevar al hospital porque presentó una sintomatología”, precisó la patóloga forense.
Al ICF han llegado casos de personas contagiadas con el virus SARS-CoV-2 que fallecieron en sus hogares sin recibir atención médica. Tambien están los casos de personas que mueren en una sala de emergencia, antes de recibir un diagnóstico certero. Asimismo, se diagnosticaron casos en que los cadáveres llegaron para que se les hiciera auotopsia por estar relacionados a algún accidente u homicidio y tras realizarles pruebas post mortem se les detectó el virus. En todos estos casos se hace la prueba diagnóstica del virus a través de la tecnología ID NOW (de la comopañía Abbott), la cual ofrece un resultado en 15 minutos. Esta misma metodología es la que utilizan en muchas salas de emergencias del país.
Conte Miller estableció que tan pronto el cadáver de la niña llegó a las instalaciones se le realizó una prueba de COVID post mortem. De hecho, el análisis se le repitió. En ambas instancias el resultado arrojó positivo.
“Inmediatamente, como dice el protocolo, le avisamos a sus familiares y se le comunicó a Salud el 13 de enero de la prueba positiva”, acotó al agregar que también se le notificó al equipo funerario que trasladó el cuerpo de la niña a las instalaciones. Todas estas son medidas de salud y seguridad para prevenir la propagación del virus. Esta tarde, la portavoz de prensa de Salud, Lisdián Acevedo, confirmó que se recibió el certificado de defunción con la causa de muerte en el Registro Demográfico.
¿Por qué se demoró el patólogo más de ocho meses en completar el certificado de defunción que confirmara la causa de muerte? ¿Hay otros casos pendientes a ser completados relacionados al COVID-19? Actualmente, en Puerto Rico han fallecido durante el año 2021 (hasta el 12 de septiembre) unas 19,594 personas. De estas, el Registro Demográfico no cuenta con la causa de muerte o manera de muerte en 472 certificados, según información provista por la oficina del Registro Demográfico.
La respuesta es compleja, según Conte Miller. En cambio, puntualizó lo siguiente: “Te puedo decir categóricamente que no tenemos casos pendientes de COVID. El caso de la nena es uno diferente en el sentido de que no es el típico caso de COVID. Generalmente, el COVID es más común en los adultos y produce muertes más comúnmente en los adultos. El patólogo que hizo el caso (Javier Serrano) realizó todas las pruebas necesarias, hizo consultas, hizo revisión de la literatura, hubo un proceso que requirió él para que con toda certeza pudiera hacer un diagnósstico con mucho fundamento, aunque siempre el caso tuvo la prueba positivo desde que llegó el cadáver”, subrayó quien dio a conocer la semana pasada que había menores de 12 años que habían perdido la vida a causa del coronavirus SARS-CoV-2 y que no figuraban en las estadísticas oficiales del gobierno a través del segmento Los Datos son los Datos con Jay Fonseca (Wapa).
Además de la niña de cinco años, en el ICF se atendió el caso de una adolescente de 13 años que falleció de COVID-19 en el verano del 2020. Hasta hoy, fecha en que se alcanza en la isla la cifra de 3,003 personas fallecidas por la enfermedad en 18 meses de pandemia, Salud ha reportado la muerte de cinco pediátricos: dos adolescentes de 13 y 16 años y tres de 19.
A preguntas de este diario la doctora Conte Miller dijo que la niña fallecida tenía un “historial de asma crónica”. Esta es una condición subyacente que agrava el cuadro clínico en pacientes con la enfermedad de COVID-19.
Cabe destacar que para la fecha que llegó el cuerpo de la nena a las facilidades en Ciencias Forenses no contaban con la máquina PACS Forense, la cual permite realizar autopsias virtuales mediante imágenes radiológicas. Los resultados de estos procesos consiguen que en pocos minutos los patólogos evidencien, por ejemplo, los daños en los pulmones que reciben los pacientes con COVID-19. Estas imágenes, más una prueba positiva al virus, lleva a los patólogos a concluir si una persona pudo o no haber fallecido de la enfermedad contagiosa.
Antes de que llegara la máquina -el pasado mes de mayo del 2021- el método era mucho más extenso. Incluso, había ocasiones en que el proceso de conclusión demoraba “meses”.
“En el método convencional se abre el cadáver, se toma una muestra y esa muestra se tarda porque hay que hacer un proceso de preparación de tejido para verlo en el microscopio, para luego poder hacer un diagnóstico... nos estamos ahorrando meses de diagnóstico (con la máquina versus el método convencional) porque ahora el patólogo ve a simple vista en un CT el daño en los pulmones, algo que antes tenía que confirmar mediante una autopsia y el análisis de tejido de esos pulmones”, explicó.
De otra parte, la especialista forense explicó que desde junio de 2020 hasta la fecha en el ICF se han realizado 5,229 muestras de COVID-19. De estas 367 arrojaron positivo al virus. Sin embargo, solo 132 fueron certificados en el Registro Demográfico como muertes causadas por COVID-19, que es la enfermedad que produce el virus de SARS- CoV-2.
“Hay una diferencia entre estar positivo y desarrollar la enfermedad.. por eso tenemos esos 132 casos que han muerto por COVID y el resto han muerto por otras causas ya sea que fueron personas eu tuvieron un accidente de tránsito o recibieron una herida de bala y cuando se les hace la prueba post mortem resulta que tenían el virus, pero no significa que murieron por la enfermedad”, manifestó al agregar que en estos casos se les notifica inmediatamente a fiscales y funerarios para que tomen medidas preventivas.
Hasta ayer no había llegado el certificado de defunción de la menor
En entrevista con Primera Hora, Wanda Llovet, la directora del Registro Demográfico - agencia que opera bajo el Departamento de Salud- dijo que hasta el domingo no se había recibido la causa de muerte de una menor de 5 años, aunque sí precisó que la defunción se registró en enero de 2021.
“Tenemos la muerte contabilizada desde enero pero en el espacio de causa de muerte el patólogo escribió “pendiente de estudio”. Cuando esa causa de muerte llegue documentada vamos a poder adjudicarla si fue COVID o no. Por el momento no la tenemos adjudicada. Estas situaciones ocurren porque a veces en Ciencias Forenses no emiten causas de muerte hasta que tengan toda la documentación relacionada a la autopsia y otros análisis que le hicieron al cadáver”, detalló Llovet.
Actualmente, en Puerto Rico han fallecido durante el año 2021 (hasta el 12 de septiembre) unas 19,594 personas. De estas, el Registro Demográfico no cuenta con la causa de muerte o manera de muerte en 472 certificados, según información provista por la oficina del Registro Demográfico. Esos 472 casos pendientes son el 10.8% de los 4,225 casos que ha atendido el ICF durante el año 2021.
“Esto es bien común que ocurra... diría que el 2% de los certificados no tienen causa de muerte porque está pendiente. De hecho, hay casos que se pueden demorar años”, dijo Llovet.
Por su parte, la directora del ICF, sostuvo que a excepción del caso de la niña no hay otro pendiente a evaluar relacionado al COVID. Asimismo, Conte Miller indicó que la dinámica ha mejorado “muchísimo” respecto a los casos pendientes por documentar.
Por ejemplo, dijo que para del 2019 quedaban pendientes 1,424 casos por determinar la causa de muerte y en un año esa cifra se redujo a 284. Lo mismo ocurre para los casos de 2018 que todavía el año pasado acumulaban 1,838 y este mes esa cifra está reducida a 372.
“Aún tenemos mucho que caminar, pero estamos dando los pasos... y aprovecho para reconocer el trabajo de los toxicólogos y patólogos que han trabajado con mucho esfuerzo para sacar estos reportes e ir poniéndolos al día. Es un trabajo de años que ellos han logrado en poco tiempo”, reiteró.
De otra parte, la directora del Registro Demográfico explicó ayer a Primera Hora que los certificados de defunción llegan a la agencia de “manera presencial” o a través de la plataforma digital VITA, la cual se está incorporando a hospitales, funerarios y otros componentes encargados de procesar este documento. En el caso del ICF ya recibieron el entrenamiento y realizan las certificaciones electrónicamente. Los hospitales HIMA también están registrando los certificados de defunción de manera digital.
En el caso específico de los certificados de defunción relacionados a COVID 19 “las instrucciones son que se tienen que entrar los datos al sistema de inmediato para que la División de Epidemiología tenga constancia”.
“Una vez entran los datos con esa causa de muerte las enviamos diariamente a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) porque son ellos los que codifican las causas de muerte de acuerdo al International Classification of Diseases Term”, explicó Llovet.
Posteriormente, los datos son publicados por los CDC en el National Center for Health Statistics.
Los certificados de defunción los llenan los médicos o personal del ICF quienes deben certificar la causa de muerte. Los funerarios se encargan de completar otros datos demográficos de la persona como su nombre completo, dirección, seguro social, fecha de nacimiento, lugar de residencia, entre otros datos.
“Hay causas principales y causas subyacentes. Ambas se notifican en el certificado de defunción. Por ejemplo, una persona con cáncer puede morir de un ataque al corazón. En ese caso la causa principal es un infarto, pero se mencionan otras condiciones subyacentes en el certificado”, acotó Llovet.