La gobernadora Wanda Vázquez advirtió este viernes que podría tomar medidas más rigurosas, como prohibir la venta de bebidas alcohólicas mediante una Ley Seca, si los ciudadanos no cumplen con las medidas que ha impuesto para evitar los contagios por coronavirus.

Durante una visita que realizó al pueblo de Santa Isabel para inspeccionar proyectos en construcción, la primera ejecutiva especificó que “espero que con esta orden ejecutiva la gente entre en razón y que no haya necesidad de nuevas medidas. Saben que voy a tomar las medidas, no importa el impacto económico, porque verdaderamente lo más importante para mí es la vida”.

La nueva orden ejecutiva, la cual entró en vigor hoy, impone restricciones a comercios y a actividades recreativas. Entre otras cosas, prohíbe la venta de bebidas alcohólicas después de las 7:00 p.m., regula el uso de las playas, así como ordena el cierre de barres, casinos, gimnasios y cines.

Afirmó que los visuales que vio de pasados fin de semana de la acumulación de personas en barras y chinchorros, sin mascarillas y sin guardar distancia, lo que muestra es una “falta de conciencia de cuidarnos y de cuidar a nuestros amigos y amistades”.

Por ello, Vázquez informó que un grupo de médicos, investigadores y académicos continuará un monitoreo de los casos positivos confirmados de coronavirus para estipular si hay que tomar medidas más severas. Dijo que la acción les corresponde a los ciudadanos.

“El gobierno tomó unas medidas, porque habíamos abierto una cuarta fase para que todos los puertorriqueños pudiesen disfrutar y la actividad económica se diera. Pero, hay algunos que tenían la conciencia social y otros no estaban tan consciente. Pasó, verdad, el repunte. Ahora, yo le hago un reclamo nuevamente al pueblo. Tomamos unas medidas que no hubiemos querido en tomar”, precisó Vázquez.

Exigió protección del ciudadano con el uso de la mascarilla, la desinfección de manos y evitar el conglomeramiento.

“Tenemos que aprender al convivir con el COVID”, afirmó.

De paso, la funcionaria aceptó que esperaban un aumento de casos con la apertura económica que propició en las pasadas semanas. Sin embargo, reiteró que, el ver que públicamente los puertorriqueños dejaron de protegerse, fue lo que más le causó preocupación.

“Muchas personas bajaron la guardia”, aseguró.

“Les quedó claro a los puertorriqueños que tenemos nosotros la oportunidad en nuestras manos, individual, de protegernos”, añadió.

Por último, la gobernadora negó que la Policía haya reflejado una baja en las intervenciones para hacer cumplir el toque de queda y la cuarentena obligatoria de coronavirus. Insistió en que sí están interviniendo.