Gobierno asume la reforestación de Haití y revitaliza economía de zona fronteriza
El grupo cuenta que no tenía nada y pasaban momentos difíciles antes de ser integrados al trabajo de reforestación de las localidades fronterizas.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Dajabón, República Dominicana.- El Gobierno dominicano preocupado por la devastación forestal existente en Haití ha iniciado un programa masivo de siembra de árboles frutales y maderables en comunidades fronterizas de esa nación.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana informó que a través del Plan Nacional Quisqueya Verde ha plantado más de 380,000 árboles en localidades fronterizas haitianas, pagados con recursos del gobierno dominicano.
La institución dijo que la iniciativa forma parte de los esfuerzos que realizan las autoridades dominicanas para reforestar parte de las áreas devastadas por la tala indiscriminada en Haití.
El Ministerio de Medio Ambiente indicó que el Gobierno dominicano ha proporcionado matas de pino, mango, tamarindo, cajuil, aguacate, almendra y otras variedades, así como el pago mensual a los integrantes de las brigadas para garantizar el trabajo de reforestación de la zona.
El personal que trabaja en esa labor es exclusivamente haitianos, dijo el viceministro de Medio Ambiente, Domingo Rodríguez.
Los trabajadores haitianos consideran buena la labor que desarrollan, porque ha creado empleos en las comunidades haitianas de la frontera y está ayudando a muchos jóvenes a adquirir los recursos que les permitan estudiar en la escuela.
Mientras, los adultos señalan que gracias al sueldo que perciben como empleado del Plan de Reforestación han logrado construir sus casas y adquirir motocicletas para el transporte desde esa comunidad a otras poblaciones.
Una de las brigadas es dirigida por Tania Piet e integrada por Odalis Sanín, Andrés Cherre, Alexis Torres Solis, Constant Concepción y Juan Concepción, quienes han dado testimonio del trabajo que realizan en la zona.
El grupo cuenta que no tenía nada y pasaban momentos difíciles antes de ser integrados al trabajo de reforestación de las localidades fronterizas.
De acuerdo con Andrés Cherre, padre de 11 hijos, con el trabajo que desarrolla en la reforestación de terrenos en la parte haitiana ha podido mejorar su casa, adquirir una motora y los hijos pueden estudiar.
Otros campesinos han podido comprar animales domésticos para la crianza, como puercos, reses, gallinas, pavos, así como burros para cargar productos y desplazarse a otras zonas.