Feminicidios perpetrados en la Isla con armas de fuego aumentan a 77%
Así se desprende en una nueva sección de datos sobre este crimen y violencia de género de la plataforma del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Datos analizados científicamente por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico concluyen que en los últimos dos años la isla fue escenario de 40 feminicidios, con la alarmante observación de que entre 2021 y 2022 los crímenes de esta índole -perpetrados con armas de fuego- aumentaron de 61% a 77%.
Así se desprende de la sección de indicadores sobre violencia de género que lanzó recientemente el Instituto de Estadísticas en su página web a través de un espacio titulado “Estadísticas de Feminicidios”, el cual recoge datos de estos crímenes desde el 2021.
Fue precisamente ese año que el gobernador Pedro Pierluisi firmó una orden ejecutiva declarando un estado de emergencia por violencia de género en Puerto Rico. Tras la declaración, se ordenó revisar el protocolo de investigación para los casos de muertes violentas contra las mujeres y el sistema de compilación y manejo de datos estadísticos sobre este tipo de crímenes, según se establece en la Ley 157 de 2020.
Los datos, disponibles en https://estadisticas.pr/index.php/en/Comite-Pare , disponen que durante el periodo bajo análisis ocurrieron en Puerto Rico 88 muertes violentas de mujeres, de los cuales 40 fueron catalogadas como feminicidios. De estas, 23 ocurrieron en el 2021 y 17 el año pasado.
La agencia cataloga como feminicidio la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad o por parte de cualquier persona. Es importante aclarar que el término aplica cuando la muerte haya ocurrido al perpetrarse algún delito de maltrato, violencia, amenazas, privación de libertad o maltrato psicológico; el victimario haya querido o intentado establecer o restablecer una relación sentimental; exista una relación laboral, docente o cualquiera que implique superioridad; existan signos de violencia sexual; o el victimario haya abandonado el cuerpo en un lugar público.
La gerente de proyectos estadísticos del instituto, Mariluz Bezares, explicó que, del total de crímenes clasificados como feminicidios, 31 ocurrieron en un ambiente íntimo (cometido por un hombre o persona con quien la víctima tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo). Mientras, tres se perpetraron en un escenario no íntimo (el crimen ocurre fuera de la esfera íntima o familiar por un hombre o persona conocida o desconocida) y seis en un entorno familiar (ocurre en el contexto de una relación de parentesco entre la víctima y el agresor, cuyo parentesco puede ser por consanguinidad, afinidad o adopción).
Sin embargo, lo que llamó la atención de los científicos -que establecieron un sistema de vigilancia epidemiológica y triangularon los datos en colaboración con agencias, como el Instituto de Ciencias Forenses, el Departamento de Salud, el Negociado de la Policía y el Registro Demográfico- es el hecho de que el 61% de los 18 feminicidios íntimos registrados en el 2021 fueron con armas de fuego, un porcentaje que dio un brinco exponencial a un 77% considerando que 10 de los 13 feminicidios íntimos ocurridos el año pasado fueron cometidos en esta misma modalidad.
“Es importante ver las coincidencias en estas estadísticas y esto de las armas de fuego, es evidente, que es un área a trabajar”, acotó por su parte el director ejecutivo del Instituto, Orville Disdier, al enfatizar que la herramienta permitirá una mayor visibilidad del escenario actual de feminicidios en Puerto Rico, lo que ayudará a encaminar estrategias de prevención, tanto desde la perspectiva salubrista y social, como de política pública.
De hecho, Ivette Rivera, subdirectora de la División de Violencia de Género de la Policía, confirmó que, de los seis feminicidios ocurridos en el 2023, “todos fueron cometidos con armas de fuego”.
Explicó que los agresores tenían portación legal de las armas. “Algo que me llama la atención es que ninguna de las víctimas tenía órdenes de protección y en ninguno de los casos había precedentes de violencia... se trata de mujeres que después de un tiempo de relación deciden culminar con la misma”, agregó la agente.
Otro dato que despierta suspicacia en las estadísticas es que en el 2021 los feminicidios íntimos se reportaron entre mujeres de 25 a 44 años, mientras que el año pasado el 54% de los crímenes se registraron entre víctimas de 45 a 64 años.
“Esto nos levanta bandera, porque son dos grupos de mujeres que, aunque son adultas, son de diferentes generaciones... entonces, es un dato valioso para poder manejar las estrategias de prevención”, puntualizó por su parte la fiscal Ileana Espada, la Oficial de Cumplimiento del Comité PARE.
Asimismo, la fiscal aclaró que los datos presentados pudieran ser diferentes a los que proveen otras agencias porque, por ejemplo, el “dashboard” del instituto incluye entre los feminicidios casos que tal vez entidades como la Policía o el Departamento de Justicia no llevan a nivel penal.
“Aquí están incluidos los casos de feminicidios donde el agresor se suicida luego de dar muerte a la víctima... y estos casos, por su naturaleza, no se radican”, explicó. De los 40 feminicidios registrados por el instituto, nueve ocurrieron bajo este escenario de homicidio/suicidio.
De otra parte, trascendió que, aunque se han radicado múltiples casos en Puerto Rico con el agravante de feminicidio, ninguno ha llegado a convicción en los tribunales.
“Las razones varían y pueden incluir que se haya llegado a un preacuerdo por petición de los familiares de las víctimas, que muchas veces no quieren extender el proceso y quieren cerrar este capítulo triste lo antes posible... a veces no está en manos de los fiscales”, sostuvo.
Finalmente, el personal del Instituto aseguró que se consideran para otras etapas de la sección de datos incluir información como escolaridad de las víctimas, nivel socioeconómico, datos geográficos, entre otros, esto a fin de ampliar el perfil de las víctimas de feminicidios en Puerto Rico.