Sin consultarle a Ygrí, Fortuño saca a buena parte de la Policía de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

El gobernador Luis Fortuño tomó en horas de la mañana la decisión de retirar a todas las fuerzas especiales de la UPR y reducir la presencia policiaca a la vigilancia de pocos en el interior del Recinto.

“La Policía tiene que estar en la calle y no en la Universidad”, dijo Fortuño, quien afirmó que en su decisión “pesó en algo” la golpiza que le dio la Policía la semana pasada a los estudiantes.

El mandatario pidió “diálogo” entre las partes en conflicto.

Dijo que quería aprovechar “un nuevo comienzo para propiciar el diálogo que debe haber entre la administración de la Universidad y el resto de la comunidad universitaria”.

“Espero que ese espacio sea aprovechado para que los que quieran estudiar puedan estudiar y los que quieren presentar preocupaciones lo puedan hacer”, dijo al visitar el destacamento de la Fuerza de Choque, en Puerta de Tierra, donde casualmente ayer se cayó uno de los pisos del edificio e hirió a varios agentes.

En la UPR, el clamor de “diálogo” lo recogió el ex presidente de la la Universidad, y miembro de la Junta de Síndicos, Norman Maldonado, quien sostuvo ayer que “éste es el momento de sentarse a ver qué separa a las partes” en conflicto y que “la Junta debería estar dispuesta a ayudar a materializar un acuerdo entre todas las partes”.

La presidenta de la Junta de Síndicos se distanció, sin embargo, de todo lo que huela a “negociación”. Dijo que ella dialoga, pero “no negocia”.

Señaló además que ella habló con Fortaleza (no quisó precisar con quiénes) y que le dijeron que “si la situación se pone tensa nuevamente en la Universidad, si los estudiantes ocasionan serios disturbios otra vez”, la Uniformada va a retornar a la institución.

De hecho, no es la primera vez que el Gobernador retira parcialmente la Policía de la UPR. Ya había ordenado su salida el 29 de noviembre y la volvió a movilizar luego de los incidentes de violencia el 11 de enero.

“El Gobernador ha determinado mostrar buena fe. Darles la oportunidad a los estudiantes que insisten en no permitir que los demás estudien, a que muestren a su vez buena fe y madurez”, dijo Ygrí Rivera.

Cuando se le preguntó si entendía que el Gobernador debió tener la deferencia de informarle su determinación con anticipación, la funcionaria dijo: “Claro, puede tener una deferencia, pero no me lo indicó…Yo lo tomo sencillamente como una determinación de buena fe hacia los estudiantes”.

La distancia entre las posturas de la presidenta de la Junta y Fortuño quedó evidenciada en horas de la mañana cuando ella dijo que la única manera en que la Policía podía salir de la UPR era si, “por escrito”, los estudiantes que protestan se comprometían a dejar a los demás universitarios.

Firmeza estudiantil

“La lucha sigue”, fue la reacción del movimiento universitario, que si bien se alegró con la retirada parcial de la Uniformada, advirtió que no habrá normalidad en la Universidad hasta que no se derogue la cuota de los $800, les den más fondos recurrentes a la Universidad y que no haya sanciones contra los estudiantes huelguistas.

El movimiento estudiantil llevó a cabo ayer un recorrido por varias facultades del Recinto, intentando convencer a otros universitarios de que salieran de los salones de clases.

En esta ocasión no se forzó a nadie a salir, sino que entraba un líder estudiantil a cada salón y pedía permiso al profesor para hablar con sus compañeros. Algunos estudiantes abandonaban los salones, otros no.

De los salones vacíos sacaron pupitres y escritorios.

Una marcha estudiantil de unos 200 estudiantes visitó también la Facultad de Ciencias Naturales, pero ahí no entraron a ningún salón.

A eso de las 10:00 de la mañana ya era evidente que habían retirado a la mayoría de los policías.

Primera Hora observó a varios salir, inclusive con neveritas de agua. Algunos expresaron sentirse contentos con la decisión.