Héctor Ferrer rechaza que regrese a la Legislatura
"Reitero lo que he dicho, el día que vuelva a la política como candidato a una posición así lo diré", indicó.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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El exrepresentante Héctor Ferrer aseguró que no aspira a ocupar la silla que dejó vacante su hermano, Eduardo Ferrer, tras renunciar el lunes a su escaño en la Cámara de Representantes.
"La contestación es no", dijo Ferrer en entrevista con WAPA Radio 680. "Agradezco la pregunta, porque ya los mal pensados y mal habidos de la vida rápido empiezan a decir que es un complot y un plan secreto y confidencial, que él se salía para que yo entrara, la contestación es no".
"Reitero lo que he dicho, el día que vuelva a la política como candidato a una posición así lo diré. Repito, a mí me queda una buena campaña y no es a la Legislatura", añadió.
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Antes de las elecciones de noviembre pasado, Ferrer renunció a la Cámara de Representantes en medio de alegado caso de violencia de género, pero nunca se presentaron cargos en su contra.
Su hermano, Eduardo Ferrer, ocupó el escaño hasta las elecciones y fue electo oficialmente en noviembre. Tan pronto se comenzó a discutir la llamada "reforma legislativa", comenzó a presentar objeciones con medidas que reducirían los ingresos de los legisladores.
De hecho, el exlegislador dio a entender en varias instancias que el aspecto económico fue lo que llevó a su hermano a renunciar.
Eduardo "tiene compromisos personales, indelegables con su familia, con sus hijos, y para con él mismo, que contrajo mucho antes de ser legislador y que sobrepesan su interés de seguir trabajando para el país, y que hay que admirarle que tenga la entereza para tomar esa decisión", precisó Ferrer a Wapa Radio.
Entretanto, en entrevista con Radio Isla el expresidente del Partido Popular Democrático afirmó que su hermano llevaba una práctica de abogado de más de 15 años y facturaba sobre $100,000 anuales.
Ahora, con la reforma legislativa, Eduardo Ferrer devengaría $73,000.
“Sus expresiones de por sí hablan solas”, afirmó Ferrer. “Yo creo que de por sí, más allá de explicarlas, tenemos unos compromisos indelegables, compromisos personales. Al igual que muchas personas de nuestra edad, tenemos familia, tenemos hijos pequeños, compromisos, educación, manutención, hipotecas, todo ese tipo de responsabilidad y compromisos previos que uno tiene, no los puede tampoco echar a un lado... Yo creo que el compromiso mayor que tiene una persona son sus hijos”.