Los estragos de Ómicron y su imparable ola de contagios de COVID-19 golpean nuevamente al sector de hospederías y turismo de Puerto Rico, escenario donde desde mediados de diciembre comenzaron a caer las ocupaciones de habitaciones y a desinflarse hasta en un 25% las expectativas de reservaciones que se tenían para los primeros meses del año 2022.

El mercado turístico -que logró recuperarse satisfactoriamente en el 2021 de un gran azote ante la baja actividad económica establecida los primeros meses de la pandemia en el 2020- es asechado otra vez por el histórico número de contagios del coronavirus que se experimenta no solo en Puerto Rico, sino a nivel mundial a causa de Ómicron, una variante más virulenta y transmisible que las que habían circulado desde el inicio de la pandemia. Así lo confirmaron varios líderes de la industria a este diario, incluido el director ejecutivo de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, Carlos Mercado, quien se encuentra haciendo un análisis de als cancelaciones para estimar el impacto económico que esto ha provocado al momento.

Entre el 1 de diciembre y el 9 de enero en Puerto Rico (40 días) se han reportado al menos 184,484 contagios a través de pruebas moleculares y de antígenos, lo que representa un 33% de todas las infecciones registradas durante casi dos años de pandemia en el archipiélago. La situación ha provocado cifras nunca antes vista a nivel de hospitalización y el domingo, por ejemplo, se reportaron 732 personas recluidas por el virus, incluyendo 82 pacientes pediátricos.

Mientras los casos de coronavirus siguen ganando terreno y hay proyecciones por miembros de la Coalición Científica que indican que las hospitalizaciones pudieran sobrepasar en cuestión de días los 1,000 ingresos, líderes del sector turístico se muestran preocupados ante lo que se avecina y les hace rememorar al punto del Deja Vu el desalentador panorama que hubo en el 2020 cuando las reservaciones cayeron a números insospechados y por debajo de un 6% y se tuvieron que cesantear temporalmente a cerca de 30,000 personas.

“Nuevamente empieza fuerte... es como cuando inició todo esto. Al día de hoy hemos experimentando muchísimas cancelaciones tanto a nivel de grupso como de viajeros individuales.... esto es algo que comenzó poco antes de la Navidad. Ahí la cosa empezó a ponerse difícil y comprendemos que no es algo que solo ocurre en Puerto Rico, sino que afecta a muchos países”, expresó Clarissa Jiménez, presidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo.

“Con muy pocas excepciones puedo decirte que el golpe ha sido bastante duro para todas las hospederías sin importar el tamaño”, agregó al destacar que el panorama contrasta con los buenos reportes que hubo en el 2021 cuando, aún con los percances de fin de año, se lograron establecer cifras récord de la década.

Según Jiménez el inicio del 2022 se proyectaba con un buen arranque, en cambio desde diciembre -cuando empezaron a informarse las descomunales cifras de contagios a nivel mundial- las expectativas empezaron a cambiar.

“Enero se perfilaba muy bien y te diría que iba a ser más alta que el mismo 2019. Ahora mismo lo que vemos es un 60% de ocupación pero se perfilaba, fácilmente, entre un 75% a 80%”, sostuvo al indicar que las cifras porcentuales son preliminares y podrían verse afectadas en los próximos días.

Se estima que en Puerto Rico hay unas 14,000 habitaciones entre hoteles, paradores, Bed & Breakfast y otras hospederías (sin incluir los alojamientos a corto plazo). En ese sentido, y de acuerdo a la información provista por Jiménez, habían entre 10,500 a 11,200 proyectadas a reservarse en el mes de enero. En cambio, entre 2,100 a 2,800 cuartos de hospederías no serán ocupados a causa de la reciente ola de COVID-19.

“La gran mayoría eran del mercado estadounidense...los turistas que llegan a Puerto Rico durante la temporada alta -que se extiende hasta después de Semana Santa- son de Estados Unidos”, acotó al indicar que la estadía promedio de los visitantes es de entre cuatro a cinco días.

El impacto a la empleabilidad y en aspectos económicos aún está por determinarse, pero hay incertidumbre.

“Es díficil decir lo que va a pasar en las próximas semanas y, además, hay órdenes ejecutivas cambiando día a día. No sabemos lo que va a pasar. Pero nuestras expectativas son que la cosa se calme y que la gente coja un poquito de conciencia en lo que para todo esto. Ya lo hemos hecho antes y hemos visto que nuestra industria se recupera, pero hay que cooperar”, acotó al aceptar que aún habían hospederías que requerían reclutar el 20% de sus plantillas y las esperanzas estaban puestas en los primeros meses del 2022 para llenar las vacantes.

Asimismo, mencionó el impacto millonario que ha tenido la cancelación de cruceros en la isla desde mediados del mes de diciembre. “Puerto Rico tiene mercados importantes en el sector de cruceros... son mercados que vienen de California, Texas, Chicago, entre otras jurisdicciones que se han visto afectados y no hay certeza de cuándo volveremos a recuperarlos. Ese ha sido otro golpe a la industria turística que ha afectado, sobretodo, a los negocios del Viejo San Juan”, dijo Jiménez.

Por su parte, Tomás Martínez, portavoz de la Asociación de Paradores, sostuvo que en el caso de este tipo de hospederías, no hubo “tantas cancelaciones” en diciembre, pero sí ha mermado grandemente el nivel de reservación para enero y febrero.

“Hemos tenido una reducción de un 25% a un 30% en el volumen de reservas para enero, febrero y parte de marzo y eso es algo que lo empezamos a ver a finales de noviembre cuando empezaron a subir los casos de COVID en Estados Unidos. Ahí las resrvas empezaron a bajar”, subrayó el tesorero de la Asociación de Paradores compuesta por unos 12 hospederías con unas 300 habitaciones disponibles.

“Y tengo que decir que este inicio del 2022 se proyectaba bien bueno, pero el ritmo bajó considerablemente. Nuestra esperanza es que surja un rebote si se logra controlar este repunte de casos. Esperamos que sea así porque esto afecta a otros negocios que dependen de nosotros como lo son los restaurantes, gasolineras, farmacias, excursionistas. Son 17 sectores que dependen del mercado turístico”, enfatizó Ramírez quien en el 2020 perdió el 70% de sus ingresos como propietario del parador Combate Beach.

Los entrevistados coincidieron en que en las hospederías se siguen “los más altos estándares” de salud y seguridad con unos protocolos que se actualizan continuamente. “Además, estamos impulsando la dosis de refuerzo de vacunación entre los empleados y sus familiares. Hemos hecho todo lo posible por educar a las personas y que se sigan las normas salubristas”, dijo Ramírez, quien es miembro del Comité Asesor Económico organizado por el gobierno para la toma de decisiones relacionadas al COVID-19. Este cuerpo asesor se reunirá el martes 11 de enero.

Por su parte, el director ejecutivo de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, reconoció que el incremento de contagios de coronavirus han impactado la recuperación del turismo que llevaba la isla.

“El repunte de contagios de COVID-19, y la variante Ómicron, durante las pasadas semanas ha tenido efecto en la recuperación del turismo en la Isla al igual que los principales destinos turísticos alrededor del mundo. La CTPR se encuentra haciendo un análisis de cancelaciones de reservaciones de hotel y paradas de cruceros, entre otros indicadores, para estimar el impacto económico que esto ha provocado hasta el momento”, expresó por escrito a este diario el funcionario.

Destacó que, no obstante, el gobierno y la industria han tomado acciones inmediatas, de forma temporera, para evitar un impacto mayor y teniendo como prioridad la salud y seguridad de los residentes y visitantes.

“Puerto Rico ha logrado destacarse ante el mundo como un destino de vanguardia en protocolos salubristas y confiamos en que la situación se estabilice lo antes posible para que la recuperación del turismo continúe su curso, tal como lo vimos el año pasado, con cifras récord en recaudos de impuestos hoteleros, recuperación de acceso aéreo, y reactivación de la industria de cruceros”, puntualizó.