La Guardia Nacional inició ayer, viernes, las pruebas de cernimiento del coronavirus COVID-19 a los pasajeros que llegan por los aeropuertos Fernando Rivas Dominicci, en Isla Grande; Rafael Hernández, en Aguadilla, y el Mercedita de Ponce, informó el ayudante general José Reyes.

Mientras, se espera que en las próximas horas también comience el proceso de evaluación en el aeropuerto José Aponte de la Torre, en Ceiba.

“Antes de mañana debemos tener todos los aeropuertos cubiertos con esta misión de evaluación médica”, puntualizó.

Pero, a pesar de que se ha ampliado el control de este cuerpo militar en los únicos puertos de entrada disponible en la Isla, la cantidad de pasajeros ha disminuido considerablemente, aceptó Reyes a Primera Hora.

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“Hemos visto una disminución de pasajeros y hemos visto una disminución de vuelos. Las aerolíneas han optado por ir cancelando vuelos. Si antes había tres vuelos de Nueva York o cuatro, han disminuido significativamente, igual que la cantidad de pasajeros. Estamos viendo vuelos que típicamente traían 150 pasajeros llegando a Puerto Rico con 15... 25 pasajeros”, precisó.

De hecho, desde el martes en la noche hasta ayer a las 6:00 a.m. habían atendido 16,578 pasajeros solo en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín. Con la entrada de los tres aeropuertos mencionados, la cifra aumentó este sábado a las 6:00 a.m. a 20,597 pasajeros. La diferencia es de 4,019 personas.

Reyes detalló que, del total de viajeros, se detectaron 44 con síntomas de fiebre y algunos con dificultad respiratoria. A 19 personas se les realizó la prueba del COVID-19. Solo se tiene el resultado de las primeras tres, que dieron negativo.

“Los 44 (pasajeros) han sido referidos a sus casas como medida preventiva a una cuarentena domiciliaria, sobre todo supervisada por el Departamento de Salud y el médico de cabecera”, manifestó.

Explicó que las pruebas que realiza la Guardia Nacional se envían a los laboratorios Quest, por lo que demoran en procesarse.

Las pruebas de cernimiento que realiza la Guardia Nacional consisten en tomarle la temperatura a los pasajeros y preguntarle su historial de vuelos.

Reyes informó que cuentan con 500 militares y unos 75 estudiantes de medicina para hacer estas pruebas de cernimiento. Sobre el equipo con el que cuenta, detalló que son 74 termómetros infrarrojos y 70 termómetros para colocar en la frente. Indicó que prefieren utilizar los primeros, pues el proceso de desinfección de los que se colocan en la frente es lento.

Desde el jueves en la tarde, el trabajo de los militares de la Guardia Nacional se ha facilitado con la instalación de cámaras termográficas infrarrojas en los pasillos entre las puertas de salida y el área de recogido de maletas. Estas máquinas detectan a personas con temperaturas de más de 100.3 grados Fahrenheit (39 grados Celsius).

“Ciertamente, es tecnología del siglo 21. Es una máquina que puede abrir un ángulo de hasta 90 grados, localizado en pasillos que conducen del ‘gate’ al recogido de maleta y envía señal de infrarrojo. Se calibró a 100.3, así que personas que perciban una temperatura mayor inmediatamente toma una foto y nos ayuda a ser más efectivo en la misión que se están llevando a cabo”, explicó.

Reyes informó que las personas que son detectadas se pasan inmediatamente al ‘triage’ para una prueba de cernimiento mayor. Al resto, se le toma la temperatura con los termómetros disponibles.