Mientras Anaudi Hernádez Pérez cooperaba con las autoridades federales en el caso contra el juez Manuel Acevedo, se ofreció a someterse a un detector de mentiras. Sin embargo, entre sus respuestas a la fiscalía y los resultados de la prueba del polígrafo hubo algunas discrepancias, admitió ayer.

Eso fue en noviembre de 2014. Las discrepancias surgieron a pesar de que Anaudi fue quien le pagó al poligrafista que le hizo las pruebas.

La fiscalía incluso no aceptó los resultados, admitió Anaudi.

De esa forma, uno de los abogados de defensa del caso por corrupción gubernamental buscaba minar la credibilidad del testigo estrella, ex recaudador del Partido Popular Democrático (PPD) y principal gestor del esquema de corrupción gubernamental que ya ha dejado un saldo de 10 personas declaradas culpables -incluyéndolo a él- por su participación.

Anaudi reiteró ayer, viernes, que cuando se supo públicamente que estaba involucrado en el caso del juez, se le cerraron puertas y tuvo que abrir otras corporaciones fantasma. Una de esas corporaciones estaba a nombre de su mamá. 

En un momento de verguenza Anaudi bajó la cabeza al hablar del tema. Afirmó que su mamá tenía 68 años y que no estaba bien de salud. Otra corporación creada por Anaudi y sus socios, Kendall Consulting Group estaba a nombre de su suegra Nydia Peña, quien aparecía como presidenta. Esa corporación estaba especializada en tecnología.

¿Es una corporación que tiene miembros falsos?, le preguntó  Monserrate Matienzo. “Correcto”, respondió Anaudi. Sin embargo, se mantuvo firme en negar que se tratara de un mecanimo de lavado de dinero, cargo que no se le han aplicado hasta ahora.

De otro lado, dijo que Lutgardo, quien extorsionó al juez Acevedo Hernández para que lo liberara de un caso criminal, fue su amigo pero que después  “le temía”. Más adelante aceptó que en un momento dado Lutgardo se quejó con él de que Sally López le había cancelado un contrato en la Administración de Derecho Laboral (ADL) que ella dirigía porque representaba una pérdida de dinero para el pueblo. Asi buscaba el abogado de Sally demostrar que ella actuaba bien en su cargo publico. Además Lutgardo amenazó a Sally, reconoció Anaudi.

Por otro lado, admitó que la relación que tenía con Sally López era una de una gran amistad y que no sólo él le hizo regalos costosos como tres carteras de lujo, sino que ella le correspondía con regalos para él, su esposa Verónica Ponce y sus hijos.

Ante la pregunta de si Sally había sido maravillosa con sus hijos, Anaudi contestó “correcto”.

Incluso el abogado presentó una tarjeta que Anaudi le entregó a Sally, junto a una de las carteras lujosas, con motivo de su cumpleaños y que decía: “un regalo especial para una amiga especial”.

El testigo dijo desconocer que Sally veía en él una figura paterna como le planteó el abogado. 

Y para el 2015 cuando Sally le pidió en múltiples ocasiones taquillas para distintos conciertos en el Choliseo, ya ni siquiera era directora de la ADL porque esa oficina se fusionó con el Departamento del Trabajo. 

Aunque tenía algunas laguna sobre cómo era el proceso completo de otorgación de contratos con la ADL reconoció que ni Sally, ni él, podían unilateralemente decir quiero los contratos, sino que había que pasar por un comité de valuación, luego por la Oficina del Gobernador y por último a través de los asesores legales de la agencia para corroborar que todo estuvise en orden.

Monserrate Matienzo también llevó a Anaudi a reconocer que mucho antes de que conociera a Sally, ya ella tenía una relación de amistad con el gobernador Alejandro García Padilla, y con su familia a través de su hermano alcalde de Salinas, y uno de los hermanos de Alejandro, alcalde de Coamo. A esos efectos admitió que Sally no lo necesitaba a él como intermediario para su nominación. 

A preguntas del abogado trascendió que Sally pasó por un proceso de entrevistas con el titular del Vance Thomas y de la secretaria de Estado Ingrid Vila quien entendían que Sally era la mejor candidata a ocupar el puesto. 

Anaudi reconoció que mientras ese proceso de entrevistas a Sally ocurría, él por otro lado estaba cabildeando para que se nombrara como director de ADL un amigo de Jaime Perelló, Xavier González, quien acabó siendo administrador de la Cámara de Represenantes que Jaime preside y que también se declaró culpable del esquema de Anaudi.

Otra admisión de Anaudi ayer fue que violó ley Electoral, pero no le han radicado cargos a nivel estatal, mientras que tiene pendientes casos por no presentar planillas contributivas.

En el tema de los regalos, aceptó que también les hizo llegar algunos a la primera dama Wilma Pastrana y Rosa Perelló, esposa del presidente cameral. 

Monserrate Matienzo insistió en preguntarle cómo fue que se hizo multimillonario vendiendo celulares y accesorios. Anaudi indicó que se hizo “multimillonario no; millonario” entre el 2003 y el 2004 cuando había rumores de que era narcotraficante  y que en un momento dado fue tanto el volumen de trabajo que visitó un sicólogo. El sicólogo le dijo que era muy joven para manejar un negocio tan grande. Después Anaudi vendió el negocio por $1.5 millones y se fue a vivir a Estados Unidos.

A su regreso trabajó en la empresa Verizon, donde conoció a Luis Gerardo “Gerry” García Padilla y se hicieron como familia.

Sobre Eder Ortiz, Anaudi indicó que fue éste quien le dio la idea de crear la corporación Links Group, aunque ninguno de los dos aparece como miembros de la corporación. Esa fue la forma de Eder obtene consuelo porque no lo nombraron ni secretario de la gobernación ni de Estado. 

Anaudi confesó que le dijo a Eder que eso podía ser una “bendición escondida” y que juntos podían hacer negocios con el gobierno gracias a sus respectivas conexiones.

El juicio continúa el martes.