Organizaciones relacionadas a los servicios funerarios en la Isla mostraron su oposición al proyecto del Senado, 2488, de la autoría del senador novoprogresista Víctor Torres González, que busca establecer la cremación como el único método de disposición de los cadáveres de personas fallecidas a causa del COVID-19, se informó hoy mediante comunicado de prensa.

Truenan por el cierre de sus operaciones

Tanto la organización Funerarias de Puerto Rico, la Asociación de Funerarias de Puerto Rico y la Cámara de Funerarios del Oeste de Puerto Rico objetaron la medida por entender que se trata de una violación al derecho que tienen los familiares de escoger el método que prefieran para disponer de los restos del fallecido.

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De igual forma, aseguraron que la Ley 248 de Funerarias de Puerto Rico vela porque se cumplan rigurosos protocolos y reglamentos establecidos por el Departamento de Salud de Puerto Rico para la disposición de cadáveres, por lo que no se pone en riesgo la salud de los dolientes.

“El representante está totalmente ajeno a la realidad. Cada servicio que ofrecemos en las funerarias lo brindamos de acuerdo con la solicitud de la familia, las condiciones del cuerpo, lugar de enterramiento o causas de muerte, pero, sobre todo, de acuerdo con la religión de cada ser humano y existen religiones que no creen en la cremación” indico Javier Granell, propietario de la Funeraria Fernández en Mayagüez.

Según Granell, quien forma parte la organización Funerarias de Puerto Rico, dentro de este proyecto no solo se habla de la cremación obligatoria para personas fallecidas por Covid 19 o alguna pandemia futura, ya que también pretende congelar los precios de las cremaciones.

“Nosotros como funerarios no podemos permitir la congelación de precios. Siempre que en Puerto Rico sucede un desastre natural o una situación como la que enfrentamos con esta pandemia sabemos cómo se disparan los precios, tanto en guantes, mascarillas, batas quirúrgicas, quimonos, bolsas de cadáveres, entre otros. Esos son materiales que normalmente usamos, pero ante la emergencia, nos vemos afectados con el aumento a los costos de servicios”, destacó el empresario.

“Además, esto ocasionaría aún más ataponamiento de cadáveres, puesto que en Puerto Rico el Instituto de Ciencias Forenses y el Departamento de Salud de Puerto Rico deben autorizar la cremación, lo que aumentaría el tiempo de espera para la misma”, agregó.

Por otra parte, el presidente de la Asociación de Funerarios de Puerto Rico, Eduardo Cardona también se opuso al Proyecto 2488 por ir en contra de lo que recomiendan las principales organizaciones internacionales de la salud.

“Estamos en contra de este proyecto, ya que tanto el Centro de Control y Prevención de Enfermedades al igual que la Organización Mundial de la Salud, que son las organizaciones más importantes relacionadas a los problemas de salud a nivel mundial, han establecido que las muertes por COVID-19 pueden ser embalsamadas, veladas, sepultadas o cremadas. Entendemos que este proyecto no está basado en ningún estudio o base científica para establecer lo antes expuesto. De igual manera no se está tomando en consideración las creencias religiosas, culturales y voluntades las familias y/o fallecidos” concluyó Cardona.