El gobernador Pedro Pierluisi lamentó este martes la situación que atraviesan sus primos, los hermanos Walter y Eduardo Pierluisi Isern, tras ser sentenciados luego de declararse culpables por defraudar al gobierno federal a través de la empresa American Management and Administration Corporation (AMAC), que mantuvo contratos durante muchos años con la administración de complejos de vivienda pública.

“Esta situación es muy lamentable y muy negativa, le fallaron al pueblo y a su familia, y ahora sufrirán las consecuencias”, expresó el Primer Ejecutivo en declaraciones escritas enviadas a Primera Hora.

Según publicó El Nuevo Día, la jueza Camille Vélez Rivé sentenció a Walter Pierluisi Isern, quien presidió AMAC, a tres años y nueve meses de cárcel, que serán seguidos por otros dos años de libertad supervisada.

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En el caso de Eduardo Pierluisi Isern, la sentencia fue de dos años de cárcel y otros dos bajo libertad supervisada. Al estipular la sentencia, la magistrada concluyó que el convicto jugó un rol “menor” en el esquema de fraude y tomó en cuenta una situación médica. Previo a la lectura de sentencia se dio a conocer que Eduardo había recibido un diagnóstico de cáncer de tiroides que se hizo constar en el informe de presentencia.

Trascendió que la jueza permitió que ambos convictos se entreguen voluntariamente una vez el Negociado de Prisiones asigne la cárcel en la que cumplirán su pena.

“Se cometieron actos por los cuales me he responsabilizado desde el primer día”, indicó Walter en una alocución previo a recibir la sentencia.

“Lamento muchísimo el sufrimiento que he causado a mi familia, a mis hijos, mis nietos, a quienes supliqué que no me acompañaran en el día de hoy”, agregó el primo tercero del gobernador.

Los hermanos Pierluisi Isern se habían declarado culpables el 13 de abril por defraudar en más de $3.7 millones al gobierno federal a través de AMAC, empresa que llegó a administrar 34 complejos de vivienda pública desde mediados de la década del 90.

Los primos del gobernador aceptaron cada uno culpa por un cargo de robo de fondos federales, a raíz de un esquema viabilizado a través de cinco empresas privadas en el que se inflaban facturas y se cobraba por servicios que no se habían ofrecido. De las cinco empresas, tres fueron incorporadas y estaban lideradas por Walter Pierluisi Isern.

En ese entonces, el Primer Ejecutivo dijo estar apenado con la situación, pero también estableció haber sentido molestia.

“No tengo el detalle de los delitos cometidos”, dijo a preguntas de los medios. “(Pero), me apena la situación, porque son primos míos, pero me molesta, de igual manera, porque toda corrupción es reprochable. Todo acto de corrupción es repudiable, venga de donde venga, incluyendo de mis familiares. Me apena, porque estamos hablando de familia. Pero, aquí no hay excepciones. Lo he dicho y lo repito: aquí en Puerto Rico no hay impunidad. El que falla tiene que responder”, recalcó entonces el gobernador.

De paso, rechazó que la situación criminal de sus familiares tendría algún impacto en su administración o en sus aspiraciones políticas de correr nuevamente a la gobernación.

“En cualquier familia alguien puede fallar. Lo importante es que responda y en mi administración no hay tolerancia sea quien sea, venga de donde venga”, comentó Pierluisi.